Richard y Yocelyn volvieron de luna de miel la siguiente semana.
Erick estaba muy emocionado, por eso aceptó ir a la cena que organizaron en el hogar de los recién casados para celebrar entre amigos que ambos habían tenido unas semanas de ensueño y que, por fin, estaban de vuelta en Inverness. Lo que más le gustó es que Richard dijo que no había problema en que se llevara a Pipo con él. Sabía que Erick sufría un poco cuando tenía que dejar al perro solo en casa...
Al llegar, fue más bien una sorpresa encontrarse a Liam y a Amy ahí.
El cabello rubio de Amy ahora estaba sujeto en una cola alta, que se movió al darle un abrazo a Erick nada más lo vio. Sus brazos tatuados combinaban a la perfección con los de Liam, los cuales solían estar a cada instante alrededor de ella.
—No me puedo creer que sigas con esa porquería siendo bombero— criticó Zabdiel, sentado frente a Chris en uno de los grandes sillones en el jardín trasero que Richard tenía.
Ya habían cenado, habían disfrutado de un puré de patatas exquisito y ahora contemplaban el silencio de la noche estrellada con un cóctel que Richard les había hecho a cada uno. Dijo que lo aprendió en Ibiza, aunque Erick no se lo creía del todo.
Christopher exhaló una bruma de humo grisáceo al igual que Liam. Sabía que su amigo fumaba de vez en cuando, por lo que no le sorprendió que en cuanto Liam ofreciera a su alrededor si alguien quería, Chris fuera el único junto a Amy en aceptar. Erick había dicho que no, también. Demasiado ocupado viendo cómo Pipo trotaba tras una luciérnaga unos pasos más alejado.
—Ya me esfuerzo en conservar el fondo físico el resto de los días.
—Pero si fumas todos los días el fondo físico no sirve para nada— aseguró él con la mirada fija en la distancia.
Tenía los pies apoyados en alto sobre las piernas de Zabdiel, quien estaba en un sillón individual a su derecha. Junto a Erick estaban Yocelyn, Amy y Liam. Chris estaba sentado en un sillón individual y Richard había agarrado una silla de dentro para cerrar el semicírculo al lado de Zabdiel.
Amy dejó escapar una risita mientras se inclinaba al frente para quitar la ceniza del cigarrillo, dejándola en el cenicero ubicado sobre la mesa de cristal en el centro.
—Doy fe de ello. Llevo fumando desde que tengo doce años y siempre era la última corriendo en gimnasia.
Yocelyn dejó escapar una carcajada. Amy comenzó a reír también, cómplice con su amiga.
—Oh, es cierto... Yo era lenta y Amy siempre parecía estar ahogándose, así que nos hicimos amigas porque ninguna sabía correr bien.
—¿Tú también fumaste Yoce?— preguntó Liam ahora.
Ella encogió los hombros.
—Alguna vez. Creo que todos en nuestra clase llegaron a hacerlo tarde o temprano, aunque no tan pronto como Amy.
—Uh, sí...— confirmó Amy—. Recuerdo que nos ponían a correr alrededor del colegio. Los chicos siempre competían por ver quién ganaba, pero siempre lo hacía el mismo.
—Apuesto a que sé a quién te refieres— comentó Liam de nuevo, sonriendo.
Erick desvió la mirada hacia ellos.
Yoce sonrió, asintiendo con la cabeza.
—Joel siempre ha tenido una facilidad asombrosa para el deporte.
—Fue agradable hablar con él en la boda— comentó Richard ahora, frunciendo un poco el ceño—. ¿Por qué se fue tan pronto?
La mirada de Liam cayó radicalmente sobre Erick. Él apretó los labios entre sí y miró a Pipo de nuevo, ausente en la conversación.
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Dragones De Tinta || Joerick
FanfictionErick es un profesor de arte que decide mudarse con sus fieles amigos a la gélida ciudad de Inverness, en Escocia, tras ser rechazado por su conservadora familia. A ojos de cualquiera, Joel es un tatuador reservado que retiene sus sonrisas y cautiva...