Capítulo 18

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Llegamos poco después a la residencia de Adam, antes de bajarnos del carruaje le recordé a Nicholas que no se entrometiera, llegamos y nos reunimos con el mayordomo el cual nos informó que Adam nos recibiría en su despacho, mientras estábamos esperando pude ver que en el salón Adam tenía sus obras colgadas en la pared, me di cuenta que a comparación de mis obras las de él eran más simples y sin un propósito, simplemente reflejaban al objeto que tomaba de referencia, ahora sabia porque había utilizado mis obras, por lo menos superficialmente.

Pasaron algunos minutos, antes de que Adam nos dirigiera a su estudio, cuando llegamos hacia el estudio, voltee a ver a mi hermano.

-No entres, hablare sola con él.

- Addie, no puedes hacer eso, ¿qué tal que él llegue a hacerte algo?

- Entonces, gritare con todo el aire de mis pulmones y me salvaras como todo un buen caballero.

Después de afirmarle que no pasaría nada, entre al estudio, al igual que el salón tenía obras colgadas, pero en este caso eran las primeras obras que había creado, voltee a ver una en específico, la obra era del atardecer desde mi ventana, el día que lo conocí, suspire y voltee a ver al hombre del que me había enamorado, su cabello rubio estaba despeinado y debajo de sus ojos verdes habían ojeras, me preguntaba si se había dado cuenta del error que había cometido, lamentablemente ahora es muy tarde.

Me acerque a la obra del atardecer, acerque mi mano a mi obra, no era una de mis mejores obras, pero los sentimientos que tenía era el verdadero significado de ella, en ese tiempo tuve una pelea con mi madre y decidí encerrarme en mi cuarto y solo pintar el atardecer, no hace mucho la miraba con un sentimiento de felicidad, ahora la miraba como un recuerdo del día en el que conocí a un inútil que se aprovechó de mi amor.

-Veo que te vas a casar, según la ética debería de darte mis felicitaciones, pero no se si deseas escucharlas de mí. – voltee a ver a Adam, estaba mirando al suelo. – Me preguntaba que parte disfrutaste más Adam, Si engañarme y darte mis obras o la parte en donde me rompías el corazón, dime exactamente ¿cuál disfrutaste más?

- Esto no debió de ser así Addie, créeme que esto no fue mi intención. – por fin aparto la mirada del suelo, para verme a los ojos.

- Mucha gente piensa que por que tengo 16 años, soy una doncella que es fácil de engañar, pensaba que esas personas se equivocaban, pero ahora me di cuenta de lo equivocada que estaba, ahora ya no creo ni una de las palabras que salen de tu boca Adam, Ahora entiendo varias cosas que no podía ver cuando estábamos juntos, el hecho de que no quería exponer algunas de mis obras y decías que sería lo mejor para nosotros, cuando todo fue solo para ti, ¿dime el dinero que ganaste con mis obras lo utilizaras para casarte con ella?.

- Como te dije Addie...

- No me llames por ese nombre, no quiero que el apodo que mis padres me pusieron con tanto amor, salga de una boca tan sucia como la tuya.

Me quedé viéndolo, tenía una mano en su boca, y por un momento pensé que estaba llorando por los ruidos que hacía, pero me di cuenta, que no estaba llorando si no que se estaba riendo, su risa no pudo ser detenida y se rio a carcajadas, estaba loco, este tipo era un maniático, no puedo creer como no me di cuenta de lo que era realmente.

-Parece que has crecido, mi dulce Adeline, dime ¿por fin te disté cuenta de mi verdadero yo?, me di cuenta desde el primer momento en que te vi, que te mostrabas como una persona segura de ti misma que conocía todo del mundo, cuando realmente eres una persona muy inocente, eres más parecida a Nicholas de lo que pensé, personas que creen muy fácilmente en los demás. – se levantó del escritorio en donde estaba y se acercó a mí, retrocedí todo lo que pude, pero choque con una estantería, alzo su mano y me agarro la barbilla para que lo mirara a los ojos. – pero mi querida Adeline, es demasiado tarde para que te des cuenta de mi yo verdadero, ya estas enredada en mis redes y no podrás escapar de mí. – lo empuje para que me dejara de agarrar.

El Amor de la CondesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora