Capítulo 15

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Estar hundida en mis pensamientos se había convertido en mi nuevo pasatiempo preferido, cómo lo estaba haciendo ahora, en el carruaje con mi nuevo esposo, bueno realmente no había mucho que podía hacer no?, Intenté tener una conversación civilizada y lo único que recibí fueron unos movimientos de cabeza, no iba a utilizar la poca energía que me quedaba en alguien que ni siquiera me respondía, por lo que ahora estaba en mis pensamientos y queriendo con toda mi alma llegar al hostal y quitarme estos zapatos horribles, sabía que después de esto tendría que sumergirlos en agua caliente para ayudar con el dolor.

Justo estaba pensando en cómo se sentirían mis pies en agua caliente, cuando Liam dijo.

- ¿Mi padre te dio algún regalo? - su pregunta me sorprendió acaso su padre no le había dicho o algo?

- Si, unos zapatos, de hecho, me habló acerca de una tradición familiar y eso sabes...

- Dime que no los estás usando, por favor, Adeline- que por qué no debería de usarlos, bueno si esto no era un matrimonio por amor y tal vez pertenecer a una tradición cuando no soy su esposa real, sería pasarme un poco, además él tenía una persona que amaba esa soprano que observamos en el teatro, tal vez quería que ella completará esa tradición y no yo, debo admitir que me dolió un poco pensar en eso.

- Si, los estoy usando, debí de preguntarte primero, me disculpo, tal vez querías que la persona que amabas siguiera con esta tradición, realmente no lo pensé, si quieres yo... - justo me interrumpió.

- No es por eso Adeline- dijo suspirando- aunque sea son de tu talla? ¿O te quedan bien por lo menos? – Dijo pasándose una mano por el cabello, un cabello que había empezado a admirar.

- Solo... solo me quedan un poco apretados, pero no es algo que no se pueda solucionar con un buen baño caliente. – la verdad era distinta, probablemente debería de vendar un poco mis pies porque era seguro que tenía algunas ampollas en mis pies.

Después de eso decidí no mirarlo y en cambio mirar por la ventana del carruaje, no debería de preocuparse por mí, yo conocía mis límites y usar unos zapatos apretados no lo eran, si de verdad pensaba que esto era horrible debería de saber que es bailar hasta que los pies sangraban, lo cual era la realidad de muchas señoritas casamenteras, o usar un corsé en el calor del verano, no lo soportaría ni siquiera un minuto.

-Levanta el vestido – sus palabras me asustaron y lo quede viendo, sus ojos estaban plasmados en mis piernas, y por un segundo sentí que mi alma salió de mi cuerpo, para que quería que me levantara el vestido, si era por asuntos maritales, no estaba preparada, por dios seguíamos en el carruaje o tal vez escuche mal, si el cansancio hizo que empezara a alucinar.

- ¿Perdón? – dije esperando que lo que había escuchado era una alucinación una que me hubiera gustado tener en otro momento, por dios Adeline contrólate y concéntrate en lo que va a decir.

- Que levantes tu vestido Adeline. – Okay, si había escuchado bien, lo volví a mirar esperando que esto fuera nada más que una broma, me reiría y pasaría este incomodo momento.

- ¿Estas bromeando no es así?, porque, si no lo es, no voy a hacer lo que quieras hacer en un carruaje.

- Por Dios, Adeline que estás pensando, simplemente quiero ver el daño en tus pies. – a claro, sentí como mis mejillas se pusieron rojas, era una tonta, después de que mi madre me explicaba que se hacía en una noche de bodas, pues digamos que mi mente ha viajado a.... a eso.

Sin decir nada más levante la falda de mi vestido hasta un poco más debajo de mis rodillas, Liam se puso enfrente mío, extendiendo sus manos como para que colocara mi zapato en ellas, y fue lo que hice, después de quedar como una desesperada esto no era tan raro, observo como la parte que estaba más debajo de mi tobillo estaba roja, al quitarme el tacón pudo observar las demás ampollas que estaban a lo largo de mi pie, suspiro y pude escuchar una pequeña maldición, que se escuchó como un murmullo.

El Amor de la CondesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora