Capítulo 20

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Después de que la sirvienta me ayudara a alistarme y tomar un desayuno rápido, nos dirigimos hacia el condado, el trayecto en el carruaje fue silencioso, pero no incomodo, Liam se pasó todo el trayecto revisando unos documentos, cuando llegamos la primera persona que vino a recibirnos era mi secretaria y ayudante, además de mi mejor amiga, Emma, aunque quería que fuera una visita más amena con lo primero que me recibió fue una montaña de documentos relacionado al condado y sus negocios.

Pasaron por lo menos 3 horas en donde no salí de mi despacho, cuando por fin había terminado hablé un poco acerca de lo sucedido en estos últimos meses, acerca de cómo había sido mi rencuentro con Liam, acerca de cómo este matrimonio era falso y acerca de la existencia de Eleonor, Emma era la única con la cual podría desahogarme de esto, además sabía que no diría nada acerca de esto a nadie, ni siquiera a su esposo.

-Por dios, ¿Por qué no me contaste todo esto en las cartas, Addie? – dijo acercándose más a mi escritorio y colocando una taza de té a mi lado, lo agarré y le di un sorbo, era mi preferido té de lavanda con leche.

- Seria una carta de más de cinco páginas, además no podía enviarte una carta, podría haber sido robada y enviada a algún periódico, ¿te imaginas el escándalo que habría sido en la sociedad? – dije con una cara de preocupación, solo de imaginármelo me causaba nervios.

- No sería el primer matrimonio, hecho por los intereses de dos personas, Addie, claro que tus padres no habrían estado de acuerdo, además de que dudo que el nombre de Eleonor no habría salido a la superficie, especialmente siendo Liam el duque de hielo.

- ¿Duque de hielo? – pregunté, era la primera vez que oía que alguien lo llamaba así.

- ¿No lo habías escuchado antes?, en la sociedad de Londres lo llamaban así cada que aparecía, debido a que cuando alguien se le acercaba siempre los trataba con indiferencia, aunque ahora que lo pienso no creo que habrías tenido la oportunidad de escucharlo, principalmente porque siempre pasabas bailando con algún caballero.

- Ni me lo recuerdes, creo que lo único bueno de este matrimonio es que ya no tengo que ir a fiestas y pasar bailando con todos los caballeros del lugar.

- Bueno, tu esposo también es un gran premio, con esas apariencias, por dios Addie era el hombre con el que toda señorita casamentera y su madre soñaban para que fuera su esposo. – la quede viendo, una pregunta se había asomado a mi cabeza y justo cuando le iba a hacer la pregunta, ella respondió. – No Addie, yo no estaba incluida en esa lista, es demasiado joven para mi gusto, además he estado comprometida con mi esposo desde antes de que naciera, por lo que ningún hombre además de él pasaban por mi cabeza.

Me reí, por esta razón era mi persona favorita conocía cada detalle de mí, conocí a Emma después de que se casara y aunque es 5 años mayor que yo, logramos entendernos. después de una charla amena entre nosotras y de ponernos al día acerca de lo que sucedía en nuestras vidas, decidí bajar al salón, en donde muy probablemente seguía Liam.

Al llegar note al instante su presencia, además de el desorden que había cerca de él.

-Parece que sucedió una guerra en este lugar. – dije tomando un documento, no me dio tiempo de tan siquiera leerlo porque fue arrebatado de mi mano.

- No sucedió ninguna guerra, simplemente estaba intentando organizar mis ideas, pero parece que me desconcentre un momento, no te preocupes arreglare todo esto en un instante. – de forma rápida, arregló cada documento que se encontraba en la mesa y sus alrededores.

- Bueno si quieres ir a relajarte un poco, ¿Por qué no me acompañas a un lugar? – dije mientras le pasaba una pluma que se había caído al suelo.

- ¿a qué lugar exactamente? – preguntó de manera curiosa, me reí y respondí.

El Amor de la CondesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora