Nonsense | Bokuaka

Capítulo 17: ¡Problemas!

Encerrados en un baño, observo a la chica frente a mí. Uno sentado frente al otro con un silencio incómodo en medio. No tengo nada para hacer, me quitaron mi teléfono y quienes se supone que me tenían que defender, están demasiado borrachos.

Un reto es un reto, dijo alguien. Y me obligaron a cumplirlo. Sinceramente, confío en mí. ¿Pero en ella? Claro que no.

—Bokuto-san, usted es alguien muy lindo.

—Gracias. Tú también eres bonita.

Intenté sonreír, abrazando mis piernas. Ella apretó sus labios y asintió, desviando la mirada. Cielos, extraño a mi novio...

No puedo hablar con él y estoy encerrado en un baño con alguien que claramente gusta de mí. ¿Puedo tener tanta mala suerte? Estoy tan triste y de mal humor... ¡Quiero a Akaashi en lugar de ella!

—Bokuto-san.

Cuando vuelvo a la realidad, ella está sentada frente a mí. Pero literalmente. Sus manos en mis rodillas y una mirada claramente borracha. Yo me congelo en mi lugar.

—Bokuto-san, en serio usted se me hace muy lindo.

—Rei-

Jadeé cuando sus labios chocaron los míos. Ella me besó rápidamente, tomándome de la nuca. Yo simplemente me quedé quieto. No sé qué hacer en esta situación, mi cabeza está en blanco y no me gusta esto. No quiero que me bese alguien que no conozco.

Cuando logro reaccionar, es porque ella está besando mi cuello. Intento alejarla, pero aprieta mis muñecas y me quejo, sintiendo sus uñas clavarse. Es increíble que yo, sacándole probablemente dos cabezas a esta mujer, no puedo moverme. Me retiene como una presa y no me deja alejarme y mi cuerpo tampoco reacciona. Tengo ganas de llorar.

Sus dientes muerden mi piel y succiona. Yo intento librarme pero es inútil, he perdido cualquier fuerza.

Hasta que siento una de sus manos comenzar a bajar por mi estómago. Entro en pánico y suelto un empujón sin saber qué hice, ella suelta un quejido y me mira.

—Tú... ¡No puedes hacer eso!

Grité, levantándome. Siento mis piernas temblar.

—Yo... L-Lo siento mucho.

Tragué con fuerza y abrí la puerta.

—¡Deberías!

Salgo del baño lo más rápido que puedo, sintiendo mi respiración detenerse. Konoha y Washio me miran confundidos.

—Amigo... ¿Engañaste a Akaashi?

Pregunta uno de ellos con desilución. Yo jadeo y niego.

—N-no... Ella me... Ella me...

Pero no me salen las palabras. Washio niega.

—Amigo, pensé que eras distinto.

—Ella me...

Intento respirar. Mis piernas flaquean y Washio me sostiene antes de caer.

—Ella casi abusa de mí.

Murmuro, respirando, por fin, correctamente. Siento mi boca amarga y mi corazón latir desenfrenado. Washio me mira horrorizado.

—Hay que ir a la policía.

—No. No, no hace falta —Niego—. Solo llévenme a casa, chicos. P-por favor.

Necesito decirle esto a Akaashi.

Pero cuando llego a casa, me tiro a la cama y termino durmiendo. Konoha, que se la ha pasado la borrachera en menos de dos segundos, está sentado al lado de mi cama. Y Washio se ha quedado a hablar con la chica; lo último que recuerdo es lo apenada que está. No me importó.