#15 : El rumor que vuelve

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SOFT SIDE

Jisun se dijo que Daniel podría terminar tachándola de cualquier cosa, de chusma, de despechada, de distraída o de quién sabe qué.

¡De todas formas, no pudo evitarlo porque la hizo sentir muy triste! Tuvo que contárselo a Chaeyoung, que no se resistió y se lo contó a Eunsang.

Y contárselo a Eunsang...

Fue de boca en boca hasta que más de la mitad de la oficina se enteró y esto causó que Daniel se sintiera más excluido de lo normal. Es decir, ya lo excluían por verlo como "el protegido" de la jefa o su posible novio y ahora...ahora resulta que lo segundo era cierto.

O tal vez no eran novios, pero algo tenían.

Eso pensaban todos.

Y qué descarados, ¿andar besuqueándose a escondidas? Qué poco profesional, comentaban hipócritamente como si en un pasado poco lejano no hubieran cargado sus propios trabajos extra al nuevo compañero.

Daniel dedujo por lógica qué era lo que había sucedido, por lo que habló con la chica en cuanto vio la oportunidad.

—Jisun. —la llamó y cuando ella notó de quien se trataba, su rostro tomó temperatura y evitó a toda costa el contacto visual— ¿Podemos hablar un segundo?

La secretaria estaba dubitativa, pero su personalidad no le permitía huir despavorida, debido a esto, dejó que Daniel la llevase a un lugar para dialogar con más tranquilidad y así terminaron en la sala de las máquinas expendedoras.

—¿Tú fuiste quien esparció el rumor, verdad?

El joven se sentía decepcionado ¿Por qué Jisun había hecho tal cosa? No la odiaba, pero la consideraba una amiga del trabajo y no entendía sus razones, pensó que quizás se precipitó en darle tal título.

—¿Por qué lo hiciste? Escucha, lo que viste antes...

—Sé lo que vi. —interrumpió la más baja— Lo sé, lo recuerdo muy bien porque verlo me dolió. —Jisun seguía sin mirarlo— No entiendo por qué con la señorita Kim, ¿qué tiene ella de especial?

Daniel quiso defenderse al instante, mas sabía que era incapaz de crear alguna excusa creíble. Ni siquiera sus habilidades actorales podían sacarle de ese enorme papelón.

—Bueno...he preguntado algo estúpido, es obvio lo que le viste. Ella es muy bonita, glamurosa y sexy. —frunció el ceño.

Acabó por comprender lo que la secretaria sentía y su cerebro encontró el sentido a los comentarios hechos por ella anteriormente. 

También pensó en como Jisun no tenía nada que envidiarle a Jennie si de términos físicos se trataba.

Solía usar maquillaje suave que resaltaba la ternura natural que su rostro poseía. Era muy, pero muy bonita, no obstante, el oficinista no la veía de esa forma y la jefa no tenía nada que ver en su sentir.

Se decía que estaba más cercano a ser por la diferencia de edad, ya que Jisun tenía veinte años y él estaba a tres de los treinta. Por ende, la percibía más como una hermana menor que una posible pareja.

—Lo lamento, Daniel. —Jisun al fin subió la mirada, apenada— Sé que fui inmadura, pero...

—Lo fuiste. —contestó el muchacho— Aún eres algo joven, supongo que lo entiendo. De todas maneras, yo también lo fui y lo estoy siendo...no debería mentirte. —ahora fue él quien miró al suelo.

Aún si la confianza entre ambos fue rota, sintió que debía explicarle las cosas, más estando enterado de sus sentimientos.

—Para empezar, tú eres muy linda. —la tomó por los hombros y juntó sus miradas— No tienes nada de malo y nada que envidiarle a Kim. Segundo, ella y yo...

Bien, quería ser honesto, pero, ¿cómo demonios lo abarcaba?

De nuevo fue bombardeado por voces que le repetían que no había salida, debía aceptar que algo tenía con Jennie. Sin embargo, ¿cómo se tomaría eso su jefa? ¿Podía echarlo? No, ya sabía que no. En realidad, Daniel poseía la libertad de hacerlo si quería, aunque debía ser cuidadoso con sus palabras.

Ya toda la oficina lo había asumido y no podía pedirle a la secretaria que hiciera atrás todo ese rumor, porque por más que pensaría que acabaría haciéndolo si era honesto con ella, la chica quedaría muy mal parada al final.

Y Jennie era quien había comenzado todo eso, así que ella lo arreglaría y no sería manchando la reputación de Jisun. Daniel no lo permitiría.

—...estamos en una relación. Que yo haya salido así de la oficina, fue algo poco profesional y no se repetirá. —asintió para sí.

La muchacha se quedó estática en sus manos. No estaba enamorada de él, mas no era un golpe ligero y la culpa no tardó en llegar a su ser.

—Lo lamento mucho, perdóname...soy una tonta. —los ojos de la menor se cristalizaron y se cubrió el rostro con sus palmas. El más alto negó con la cabeza y acarició los hombros opuestos con sus pulgares en un intento de calmarla.

—No llores, Jisun. Que estés tan arrepentida, es suficiente para mí.

—¿Hace cuánto están saliendo? —preguntó curiosa luego de descubrirse la cara y dejar ver unos ojos ligeramente irritados.

—Hace poco.

—Por favor, habla con ella...no quiero que me despida.

—Tranquila. Jennie está muy ocupada y seguro que ni siquiera se ha enterado del rumor, sabes que todo el mundo le tiene miedo, así que nadie le mencionará sobre esto.

—Es cierto...—hizo un puchero y bajó la mirada. Daniel quiso abrazarla, pero se contuvo para evitar darle una posible idea equivocada, por lo que solo acarició sus hombros una vez más y segundos más tarde, se separó de ella.

—Ya está bien, de verdad. —despeinó sus cortos cabellos y le regaló una sonrisa compresiva. 

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