Después de un tiempo, en el que relajé mi corazón, me dirigí hacia la casa, durante el trayecto mis pensamientos estaban rondando en lo que había dicho Liam, el hecho de que era un hombre que había vivido en las mentiras y en la sombra, sabía que su padre era un mentiroso, que había pintado a la familia perfecta cuando la realidad era otra, pero el hecho de que seguía viviendo en mentiras invadía mi mente.
Paso poco tiempo después de deambular un poco en mis pensamientos, cuando me di cuenta de que estaba en el jardín de la propiedad, miré hacia la casa, esta propiedad en la cual había creado tan buenas memorias cuando era joven, ya había empezado a crear memorias grandiosas con tan solo un día, esta casa sería un amuleto de suerte para mí.
Me adentre a la casa, iba a ir al salón cuando alguien me agarro del brazo y me arrastro a la cocina, casi grito del susto cuando note que era Emma.
-Dios mío, Emma, casi me matas del susto. – me lleve una mano a mi corazón latiente.
- Lo siento, pero sabes lo impaciente que soy, mi lord llego de manera apresurada y no tenía una cara de contento, ¿Acaso pelearon? – la quede viendo con una sonrisa en mi cara.
- Al contrario, pero no te puedo contar lo que paso hoy, me tengo que ir al ducado, vendré dentro de dos días, pero si existe algún documento que necesite mi autorización entonces puedes mandar algún caballero del condado. – me dirigí de manera rápida hacia el salón, mis pensamientos y sentimientos estaban hecho un nudo, si le contaba algo a Emma muy posiblemente termine haciendo el nudo más grande.
Al llegar al salón pude ver que Liam, se encontraba viendo hacia la ventana, los documentos misteriosos en los que estaba trabajando estaban todos agrupados en la mesa, la curiosidad me mataba, quería ver en que trabajaba tan rigurosamente, pero decidí respetar su espacio personal.
- ¿Ya estas listo para regresar al ducado? – pregunté, habíamos pasado prácticamente toda la tarde en el condado, ahora faltaban algunas horas para que anocheciera.
- ¿No tienes más trabajo que realizar en el condado? – Para decir la verdad, todavía tenía trabajo, cuando administras algo tan grande siempre hay cosas que realizar, pero lo que quería ahora era descansar, especialmente mis pensamientos en lo que sucedió hace poco.
- Creo que tu más que nadie sabe que cuando se trata de asuntos relacionados con el ducado o un condado, nunca se acaba, ya revisé todos los documentos importantes por lo que ya nos podemos ir.
- Muy bien, entonces nos vamos.
Así nos dirigimos hacia el ducado, cuando llegamos al ducado las cosas siguieron con normalidad, aunque a decir verdad estaba un poco decepcionada de que no hubiese sucedido nada nuevo, como completar los asuntos matrimoniales. Claro esa decepción me hizo ser consciente de que, Liam tiene alguien a quien ama, aunque si tiene a alguien, ¿Por qué me beso de manera tan apasionada?, esa pregunta recorrió toda la noche por mi cabeza.
Pasaron algunos días después del beso, los días pasaron de manera normal, aunque no pude observar a Liam en este transcurso, pues había estado ocupado con algunos asuntos del ducado, Lili ya había venido de Londres y se había adaptado a este lugar incluso antes de que yo tan siquiera me adaptara yo.
- ¿Qué le parece tomar el té en el jardín, mi señorita? – dijo Lili, cuando nos encontrábamos en la biblioteca, que ahora era mi lugar preferido en el ducado, contaba con muchos libros que no conocía y por los cuales estaba impaciente por leer, mire por la ventana, era un día soleado.
- Esta bien, Lili. – cerré el libro que estaba leyendo y nos dirigimos hacia el jardín, las vistas en este lugar eran hermosas, principalmente por las diversas flores que crecían en este lugar además de que se podía observar el bosque que rodeaba todas estas propiedades, ver este lugar era como una pintura, era un lugar de inspiración sin dudarlo.
