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— Sunmi.
De inmediato, salí de la habitación y me dirigí a la sala donde había escuchado la voz de mi mamá. Ahí estaba, atenta mirando la ventana porque parecía que iba a salir.
— Mande — dije. Ella, atenta, me dirigió la mirada.
— Sunmi, prepárate — comentó, sonriendo con amplitud —. Iremos al clan Gojo.
— ¿Qué es eso? — pregunté confundida.
— El clan Gojo es uno de los más grandes clanes de hechicería.
— ¿Así como el clan Inumaki? — asintió —. Eh... Bueno...
— No tardaremos, iremos a visitar a alguien.
Asentí. No me llevé nada porque, desde mi punto de vista, no puedo llegar algún juguete a un clan poderoso. Creo que no hay niños en ese lugar y, de ser así, espero no tener alguna conversación con uno de ellos porque, como saben que son pertenecientes a un clan poderoso de hechicería, soy engreídos a su corta edad y yo no soporto eso.
Mi mamá tocó el timbre. Me llevaba de la mano, mientras esperábamos, yo miraba hacia mi lado derecho ese parque con un lago. Quiero ir ahí.
El crujido de una puerta llamó mi atención, por lo que tuve que mirar al frente encontrándome con una mujer de cabellos blancos y ojos azules. Sonrió cuando miró a mi mamá.
— Inumaki Amaya, es un gusto tenerte aquí — saludó con amabilidad. En el momento que sus ojos me vieron, quedó perpleja — ¿Ella es la pequeña...?
— Sí. Ella es — contestó mi mamá con una sonrisa en sus labios —. Saluda, hija.
— Buenas tardes — dije con la voz algo temblorosa. La mujer sonrió con calma.
— Buenas tardes, pequeña — dijo ella. Asentí. Nos hizo pasar a su casa. Es grande —. Tomen asiento. Iré por alguien.
Fuimos en dirección de su sala, donde me senté junto a mi mamá y sin tener un milímetro de distancia. Este lugar me incómoda un poco. Mi mamá rió bajo, a su vez, dejaba una mano sobre mi cabeza.
— Tranquila, hija — dijo —. Ella no es mala persona. Es una amiga de la infancia.
Bajé la cabeza. Escuché más pasos, seguramente es el jefe de este clan, por lo que me encogí más de hombros. ¿Y si ese hombre da miedo? ¿Cómo será?
— Saluda — dijo la mujer con voz dulce. Levanté la cabeza encontrándome con una pequeño niño peliblanco, también tiene ojos azules como su mamá pero los de él tienen un iris hermoso. Ladeé la cabeza gracias a mi curiosidad por sus ojos.
— Buenas tardes — saludó el niño. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, quedó boquiabierto —. Mamá, ella también el mismo color de mis ojos.
Reí bajo. Su comentario me dio risa.
— Ah... Eh... Mi nombre es Gojo Satoru — dijo él, caminando hacia mí.
— Fushiguro Sunmi — dije, un poco temerosa. Él, por otro lado, abrió sus ojos como platos provocando en mi una gran incomodidad. Es evidente que sabe de dónde proviene ese nombre.
— Qué bonito nombre — contestó. Volví a ladear la cabeza curiosa. Él no se molestó ni hizo algún otro comentario al respecto. ¿Por qué? — Eh... Mamá... ¿Podría ir a jugar al parque?
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Silent Cry; Gojo Satoru.
Fanfiction«Puedes mostrɑrme lɑs lɑ́grimɑs que tɑn silenciosɑmente me hɑs estɑdo ocultɑndo». [Libro II; Saga: Lovefool] - Spoilers del manga. - OC de mi propiedad. - Los personajes pertenecen al mangaka Gege Akutami.