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#04 : Un corazón roto y un rumor

JENNIE

DOS DÍAS ATRÁS

El viernes es considerado un día que la mayoría de la gente trabajadora suele disfrutar. Sin embargo, yo no estaba disfrutando el mío y no podía dejar de pensar en la conversación que había tenido con Taehoon la noche anterior.

Estaba sufriendo los efectos de un corazón roto y en medio de los mismos, no tuve mejor idea que llamar al autor del crimen.

Me las había arreglado para ir al trabajo ese día porque era mi deber y porque no podía decepcionar a mi padre, pero lo único que deseaba era haberme quedado en la cama llorando hasta vaciarme.

Entendía el por qué detrás de mi complicada vida amorosa, no obstante, vivir en la negación cuando existía mucha mierda que debía afrontar día a día, era lo único que me servía para mantenerme en pie.

—Jennie, te amo, pero no puedo hacerlo más. En unas horas saldrá mi vuelo.

—Aún así, ¿te parece considerado haber tenido esa cena ayer solo para decirme que te vas a Japón por tu música?

—He intentado tener esa conversación antes y me esquivabas ¿Qué querías que hiciera? No me iba a marchar sin antes terminarlo.

Eso era verdad. Taehoon había intentado terminar conmigo antes y sus argumentos siempre daban vueltas en lo mismo: mi comportamiento.

Yo era demasiado fría, poco le contaba de mis sentimientos y no hacía más que empujarlo a la cama cuando él quería tener alguna charla de esa índole.

Era una mala novia.

Pero no siempre había sido así, al menos no con Hyunsuk.

A veces lo lamentaba, porque éramos una buena pareja, mas no buscábamos lo mismo en la vida.

Aún así, a menudo me preguntaba que habría pasado si hubiese accedido a tener hijos y ser solo una esposa.

Ser la CEO de Primadonna no era algo que me agradaba.

Pero tener hijos a tan corta edad y ser solo una esposa, tampoco era lo que veía en mí.

—Esto viene de semanas en semanas y días en días ¿Te piensas que no ha sido difícil para mí? Cuando digo que te amo, lo digo en serio. Lamento que las cosas hayan terminado de esta forma, pero no todo es mi culpa.

—Puedo cambiar. —dije, sabiendo que era muy poco probable. Sentí que la voz pronto se me quebraría y no entendía cómo aún no había roto a llorar— De en serio, puedo...puedo tratar de ser más abierta y considerada contigo.

Taehoon no respondió y su silencio se sintió como varias agujas perforando mi corazón.

—Dime que estarás en mi departamento cuando llegue.

—No puedo seguir con esta conversación. Detente, por favor.

Las primeras lágrimas brotaron y pasados unos segundos, me las sequé.

—No, no. No me arruinarás el día. —negué lentamente. Quería continuar desahogándome, pero no podía permitirme derrumbarme en la oficina.

Incluso le dije que estaba dispuesta a cambiar, pero...lo sabe. Sabe que no puedo hacerlo.

—Jennie...

—¿Sabes? En realidad no necesito cambiar por ti ni por nadie. —recuperé como pude mi tono habitual de habla, el cual solía ser serio— Tú simplemente no lo entiendes.