- Este lugar es hermoso, es casi como los campos de lavanda del condado – dijo Lili, aunque ya tenía varios días aquí, no me podía cansar de la vista, al contrario de Londres el cual era un lugar primordialmente gris y frio, este lugar se sentía cálido y con mucho color.
- Si, este lugar es hermoso, es como una obra de arte. – la idea de este lugar plasmado en una pintura rondaba vagamente por mi cabeza.
Estuve la mayor parte de la tarde sentada en el jardín admirando la vista y el clima, pude admirar mi parte favorita del día el atardecer, a esa hora fue cuando regresé a la casa, y me encontré con una no tan agradable sorpresa.
-Vaya, pero si es la señora de la casa, o perdone mis modales, un gusto saludarla condesa Krueger. – no era nada más ni nada menos que Eleonor Sherman, pero esta vez sería diferente, sabía que Liam no permitiría que estuviera en esta casa por lo menos, si de verdad era la mujer que él tanto amaba, tendría que esperar que este acuerdo terminara.
- ¿Qué hace aquí lady Sherman? – la quede viendo, llevaba un vestido color azul que tenía un escote muy revelador, tenía su cabello suelto y parecía que no estaba usando nada de maquillaje, pero aun así era bastante bonita.
- Bueno, esa pregunta se la debería hacer usted misma, ¿Qué es lo que está haciendo mal para que mi lord me llame a mi para complacerlo? – tenía una sonrisa en su cara, estaba intentando confrontarme y hacerme creer que Liam me engañaría de esa forma. Me reí, cosa que hizo que su sonrisa se esfumara en un instante de su cara.
- Muy buen chiste, Eleonor. – me acerque a ella, estábamos a tan solo un paso de distancia, la quede viendo directamente a los ojos. – Pero, mi esposo dice que está muy complacido cuando está conmigo, que tu no logres soportar la idea de que ya no te presta atención no es mi problema, pero que te aparezcas en mi casa y te creas la dueña del lugar me parece caer demasiado bajo, no conseguirás la atención que tanto necesitas de esta manera.
Su cara se puso roja, no sabía si por la vergüenza o por su enojo, de todas formas, ninguno de esas cosas me importaba realmente, pero sabía que había dado justo en el clavo.
-Eso es mentira simplemente estás celosa de que.... – puse una mano enfrente de ella para parar las incoherencias que saldrían de su boca.
- No tengo tiempo para escuchar lo que tenga que decir, lo mejor será que se marche de aquí y vuelva por el lugar por donde vino, vamos Lili. – me estaba dando la vuelta cuando sentí como me agarraron del brazo de forma abrupta.
- No he terminado de hablar, contigo Adeline. – me solté de su agarre y me volteé a verla.
- Primero que todo, no le he dado alguna confianza como para que me llame por mi nombre y segundo ya le dije que sea lo que sea que me vaya a decir no va a cambiar nada.
- Ja, eso lo dices porque eres demasiado ilusa, ¿Aunque sea sabes por qué se casó contigo?, o no me digas ¿qué te crees el cuento de que se enamoró de ti?
- Y ¿acaso tu si lo sabes?, de verdad ¿piensas que se va a quedar con una persona como tú? – ni siquiera sabía por qué seguía hablando con ella, simplemente debería de subir a mi habitación e ignorarla. – sabes que ni siquiera sé porque estoy siguiendo tu juego inútil, simplemente vete de mi casa.
- Esta casa, solo será tuya por poco tiempo después el regresará a mí, tenlo muy en cuenta. – justo cuando iba a responderle una voz masculina hablo detrás de mí.
- Esta casa, nunca será tuya Eleonor... - su mirada era tan fría que hasta a mí me sorprendió, ¿No es esta persona a la que tanto ama?
¿Era de verdad Eleonor, la mujer que tanto amaba Liam?, esa pregunta inundo mi mente...
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⁓Maliz
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El Amor de la Condesa
RomanceAdeline la dulce y única hija mujer del conde Krueger, enfrenta una vez más otra temporada en la sociedad, hasta ahora han sido 4 temporadas en las cuales no se ha podido comprometer, pero no es porque le faltan proposiciones, es más hasta le sobran...