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Vio al doctor sentarse junto a él en la mesa, comer un sándwich de jamón con escasa lechuga -la cual no había podido sacar del todo luego del regaño de la abuela- y después quedarse dormido, con la cabeza baja y los brazos cruzados. No tuvo el corazón de despertarlo para asignarle un lugar más cómodo, pues todos estaban ocupados y el rubio parecía completamente ido en el sueño. Por su parte, conciliar el sueño en esa pose incomoda fue complicado, tampoco es que quisiera o pudiera dormir, ya había dormido suficiente más que el detective y la cabeza no paraba de correr pensamientos uno detrás de otro.

Volvió a quedarse quieto, en la silla, recargando su rostro en la palma de su mano mientras miraba un punto fijo. No una ventana como en el otro departamento, sino la vajilla sucia de color negro y la taza de "csi: miami". Primero pensó que era demasiado obvio que a Jimin le gustase dicha serie, fue un pensamiento denominado como algo cotidiano a pesar de no conocer al hombre más de una semana. Luego, surgió la duda sobre la vida o muerte de sus padres y se deprimió. Miró el cuaderno y la pluma, ambos sobre la mesa del comedor, esperaba que ambos le llamaran a escribir para reordenar sus pensamientos tal y como había dicho el hombre dormido junto a él.

Dirigió su mirada al mismo hombre, permaneció así, volviendo su mente un espacio vacío, sin nada más que los detalles del pulido rostro ajeno. Sus largas pestañas rubias, cejas definidas, mandíbula recta y barbilla pronunciada, tenía una nariz preciosa de perfil y apenas se formaba una pequeña papada teniendo la cabeza cabizbaja. Era un hombre tan atractivo. Bufó, regañándose, cerró los ojos volviendo a la mesa. Comenzó a sentir esa presión en el pecho, los pensamientos encimados, cada uno de ellos más negativo que el otro.

Estaba solo, con sus pensamientos, en ese espacio que era para descansar. Necesitaba recuperar energías y dejar de martirizarse, pero no podía dejar de autoflagelarse. Decidido, abrió el cuaderno, en la segunda página, miró la hoja en blanco con la pluma entre sus dedos. ¿Cómo se escribía un diario? La tinta manchó su yema cuando empujó esta en la punta para no arruinar su espacio reservado para escribir lo que tenía tan guardado adentro.

Se repitió, «¿Cómo funciona un diario?» Tal vez presentándose. Aunque sería el único en leerlo; si es que se ponía a hacerlo.

"Me llamó Jeon Jungkook, nací el 25 de noviembre de 1994, por lo que actualmente, 20 de septiembre del 2019, tengo 25 años de edad. Soy hijo único, de una relación muy sana, con unos padres super amorosos, me criaron en mi lugar de nacimiento; Atiago, Kardia. Estudié medicina, logrando trabajar en el hospital central de Cotedia, en el país de Kardia. Soy sagitario, si eso puede decir mucho de mi personalidad y mi MBTI es ESTP. Soy desorganizado, impulsivo, bastante energético y espontaneo, me estreso fácilmente, pero tengo la mente centrada en el hospital o situaciones de salud, tengo una personalidad problemática algunas veces y resisto -o resistía- muy bien ante situaciones sociales que eran incomodas -estoy hablando de mi esposo-, me gusta mucho la malteada de fresa y los hotcakes, no puedo vivir -ahora tendré que hacerlo- sin el café por la mañana y estoy viviendo en el caos.

No sé bien si estoy en el caos desde que esta extraña pandemia caníbal mutante inicio o quizás se debe a más tiempo. Puedo estar sonando egoísta pensando que mi vida es igual de mierda que el hecho de que la humanidad esté sufriendo un exterminio. Pero, es mi vida, ¿no? Soy el centro de mi mundo, claramente tengo que explicarme a mi mismo en MI diario que sucede y por qué carajos me siento tan mal, tan confundido y contradictorio.

Extraño a mis padres. Extraño a mi familia. Quisiera decir que no extraño a Lucas, pero lo hago. Lo extraño incluso antes de toda la situación de los sonámbulos. Extraño al hombre del que me enamoré, que me hablaba con suavidad y siempre tenía un coqueteo casi en cada oración pronunciada en nuestras conversaciones.

Deadpoint | jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora