𝘀𝘁𝗮𝗳𝗳'𝘀 𝗽𝗿𝗲𝘁𝘁𝘆 𝗯𝗼𝘆. txt + male oc

veintiuno

— somos una mierda. — el castaño fue el primero en murmurar, su voz haciendo eco en el silencio sepulcral de la habitación que soobin y él compartían.

— no digas eso, beom. — negó bajo las vagas palabras de aliento del menor.

— ¡es la verdad! — dejó sobre su cama la almohada que tenía sobre sus piernas en cuanto se puso de pie. — chicos, hicimos que despidieran a yoon.

— ¿qué vamos a hacer? — intervino yeonjun, quien inevitablemente se sintió sensible al ver al japones llorando y cuyos ojitos ahora tenían una capa cristalina de lágrimas que amenazaban con salir en ellos. — lo despidieron por nuestra culpa.

— no podemos dejar que se vaya así como así.

— ¿y qué pretendes hacer? ¿enfrentarte con el supervisor? — por un momento, beomgyu no respondió a ninguna de las dos preguntas que taehyun le hizo, irónicamente, sin embargo.

— ¿por qué no? — el menor todo lo que hizo como reacción fue poner los ojos en blanco.

— por favor, beomgyu. no seas estúpido. — él sólo le miró mal, escuchándolo en cuanto continuó. — no podemos arriesgarnos a que nos despidan a nosotros también.

— él no nos puede despedir.

— es el supervisor, beom. claro que puede. — una vez más, se dejó caer en el espacio vacío de su cama junto a huening kai.

— ¿entonces es todo? ¿sólo vamos a dejar las cosas así y ya? — ninguno dijo nada, no por nada en particular, es sólo que ellos realmente no tenían una respuesta inmediata a sus cuestiones. — no pueden estar hablando en serio.

— ¿qué podemos hacer, beomgyu? ¿acaso tú tienes una idea? — el mencionado no dijo nada ante los reclamos del mayor. el ambiente se sentía denso y el vacío que parecían tener era incómodo, como si les faltase algo.

— tenemos que evitar que se vaya. — mencionó como si fuera la solución a todo, sin embargo, ninguno pareció comprender a lo que el castaño se refería.

— ¿qué...? ¡oye! ¡beomgyu! — y es que soobin no pudo siquiera terminar de formular su respuesta cuando él sólo se levantó de golpe y salió de la habitación corriendo. por un momento, ninguno supo qué hacer. — ¿deberíamos... ir con él?

— tal vez vuelva. — huening kai se encogió de hombros y, esperando a que el castaño regresara, los cuatro sólo se quedaron en la puerta sin saber bien qué hacer. casi un minuto más tarde, beomgyu venía caminando de regreso, pisando fuerte y mirándolos con una expresión obvia en el rostro.

— ¡se supone que me siguieran, estúpidos!

y bueno, esto definitivamente no era algo que ellos hicieran muy seguido. salir del edificio de la empresa sin supervisión ni un permiso previamente dado era algo nuevo, y por supuesto que les asustaba ser descubiertos. pero los cinco creían que era un riesgo que tenían que tomar.

por otra parte, la última cosa que el japonés habría esperado recibir en su puerta ese día era a cinco chicos familiares, todo cubiertos con capuchas o sombreros y lentes de sol. era tan obvio que se trataba de ellos que, cuando abrió la puerta y los vio, se le hizo imposible ocultar su expresión de desconcierto.

— oh, me pregunto quién será. — comentó con ironía, sólo la suficiente.

— yoon-chan, somos nosotros. — puso los ojos en blanco y no pudo evitar sonreír bajo la inocencia del pelirrojo.

— nunca podría haberlo adivinado. — calló un momento y agregó, mirando a ambos lados como si estuviera buscando algo. y es que para él era sumamente inusual ver que los cinco estaban afuera, juntos, y completamente solos. — ¿vinieron solos?