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Dedicado a una gran fan
de Deadpoint
florisiest
(2/2)


El joven detective junto a aquel doctor organizaron perfectamente las mochilas al igual que los demás.  Finalmente había sido mejor esperar un poco, a que estuviera ordenado y escrito lo necesario para ejecutar cuando volvieran o de ser que no lo hicieran. Comenzaban a ocurrirsele ideas aún sin saber el entorno, esperaba que al menos una de ellas pudiera ser ejecutada, de lo contrario tendría que improvisar.

Y aunque se le daba bien, no le gustaba para nada. Improvisar muchas veces significaba que podía ser impulsiva la decisión y con rumbos de ese tipo, las cosas salían mal. Prefería tener todo calculado, aún cuando la situación en si no podía calcularse de todo, era una ruleta de eventos catastróficos.

El doctor por su parte se mantenía al margen de lo que decidiera el detective, no se sentía muy prudente de comentar algo diferente o bien, planear alguna cosa por su cuenta. De supervivencia no sabía mucho, solo de trabajo bajo presión, de salvar vidas, de tener la mente ocupada en operaciones, enfermedades terminales, mantener su organismo funcional con café y pocas horas de sueño. Iba a pensar más, pero su cerebro se detuvo ahí cuando el detective le llamó frente a la puerta de vidrio.

El dueño, el señor Horikoshi, abrió la cerradura luego de buscar la llave entre varias de color plata h bronce, con diferentes formar y tamaños. Jungkook se preguntó para que funcionaba cada una y si alguna de ellas los llevaría a algo importante además de la salida. Luego abrió la puerta, para permitirle la llave del candado al detective y este se agachó con tal de poder hacerlo. Le pareció curioso que aquel hombre rubio le dijera con una sonrisa cuál era la correcta, parecía ser que conocía bastante bien aquello y luego descubrió que hacía eso cada mañana antes del trabajo, ayudarles a abrir el local.

Akihiro se mantenía a un lado, sin hacer nada más que observar entre aburrido y aterrado la situación. No sabía bien si era un cobarde que quería fingir que no o era un cobarde holgazán. Cualquiera que fuera la razón, estaba seguro de que sería el primero en patear su trasero, él tenía respeto por los ancianos, pero no los conocía más del tiempo que le tomaría perder la paciencia con ese tipo como para moler su culo a golpes.

Park llevó las llaves a las manos arrugadas del hombre, agradeciendo su ayuda, aunque él solo abrió una puerta y le tendió los pedazos de metal. Pareció ser como si le hubiera regalado la oportunidad de vivir y eso le tentó el corazón a Jungkook, porque la mirada del hombre fue una de absoluto valor. Luego, Park le pedía que se moviera a la parte que le tocaba estar y regañó con una mirada muy fea a Akihiro para tomar su posición también. Detrás del rubio se colocaba el doctor y posterior a ello Darren.

⸺Darren, mejor ve al frente del doctor Jeon.

⸺Vale.

⸺¿Por qué? ⸺preguntó de inmediato el mismo ⸺. Me sé el plan, no voy a joderlo.

⸺Para nada, no es por eso ⸺comenta el rubio. Todos ellos hablaban a un nivel prudente dado el oído de aquellas bestias. El rubio sostuvo la cortina de metal entre sus dedos y suspiró tomando fuerza, agachándose en el suelo para levantarla levemente ⸺. Su vida es la más valiosa entre todas estas personas. Tiene conocimientos médicos, puedo faltar yo, Darren o cualquier otro, pero si falta usted, significa que todos los demás en estas paredes corremos un riesgo mayor fuera de las cosas que están al otro lado de esta cortina.

⸺¿Entonces debo ser cuidado? ¿Ah?

El rubio sonríe al levantarse, luego de haber estado recostado, observando por la orilla entre la cortina y el suelo si era posible salir. Según su vista, no había rastros de alguna de esas cosas sobre la acera y frente al local se encontraba un auto, la puerta del mismo estaba abierta. Miró a Jungkook estirando su mano para señalar la bolsa improvisada.

Deadpoint | jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora