Es un beso suave. No es como otros que he tenido. Esta vez son los labios de Akaashi sobre los míos: me olvido automáticamente del pasado y me concentro en el presente, apretando sus manos entre las mías mientras lo miro besarme.
Sus párpados están cerrados con fuerza y ni siquiera hay un movimiento. Está quieto, congelado en su lugar.
Entonces cuando se aleja, nos quedamos viendo en completo silencio. Y yo pienso fugazmente que ahora Akaashi sí estará igual de enfermo que yo, lo que me preocupa. ¡Somos unos tontos!
—Akaashi...
Me mira asustado.
—Akaashi, ahora te vas a enfermar.
Digo, rompiendo por completo el ambiente. Él respira hondo y entierra su rostro en la almohada, creo que se frustró. Pobrecito. Yo solo sigo con sus manos en las mías.
—¿En serio eso importa ahora, Bokuto-san?
Pregunta con molestia, mirándome otra vez. Yo me encojo de hombros.
—Se supone que esta es la parte donde me vuelve a besar —dice con claro malestar, lloriqueando con una mueca. Yo río.
—¿Quieres que haga eso, Akaashi?
Pregunté tirando suavemente de él. Akaashi me miró y luego desvío la mirada. ¡Lo avergoncé!
—Supongo eso es un sí.
Nada me detiene para tomar su rostro y besarlo rápidamente, alzándome un poco para no sentirme tan incómodo. A diferencia de nuestro primer beso, moví mis labios mientras acunaba su hermosa carita entre mis manos.
Él corresponde moviéndose un poco, llevando sus manos hasta las mías y acariciándolas otra vez. ¡Si tengo que ser sincero, yo ya estoy sintiendo los ángeles, brillos y corazones, volar a nuestro alrededor!
¡Trágicamente! Nos tenemos que separar y llega ese momento en el que solo nos miramos. Los ojos tan hermosos de Akaashi sobre los míos, haciéndome pensar en lo lindo que se ve después de ser besado. Sus labios brillan de alguna manera y me parece lo más tierno del mundo.
Aprieto su rostro con mis manos.
—¡Eres muy lindo, ya para! —Me quejé con mala cara.
Akaashi soltó una risa avergonzado.
—Gracias, Bokuto-san.
Y lo solté para luego mirar al techo. Akaashi se quedó viéndome.
—Akaashi, ¡me gustas!
—Lo sé, Bokuto-san.
—¿Saldrías conmigo?
Giré mi cabeza para mirarlo. Él acarició mi mejilla y negó.
—¿Por qué?
Hice un puchero.
—Simplemente no puedo, Bokuto-san.
—¿¡Por qué!?
—Porque mis padres no me van a dejar —responde con un suspiro.
—¿Ellos no aceptan que te gusten los chicos?
Él niega.
—No es eso.
—¿¡No aceptan que te guste yo!? —pregunté ofendiéndome.
—No aceptan que tenga novio, Bokuto-san —explicó apenado—. Sabe que Fukurodani es costosa y yo solo tengo una beca. Piensan que si me distraigo con cosas como novios, quizás baje mis notas y pierda todo.
—Eso es... estúpido...
Refunfuñé, cruzándome de brazos.
—Un novio no es sinónimo de distracción. ¡Yo no soy sinónimo de distracción, Akaashi! —Él ríe suavemente, negando—. ¡Tengo que hablar con tus padres!
—Bokuto-san, no creo que sea buena idea.
—¡Entonces sé mi novio en secreto!
—Sería malo. Más para usted.
—¡No me molestaría ser tu novio en secreto hasta que tus padres nos acepten, Akaashi!
—Bokuto-san, a usted le gusta gritarle al mundo que le gusta algo. No podría soportarlo.
Bufé. ¡Tiene razón!
—¡Entonces volvamos al plan número uno! —Sin embargo, no me rendí—. ¡Iré a hablar con tus padres!
—¿Y si lo rechazan, Bokuto-san?
—Imposible. ¡Soy encantador!
Akaashi vuelve a reír.
¡Siempre ríe cuando está conmigo!
—Claro que lo es, Bokuto-san.
ESTÁS LEYENDO
Nonsense | Bokuaka
FanfictionCon cartas y corazones, Bokuto Kotaro le explica entre parloteos a Akaashi cuánto lo ama, esperando que algún día de estos, su querido armador le diga lo mismo. Aunque es muy complicado, porque Akaashi no es sincero y Bokuto se frustra. ¡Pero eso no...