catorce

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— anda, gyu. no te vayas. — el menor rodó los ojos al oír las burlas de parte de yeonjun. llevaban, quizás, media hora mofándose de él. ¡en serio! ellos sólo habían invadido su habitación para nada más que eso.

— ya basta... no es gracioso. — rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos, puchereando.

— sí lo es. no te puedes quejar, tú nos llamaste aquí. — taehyun le desordenó el cabello, recibiendo de su parte nada más que otra queja.

— cierto, ¿qué querías? ¿que nos burláramos más de ti?

— sí, yeonjun. para eso los llamé. — replicó con una ironía que sólo hizo reír al pelinegro.

— ¿entonces?

— hoy soobin hizo trampa... ¡todos hicieron! — ante su repentina acusación, los demás sólo fruncieron el ceño, mirándolo.

— ¿de qué hablas? — el primero en preguntar, y quien hablaba por todos, además, fue huening kai, con una confusión bastante genuina en su voz.

— a la cena. hablo de la cena de hoy. — una vez más, ninguno dijo nada y beomgyu sólo continuó. — ¡se supone que era algo de yoon y mío! él no los invitó a ustedes, sólo fueron para no dejarme a solas con él y a arruinarlo todo.

— sí, beomgyu. sólo fuimos para molestarte.

— ¿eso es... sarcasmo?

— no, es en serio. sólo fuimos para molestarte. — el mayor le miró mal y estaba a punto de contestarle hasta que taehyun agregó. — bueno, si nos hubieras contado desde un principio lo que querías hacer, quizás te habríamos dejado a solas con él.

— ¿en serio?

— por supuesto que no, beomgyu. ¿con quién crees que estás hablando? — todo lo que el castaño hizo fue pucherear como si de un niño pequeño se tratase.

— chicos, en serio. si seguimos así, esto no terminará bien. — prácticamente los regañó y, una vez más, hubo un silecio pesado en la habitación que no duró mucho.

— deberíamos establecer reglas. — el comentario tranquilo, casi despreocupado del menor atrajo hacia él la atención de los cuatro, siendo sus palabras como una visión caída del cielo.

— ¡sí! ¡eso es exactamente lo que debemos hacer! — huening kai frunció un poco el ceño bajo el repentino entusiasmo del menor.

— no te beneficiarán sólo a ti, ¿recuerdas, beomgyu? — el mencionado se encogió en su lugar y puchereó un poco por lo que yeonjun le dijo. — ¿cuáles pueden ser las reglas?

— no interferir en planes que ya estén hechos.

— a menos que yoon lo decida. — beomgyu asintió por la interferencia esta vez de parte de taehyun.

— tampoco podemos manipular a yoon. ninguno.

— oye, yo no soy el único. — huening kai inmediatamente se quejó cuando yeonjun le miró específicamente al decir aquella última advertencia.

— no, pero eres el que más ventajas tiene.

— oh, ni que fuera mi culpa.

— ¿debería ser una regla el no enojarnos uno con el otro? — la pregunta repentina y el tono mesurado en la voz de soobin hizo que el ambiente de repente se volviera más ligero. — ya saben... todo esto inevitablemente podría terminar en un problema.

— ¿te refieres a...? — la única respuesta que recibió el pelinegro de su parte fue silencio, lo vio fruncir los labios y apartar la mirada de la suya.

— claro. podría pasar.

— claro que no.

— claro que sí. — replicó taehyun ante la rotunda negación de beomgyu, quien se abstuvo a decir nada más.

— ¿vamos a pelearnos por un chico? por favor, chicos, tenemos veinte años. no somos quinceañeras de secundaria.

— ¿no estarías dispuesto a estamparle la cabeza en la pared a beomgyu por yoon?

— le estamparía la cabeza donde fuera a beomgyu por medio won. — soobin rodó los ojos; hizo la pregunta incorrecta con el ejemplo incorrecto.

— creo que están perdiendo el punto de la conversación. — intervino el mencionado. — sólo tenemos que comportarnos como hombres maduros.

— no eres el más indicado para decir eso.

— dios, yeonjun. cállate.

— ¡pero yo no dije nada! — como se quejó por lo que él dijo, taehyun y lo demás se rieron.

— lo siento, es la costumbre.

— oigan, entonces...— soobin estaba a punto de decir algo más hasta que el sonido de la puerta siendo abierta lentamente atrajo la atención de todos, que se asustaron un poco por saber de quién se trataba.

con sólo su cabeza asomándose por la puerta y en cuanto su mirada conectó con la de ellos, yoon le sonrió y a los cinco les pareció sentir como se les aceleraba demasiado el corazón.

— ah, con que aquí estaban. — abrió un poco más la puerta y se apoyó del marco, frunciendo el ceño al verlos sentados en círculo. — ¿están invocando un demonio?

— sí, ya funcionó. — bajo las palabras de taehyun, él rió y rodó los ojos.

— gracioso.

— ¿nos estabas buscando? — escucharle preguntar al mayor le hizo recordar la razón por la que había ido ahí.

— ah, sí. sólo les quería avisar. — verlo sonreír tan felizmente les extrañó a todos.

— ¿qué cosa?

— iremos a la playa este fin de semana. — murmuró y, antes de volverse a ir, agregó. — así que descansen, serán días muy largos.

y, finalmente, se marchó.

ir a la playa con yoon. ah, tendrían el mejor de los fines de semana.

𝘀𝘁𝗮𝗳𝗳'𝘀 𝗽𝗿𝗲𝘁𝘁𝘆 𝗯𝗼𝘆. txt + male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora