#18 : Indescriptible

279 38 0
                                    

DANIEL

Desgraciadamente tuve que pasar todo el evento callado, porque 1) no sabía qué decir y aparte, nadie me conocía. 2) no podía hablarle de lo que quería a Jennie en medio de un desfile.

La experiencia finalizó, dejándome emocionado por la misma y ansioso por las dudas formadas.

Planeaba pedirle explicaciones cuando estuviésemos de nuevo dentro del vehículo.

—Iremos a mi casa ahora. Debes cambiarte allí porque tengo que devolver el traje. —me informó una vez en viaje— Y también quedarte, ya que...bueno, está bien que crean que estamos saliendo. Es buena publicidad para los dos.

—Espera un segundo, Kim. —la miré— ¿Qué es todo esto? ¿Qué estás tramando? ¿Por qué le has dicho a Bogum y, sospecho que también a un montón de personas importantes, que tú y yo estamos saliendo? Nunca acordamos hacer una cosa así-

—¿Por qué tienes que quejarte? —me interrumpió molesta— Esto es bueno para ti y para mí, listo.

—¿Sabes cuál es el problema? Es que tu egoísmo se puso en el medio y en ningún momento me preguntó mi opinión al respecto.

—¿Otra vez? ¿Cómo puedes quejarte de eso cuando toda la oficina ya lo asumió? Me enteré.

Quedé estático por unos instantes.

—Pero, una cosa es la oficina, otra el país ente-

—¿Te piensas que ninguno de tus compañeros es capaz de filtrar la información a la prensa? Por favor.

—¡Pero podrías haberme preguntado de igual forma! —exclamé sin elevar mucho mi tono— No es como si tuvieran pruebas para demostrarlo.

—Como se nota que nunca en tu vida has tenido un escándalo. Las pruebas se crean.

Odiaba darme cuenta de que tenía un punto. Las pruebas y ''pruebas'', de cierta manera, eran algo muy fácil de manipular en una era tan tecnológica.

—No veo cómo puedo ayudarte yo. No soy una figura pública.

—Pero eres un hombre. —contestó seca— Y serás conocido pronto, todos felices.

—No entiendo por qué te cuesta tanto ser directa, por el amor de Dios. —me crucé de brazos— Es como si todo el tiempo estuvieras jugando conmigo.

—No estoy jugando todo el tiempo contigo. Necesitaba una pareja y me pareció un buen plan, yo tendría un ''novio'' al fin y tú tendrás tu preciado reconocimiento. Solo hice algo llamado ''usar el cerebro''.

El silencio inundó el pequeño espacio y permanecimos callados por unos instantes que se sintieron eternos.

Ella no pensaba entonces en cambiar.

No pensaba en dejar la empresa y perseguir sus sueños, ni siquiera lo meditó en lo más mínimo.

—¿Estás dispuesta a ser infeliz toda tu vida?

No respondió.

—Respóndeme. —demandé— Por un demonio. No te puedo odiar, de en serio no puedo, pero eres tan terca y es tan frustrante.

—Qué insoportable.

—Dijo la cobarde. Detén el auto, no pienso ir contigo.

—No voy a detener nada. Te dejé en claro que no arruinarás mis planes. —se acercó a mí y me tomó de los bordes de mi camisa— He trabajado muy duro siempre, no permitiré que lo eches a perder.

Las puntas de mis dedos se enterraron en medio de mis palmas, formando así unos puños.

Indescriptible era la palabra correcta.

soft side ‹ jennie | male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora