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#28 : La familia Park

DANIEL

Mis padres vivían en una adorable y modesta casa en la ciudad, ubicada en un barrio tranquilo y poco ruidoso. Tan ausente era el ruido que a veces extrañaba el silencio que la envolvía cuando se acercaba la hora de ir a dormir.

En mi departamento ocurría todo lo opuesto, ya que se hallaba más cerca del tránsito.

—No lo puedes creer, ¿verdad?

Jennie me miró sin comprender a qué me refería.

—No puedes creer que vas a almorzar en una casa común y corriente.

—Eres un tarado. —dijo después de reírse y brindó un suave golpe a mi brazo— Estoy un poco nerviosa, de hecho.

Elevé un poco mis cejas.

Jennie no era una persona fácil de descifrar en términos anímicos –salvo que tuviera exceso de alcohol en su sistema-. Hasta hacía un par de semanas, traía casi siempre la misma expresión, no obstante, aquello fue impactado por un gran cambio. Ahora era más transparente en ese aspecto.

Mi madre me invitó a almorzar el fin de semana y también me dijo que invitara a mi ''pareja'', cosa que no podía negar.

Estaba al tanto de que vería a mi padre y también sabía que nuestra relación padecía cierto nivel de desgaste, por lo que no me esperaba un encuentro del todo cómodo.

—Está bien si no quieres. —fui honesto— Que tú vengas es más que nada un capricho de mamá. —sonreí al pensar en ella. Tenía mucho tiempo sin verla en persona y en cuanto tuve un tiempo a solas, me di cuenta de que la extrañaba.

Y ese sentimiento también alcanzó a las imágenes de mi padre que mi cerebro proyectó.

—Debo ser buena con mi suegra. —sentenció segura de sí y dio un asentimiento de cabeza— Vamos. —brindó un apretón a mi mano, que estaba entrelazada a la suya y tocó el timbre.

Quien nos recibió fue la mujer que me dio a luz y enseguida nos vio, una sonrisa gigante se pintó en todo su rostro.

—¡Jungwon!..Lo siento, es la costumbre, ¡Daniel!—pronunció feliz y me abrazó, para después plantarme un beso en la mejilla. Me acarició los cabellos y luego observó a Jennie— ¿Jennie?.. —tomó distancia de mí y agarró la mano libre de mi acompañante— Mírate, has crecido tanto y tan bien.

—Señora Park, es un gusto conocerla...bueno, volver a conocerla después de tanto tiempo. —Jennie esbozó otra sonrisita y ambas se saludaron con un simple beso de mejilla.

Tanto la ex CEO como yo estábamos enterados de la historia que nuestros padres compartían y de la que ambos éramos parte, pero que nos era inútil recordar debido a que, al momento de los hechos, ella era una recién nacida y yo tenía apenas un año.

El interior de la vivienda poseía un estilo de decoración que era entre tradicional y moderno. Volver a pisarla luego tanto tiempo, me transmitió cierta nostalgia. No quise hundirme mucho en el sentimiento y me centré en la corta caminata que daba detrás de mi madre, manteniendo mi mano entrelazada a la de mi acompañante.

—¿Jungwon? —me susurró Jennie.

—Es mi nombre de nacimiento. —expliqué en tono bajo— Mi nombre artístico es Daniel y hace unos pocos años hice el cambio legal.

—Cariño, han llegado.

Mi padre se hallaba sentado frente a la mesa de la sala y con el periódico en sus manos, artefacto que hizo a un lado al vernos llegar. Se puso de pie y se acercó a nosotros.