El Amor de la Condesa

Capítulo 2

Después de la charla, la cual pareció que duro una eternidad, pude regresar a mi alcoba, me acosté mi cama observando el techo, recordando las palabras que me dijo mi madre antes de irme.

-Debes casarte en esta temporada si no quedaras como una solterona.

Sabía que sus palabras eran una promesa de que no me dejaría en paz esta temporada hasta que encontrara un pretendiente, la verdad que la palabra solterona no ha sido algo que me ha afectado, pues podría simplemente cuidar a mis padres y a los sobrinos, ser una institutriz, pero eso era imposible en mi situación, era la hija de una de las 5 familias de condes más importantes y mi estado de soltería dañaría la reputación de mi familia, no es como que no quería casarme, lo quería y quería tener hijos, solo que lo quería con una persona, una que no tenía intención en comprometerse, de repente recordé como lo conocí.. 

Era una noche en el baile de los duques de Agnes, uno de los demás bailes a los que había asistido esa semana, estaba cansada en particular porque mi madre me había hecho bailar con todos los caballeros casamenteros de este baile, mis pies me dolían por los zapatos y por qué en varias ocasiones algún caballeros se encontraba tan nervioso que me había pisado por accidente, había pasado solo una temporada en esta terrible sociedad y la odiaba, en particular a los periódicos de la sociedad que me habían marcado como el mejor partido del mercado, haciendo que los caballeros fijaran su camino hacia mí. Para distraerme un poco me dirigí hacia el balcón, en donde pude observar la luna y respirar aire fresco por primera vez esa semana.

Todo eso se vio destruido cuando escuche una voz detrás de mí.

-Por fin la encontré Lady Krueger, dijo una voz masculina, que reconocí como mi mayor pesadilla, era Lord Fisher, la persona que no había querido ver nunca esta temporada, durante la temporada anterior había insistido en que me casara con él, lo cual había rechazado de la manera más amable posible durante muchas, MUCHAS veces, pero seguía insistiendo en mandarme cartas y flores todos los días de la temporada pasada y la actual.

- Lord Fisher! -exclame - ¿porque se encuentra aquí? – le pregunte, sintiéndome incomoda en todo momento

- la vi que se dirigía para el balcón, y justamente quería charlar con usted, acerca de nuestro matrimonio.

- ¿¡nuestro matrimonio!?- Dije claramente sorprendida, no me iba a casar y mucho menos con él, no solo porque no me gustaba, sino también porque había escuchado de las sirvientas que tenía fama de maltratador, que él conseguía todo lo que él quisiera, podría, pero nunca me tendría a mí.

- así es, claro cuando usted me acepte, ya llevo un año y medio cortejándola creo que es suficiente, Adeline, dijo lord Fisher con un tono enfadado al final.

¿¡Adeline!?, se había atrevido a decir mi nombre, no tenía la confianza con ese tipo como para que me llamara por mi nombre.

- Primero que nada, Lord Fisher en ningún momento le di tal confianza como para llamarme por mi nombre, y en ningún momento he aceptado alguna solicitud de cortejo de su parte, creo que he dejado claro que NO deseo nada con usted, si me disculpa me retiro. Era increíble, no podía creer mi suerte, queriendo relajarme, me encuentro con este tipo y todo se desvanece, me dirigía ya hacia el salón, cuando Lord Fisher tuvo el descaro de agárrame de la mano y acercarme a él, estaba intentando sepárame, pero él era más fuerte.

-Si no quieres ser mía a las buenas, lo serás a las malas – me acerco más a él y estaba intentando besarme.

- Aléjese de mí, ¡patán sinvergüenza! grite mientras forcejeaba con Lord Fisher, pensaba en como fui tan tonta en no decirle a alguno de mis hermanos que me acompañaran, pero quería estar sola, no pensaba que estas cosas podrían pasar, si el me besaba y alguien más lo veía estaba acabada, estaba a punto de resignarme cuando de pronto vi como una sombra se paró detrás de Lord Fisher para después tirarlo al suelo.

- ¡¿Pero, que está haciendo?! Dijo lord Fisher al misterioso hombre

- Pues claramente ayudando a esta dama, de un patán como usted, está claro que la señorita no quería nada de usted, acaso ha perdido su mente.

El caballero se dirigía hacia lord Fisher cuando este salió corriendo del balcón

-sabía que ese patán era un cobarde, ¿se encuentra bien señorita?

- sí, muchas gracias, a perdone mi imprudencia mi nombre es Adeline Kruger.

- Es un gusto Lady Krueger- el caballero tomo mi mano y deposito un beso que hiso que todo mi cuerpo temblara -Mi nombre es Liam Barton.

quedé hipnotizada un momento por esos ojos gris intensos que me miraban, cuando por fin pude recordar las palabras respondí

-El gusto es mío Lord Barton, le agradezco por el detalle de ayudarme con ese caballero antes. Sabía que no era un caballero, pero mi madre me enseñó a no insultar a una persona frente a otra.

- No hay nada de agradecer, el salvarla a usted no es nada más que mi deber como el deber de todos los caballeros, ahora si me disculpa volveré al baile - Se despidió haciendo una leve reverencia.

Puede que solo hayan sido 5 minutos, pero para mí eso basto para que despertara algo en lo muy profundo de mí que hizo que mi vista no se apartara de él, estudiaba cada movimiento que hacía, aunque claro eso paro cuando lo perdí de vista, "Liam Barton" no había escuchado hablar de él durante todo el tiempo de la temporada anterior como de esta, seria algún caballero debutante o alguien que había regresado para esta temporada, no lo sabía, pero algo tenía muy claro, lo conocería muy pronto.

Unos golpes en la puerta me sacaron del trance en el que estaba, me paré de la cama y abrí la puerta.

-Qué bueno que ya regresaste Lili, estoy hambrienta- dije con el tono infantil siempre que estaba ella, sacaba mi lado más vergonzoso era posible que fuera porque me conoce desde que era una niña, me sentía más segura y más libre cuando estaba con ella.

-No mi señorita, vengo para decirle que el conde la llama para que vaya a su oficina.

-No puede ser después que me traigas comida, ¡En serio estoy hambrienta!

- Señorita, es importante.

- Esta bien -dije al fin, me estaba muriendo de hambre, pero si era algo importante tenía que ir

Me dirigí a la oficina de mi padre, toque dos veces la puerta como de costumbre y la voz de mi padre me invito a entrar.

-Me llamabas padre.

-Ah, Addie adelante toma asiento, quería platicar de algo...

observe a mi padre él era un señor que, aunque estuviera "mayor", para la sociedad, seguía siendo igual de guapo a cuando estaba joven, eso sucedía de la misma manera con mi madre, sabía que tenía buena genética, por lo que no debía de preocuparme cuando estuviera mayor, intente no divagar más para concentrarme en lo que diría mi padre.

- Bien, Addie creo que es tiempo de que te cases, dijo muy serio.

Todo me cuerpo se tensó y sé que me puse pálida, mi padre no había hecho eso verdad, no me había comprometido, si de verdad lo había hecho esto sería mi ruina...