—¡Me niego!
—¡Kotaro!
Akaashi y yo caemos de la cama riendo.
Esta es nuestra vida todos los fines de semana.
Ahora estoy en la universidad, lo que significa que no puedo verlo tanto como lo hacía antes. Es más ¡ni siquiera puedo verlo! El lugar en el que estudio queda lejísimos de dónde vivíamos, por eso mismo, los fines de semana son los únicos días en los que podemos vernos. Akaashi es siempre el que viene ya que, según él, no puedo gastar dinero que necesito en viajes cuando a él lo traen sus padres.
Así que es pleno verano, nuestras piernas se tocan y nos abrazamos tirados en el suelo, riendo de todas las tonterías que últimamente hacemos. Es lindo tener a Akaashi aquí; es como la paz que necesito.
—¿Y esta noche qué haremos?
Pregunta jugando con mi cabello. Yo lo miro y sonrío.
—¡Kuroo encontró una fiesta y podríamos ir!
—Soy menor de edad —Alza una ceja.
Yo río y me tiro sobre él.
—Es una fiesta de amigos de él. Puedes ir tranquilamente —Él sigue jugando con mi cabello y asiente—. ¡O si quieres, podemos hacer algo que tú propongas!
—No, no. La fiesta está bien...
Fruncí mi ceño y lo miré. Akaashi alzó una ceja.
—¿Qué?
—Tú no quieres ir a esa fiesta, te conozco —Murmuré. Él rodó los ojos—. ¿Por qué?
—Bueno... Si bien me gusta salir contigo y bailar —Comienza desviando la mirada—. Me gustaría simplemente tener una cita... solo tú y yo, ¿entiendes?
Mi corazón se llenó de amor.
Me acomodé sobre él y comencé a dejar besos rápidos en todo su cuello, abrazándolo y robándole risas que cada vez eran más fuertes.
—¡Sabes que eso me causa cosquillas!
Seguí besándolo hasta que tiró de mi cabello y lo mira sonriente.
—¡Qué tierno eres, Keiji! —Él refunfuñó algo sonrojado—. Tendremos una cita y no iremos a la fiesta.
—¿Te molesta?
—¡No! —Giré sobre el suelo para dejarlo encima de mí. Él suspiró—. Mientras estés tú, nada me molestará.
—¡Deja de avergonzarme!
Chilla, robándome una carcajada. Yo simplemente me levanto un poco y tiro de él para que me bese.
Sí, esa es mi vida los fines de semana. De lunes a viernes soy una persona que intenta no caer en la depresión con la universidad, intentando concentrarme en mi persona favorita.
Tengo que sobrevivir solo un año.
Mientras tanto y sin que Akaashi lo sepa, le escribo cartas todos los días. Las estoy guardando para nuestro aniversario. Creo que ya llevo más de ochenta cartas, ¡pero sé que él leerá todas!
Son puros parloteos de yo extrañándolo y diciéndole que cuento los días para que lleguen los viernes a la noche. Le digo que quiero invitarlo a comer pizza porque sé que le encanta e imagino que, cuando vivamos juntos, le cocinaré siempre todo lo que le guste.
También, en muchas de ellas, le digo cuántos hijos me gustaría tener con él o cuánto deseo abrazarlo, incluso aunque sea verano y sudemos mucho.
Son muchísimas confesiones diarias y sorpresivamente nunca me canso de escribirle, tanto como él nunca se cansó de leerlas cuando iba a segundo y yo a tercero.

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Nonsense | Bokuaka
FanfictionCon cartas y corazones, Bokuto Kotaro le explica entre parloteos a Akaashi cuánto lo ama, esperando que algún día de estos, su querido armador le diga lo mismo. Aunque es muy complicado, porque Akaashi no es sincero y Bokuto se frustra. ¡Pero eso no...