42.2

486 46 8
                                    

Escondió la cabeza entre sus brazos que estaban sobre mis rodillas. Lo único que pude sentir en este momento fue una presión en el pecho y no, no era por celos o por lo que él dijo, sino que me acaba de confesar algo que no es tan simple de confesar. Reí suavemente mientras acariciaba su cabello de la misma manera.

Aunque... No lo voy a negar...

— Ya sabía — dije entre risas.

— ¿Eh? — preguntó aturdido, levantando la cabeza rápidamente. 

Sí, Ieiri y yo presentíamos que ese par se gustaba, pero así como lo presentíamos, Shoko sabía que ellos estaban enamorados de mí. 

— Entonces eres... Bisexual — asintió cabizbajo y sonreí. Curiosamente, Zen'in también tuvo a alguien así —. Entiendo — dije y de nueva cuenta recostó su cabeza en sus brazos —. No te preocupes. Lo entiendo y te acepto tal y como eres.

— ¿Lo dices en serio? — preguntó asombrado. Asentí sonriente.

— Satoru, eres mi esposo — dije, tomando sus mejillas —. Te acepto tal y como eres porque así eres tú y yo amo cada faceta de ti, amo cada cosa de ti por más mínima que sea. Te quiero, te adoro, te amo y te acepto porque eres tú y no nadie más.

Se levantó de la silla para besarme. Me sostuve de la mesa para tener un mejor soporte y él se encargó de acariciar mis muslos. Malditas hormonas.

— Te amo —  susurró sobre mis labios —. Gracias, gracias, muchas gracias. 

—  Yo te amo más —  dije, dando un beso en sus labios.

— No, yo —  dijo, abranzándome.

— No, yo te amo más —  dije, escondiendo mi rostro en su pecho.

—  No, Sunmi, yo.

—  Que no, Satoru, yo.

—  Que...

— Ya, los dos se aman, ya —  interrumpió Maki el momento. Reí, aún siendo abrazada por mi esposo —. Zen'in dijo que es momento de partir pero como los vio muy empalagosos no quiso interrumpir.

—  Ya vamos —  dijimos a unísono y entre risas. Lentamente se separó de mí para besar mis labios otra vez. 

Suave, lento, dulce y delicado, así era el beso y a mí me ocasionaba una leve presión en el pecho. Sus labios son suaves y me quieren obligar a permanecer siempre unida a ellos. Son cálidos y dulces. 

— Vamos —  susurró, asentí.

En el camino, nos tuvimos que separar. Tuve que irme con Zen'in, Maki, Yuuta, Toge y Panda, mientras que Itadori, Choso, Utahime, el director de Kyoto e Ijichi se fueron con Satoru. Los demás tienen un papel diferente y ese es vencer a las maldiciones que Kenjaku pueda invocar todo gracias a que usa el cuerpo de Suguru. 

— Toma —  dijo Zen'in, haciéndome entrega de otra espada —. Para que te sientas como Yato de Noragami.

—  Ah, con que Itadori te metió al mundo del anime en estos días, eh —  sonrió nerviosa.

—  O como Levi Ackerman —  dijo Yuuta, sonriente.

— No le des cuerda, Yuuta —  se quejó Maki.

—  Salmón —  dijo mi primo, quien mencionó a Bishamon, también de Noragami. Sonreí ampliamente al ver que me asimila como ella. 

— Sunmi es poderosa con una espada —  comentó Panda —, pero con dos es un peligro inminente.

—  Y además de eso que no cuenta con energía maldita —  agregó Maki, orgullosa.

—  Eso la hace más temible. 

Silent Cry; Gojo Satoru.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora