Capítulo 8: ¡Akaashi dormilón!

1.1K 169 4
                                    

—¡Akaashi!

Cuando cierra la puerta, me tiro hacia él para besarlo pero obviamente no lo hace.

—Bokuto-san, estoy enfermo. Mejor no me bese.

Chasqueé la lengua, soltándolo.

—¡Necesito un recordatorio de nunca enfermarnos!

—¿Así me puede besar siempre?

Pregunta con una sonrisa tranquila. Yo asiento.

—Mi padre no llegará hasta dentro de dos horas. ¿Quisiera quedarse hasta que él vuelva?

—¡Sí!

—Está bien, pero mejor quedémonos acostados. Me siento cansado...

—¡Tranquilo, Akaashi! —Exclamé, alzándolo. Él soltó un grito—. ¡Tu Bokuto-san te cuidará!

Lo acosté lo más suavemente que pude en la cama y lo tapé. Akaashi estiró sus manos y las tomé, así que me tiró hacia él y caí encima.

—¡Akaashi!

—Bokuto-san, quédese conmigo, por favor.

—¡Acepto pero no me asustes!

Él rió y yo me acosté a su lado, tapándome.

—¡Akaashi!

—¿Qué?

Pregunta mirándome.

—¿Tus padres son amables?

—Una vez los conoces, sí —se encoge de hombros—. ¿Por qué?

—Tengo miedo de que no piensen que soy bueno para ti...

Murmuré y él se acercó, comenzando a acariciar mi cabello. Lo miré sonrojándome.

—Será difícil convencerlos pero haremos lo que podamos.

—¡Ese es mi chico!

Sonreí. Él rió suavemente, acurrucándose. Yo no me moví porque mi cerebro dejó de funcionar, este niño sí que sabe cómo sorprenderme...

—¿Puedo dormir un rato así, Bokuto-san?

Pregunta tan dulce que me derrito. Yo asiento y tomo su espalda suavemente, acariciándola. Akaashi respira bajito y no puedo evitar apretar mis labios, pensando que esto es lo mejor del mundo.

Entonces cuando ya corroboro que está dormido, me relajo y lo atraigo más a mí, dejando que su aliento choque contra mi pecho y lo abrazo, mirando en silencio al techo. Estas son las pocas veces que me quedo quieto y me pongo a pensar en todo.

¡Akaashi por fin aceptó que me corresponde! Desde que lo conocí ando atrás de él y ahora, que ha pasado un año y seis meses, por fin podemos estar juntos! Qué bien se siente el amor, no sabía lo hermoso que era hasta que conocí a su sinónimo, que es obviamente Akaashi.

En serio que este chico es el más lindo del mundo.

Lo siento removerse y bajo la mirada rápidamente, dándome cuenta que Akaashi ha comenzado a abrazarme, encogiéndose más. Mi corazón late desenfrenado y por un momento temo el despertarlo por mis fuertes latidos, pero me olvido de todo cuando puedo ver su rostro. Sus labios entreabiertos soltando suspiros, sus pestañas largas y su nariz enrojecida suavemente.

—Akaashi, eres muy lindo...

Murmuré, trazando esa misma palabra con mi dedo en su espalda. Él sigue dormido, perdido entre sueños.

¡Akaashi, como me gustaría estar en tu cabeza ahora! Saber que sueñas, qué piensas... ¡Quiero saber todo de ti!

Cuando se despierte se lo diré.

Nonsense | BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora