Nota: Aunque diga PARTE 1, el capítulo está completo, continúa obviamente en el cap 18. No me bloquearon la novela de nuevo, gracias a dross ;-;
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Las cosas iban de maravilla con Lars. Recuerdo que cuando llevábamos una semana juntos todavía tenía esos ataques paranoicos creyendo que a cada rato alguien se iba a estar burlando de mi. Él me hizo ver que todo eso era mentira, nadie sabe siquiera que somos algo más que amigos.
Me siento casi sano en realidad, no lo sé... Lars es mi medicina, sonará loco de remate pero es la verdad.
Cuando llevábamos una semana y algo de relación, en la escuela a nuestra clase le han puesto el cargo de organizar el "festival de verano", que dura un día y se celebra cada año en la escuela para dar bienvenida a la susodicha estación, una vez que finaliza este evento, las próximas dos semanas son los exámenes de final de semestre: 9 exámenes en total, haciéndonos uno al día.
Ahh... vaya puto desperdicio de tiempo. En ves de darnos tiempo para estudiar, nos lo quitan para preparar de forma obligatoria un puto festival de mierda en donde presentan cosas que están de moda y nada parecidas a lo que me gusta a mi. Claro, si no contribuías a esa mierda, te ponen calificación mínima en varias asignaturas, si lo hacías te ponían calificación máxima. Pff... vaya mierda.
Bueno, Lars y yo hemos pasado el rato juntos repasando la materia, contribuyendo al festival y amándonos en secreto.
Tan así fue que ya llevamos un mes de relación, en donde psicológicamente he ido mejorando como expliqué hace un rato, de forma progresiva he visto un gran avance, así lo siento. Bueno, paso encima de Lars casi siempre y estamos enviando mensajes por whatsapp a cada rato que no podemos vernos.
Casi a la salida del día de hoy, nos han entregado el temario con la materia que entrará en cada examen final, incluyendo las fechas de éstos que eran en un mes más. Lars y yo tuvimos terapia compartida, caminamos juntos hasta la esquina que nos separa... nos quedamos allí unos minutos abrazaditos y besándonos con mucho cariño. De ahí nos despedimos enamorados y nos separamos para dirigirnos a nuestros respectivos hogares.
Al llegar a mi casa, almorcé e iba a dirigirme a mi cuarto, puse un pie en las escaleras y el sonido del choque entre mi zapatilla contra el escalón sonó como un chirrido horrible. Una puntada horrible en mi estómago se manifestaba y cerré los ojos, comencé a sobarme, al abrir los ojos de nuevo porque me sentía mejor... no podía ver bien los escalones, se movían de arriba a abajo. Una risa maquiavélica junto a unas pisadas se escuchaban a lo lejos y venían hacia a mi. En pánico, subí desesperado las escaleras, oyendo el chillido de éstas por cada escalón.
Me lancé al suelo, teniendo a mi mochila como amortiguador y no golpearme tan fuerte, cubrí mis oídos. ¿Qué mierda estaba pasando? Volteé y noté la presencia de alguien mucho mayor, su rostro se desfiguraba, llevaba un traje formal y una biblia en sus manos.
- ¡¿Qué mierda haces con ese chico?! ¡¿Por qué le estabas besando?! -preguntó furioso, yo temblaba sin saber qué decir- ¡Eso está mal! ¡Dios te castigará en el infierno!
Me arrojó la biblia, dándome en los brazos, si no me hubiera tratado de defender, me habría llegado en la cara.
- ¿Ustedes qué dicen, niños? -y de la nada, un montón de estudiantes aparecieron dispersados por mi habitación, algunas caras las reconocí y eran chicos de mi escuela, de otras clases y uno que otro idiota de MI clase- ¡Ríanse de ese maricón! ¡No merece el respeto de nadie!
Miles de risas, algunos me arrojaban papeles y otro tipo de basura. Intenté ser fuerte, sentarme en el suelo, abrir mi mochila y mis brazos tiritaban tanto que lancé mis cuadernos a lo loco con intención de herir a alguien, no estaba seguro, me sentía muy mal, ¿por qué estaban en mi habitación? No... ¡Yo no estaba soñando! ¡Era real! Maldita sea...
Aparecían dos neblinas frente a mis ojos, una blanca similar al vapor y otra negra similar al humo, oh no... yo ya sabía quiénes eran, no...
- ¡Váyanse! -grité en cólera, me costaba respirar, tenía mucho miedo, mi corazón latía demasiado rápido, como si estuviera a punto de explotar.
Sólo había una solución para mierdas imaginarias... porque... si todo ésto es real, ¿por qué aparecen L y la Zorra que son imaginarios? Dios mío, ¿cómo llegué a creer que todo ésto era real siendo que se trataba de algo tan surrealista? En aquel momento no lo comprendía bien y sólo actuaba por impulso miedoso.
Volviendo a la solución... creo que ya la saben. Empieza con "L" y termina con "ars".
Sin dar un aviso previo ni nada, me levanté del suelo, resistiendo a los papeles que me arrojaban, bajé las escaleras tapando mis oídos, evitando los chillidos. Al salir de mi casa, miré hacia atrás y los estudiantes cargaban piedras y otros tipos de armas que podrían herirme a distancia. Apuré mi recorrido, oyendo los gritos llenos de insultos denigrantes.
Los coches me tocaban la bocina ya que corría sin mirar siquiera los semáforos, de milagro no me atropellaron. Esos idiotas me estaban persiguiendo y eran muy rápidos, mis pisadas ahora sonaban como un reloj.
Tic toc.
Tic toc.
Todo el maldito tiempo así, mientras más rápido yo iba, el reloj se aceleraba y mi pulso cardíaco también. Por tanto, la desesperación aumentaba, mis piernas ni moverse bien podían, se estremecían tanto que cada paso veloz era un dolor en mis articulaciones.
Una vez que hallé la casa de Lars, toqué el timbre a punto de llorar, sin poder respirar, mi pecho estaba oprimido y sentía que en cualquier momento me desmayaría. Toqué varias veces más el timbre demostrando mi extrema desesperación.
- Uh... ¿Mi amor? -Lars se mostraba confundido ante mi extraño estado, yo le abracé echándome a llorar.
- ¡Sálvame! -ambos entramos a la habitación, él cerró la puerta y nos separamos. Miré por la ventana y suspiré en alivio, él limpió mis lágrimas.
- ¿Qué pasó?
- Me perseguían... muchos... unos idiotas me estaban molestando, aparecieron L y la Zorra también, Lars, tengo miedo...
- Ya, ya... ya pasó -besó mi mejilla-. ¿Vas a quedarte aquí entonces? -asentí, tratando de captar aire- Bueno, entonces vamos a mi habitación a darnos amor no en un sentido sexual y esperemos a que te sientas mejor, ¿sí, lindo? -asentí de nuevo, él sonrió- Te amo.
- Yo... también -forcé una sonrisa.
Fuimos a su habitación, en dónde nos dimos muchos besitos tiernos y nos dijimos un montón de cursilerías, todo para tranquilizarme un poco, yo no quería regresar a mi casa porque temía que volvieran a perseguirme así, ese episodio fue horrible.
Veamos cómo se ponen las cosas.
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The Dream is my Reality (Metallica, KLARS)
FanfictionPor más ser de mi subconsciente que sea, sé que tiene la intención de unirme con él o de dañarme más que de ayudarme.