La torpe vida de Mery Dallas

Capítulo 1

Siento un frío liquido en mi cara, lo cual me sobresalta y salto de mi cama dando un brinco. 

Observo la maldita situación.

- ¡MAMÁ! ¿Qué coño haces?- le pregunto pasando mis manos por mi cara llena de agua.

-Despertarte... -dice tan tranquila.

-¡Ya! ¡ya veo! -le respondo a gritos.

-¿¡ENTONCES POR QUE PREGUNTAS!?-Dice ella poniéndose las manos a los costados de su cuerpo.

la miro con furia lo cual le hace reír.

-Te espero abajo, prepárate rápido, no querrás llegar tarde a tu primer día en la universidad.

Mierda, tiene razón. Hoy es mi primer día en la universidad.

¿Habrán dioses griegos?
seguramente no... esto no es un libro de ciencia ficción.

Por los nervios, esto de dormir por la noche me resultó mas difícil que de costumbre, así que solo he podido dormir 5 horas.

 Espero que sean suficientes para poder estar despierta todo el día.

Son las 4 de la mañana. Eso significa que tengo 2 horas para mí.

Bajo lentamente a la planta de abajo a por un vaso de agua.

 En la planta inferior se encuentra la cocina, el salón, el baño principal y el cuarto de mi madre. Llego a la cocina y tras un suspiro enciendo la luz.

Me sobresalto a ver una figura sentada en una de las sillas que rodea la mesa. Pongo los ojos como platos, pero me relajo al fijarme que es mi madre.

Abro la nevera y cojo una botella de agua, seguida de un vaso de la encimera de granito negro de la cocina. Me sirvo e  intento establecer una conversación con mi madre.

-¿Y Ash?- le pregunto de mala gana.

-Trabajando.. .-responde.

-¿Y tu dignidad? - le pregunto con una sonrisa de lado.

Ella sonríe y me lanza una uva de las cuales estaba comiendo antes de que entrara.

-No juegues conmigo, Mery -sonríe-  aparte... -la sonrisa se va de su rostro- no he podido dormir, estoy nerviosa. 

-¿De qué? -pregunto con el mismo tono de voz.

-Te vas... y me dejas sola.

-No mientas, no estarás sola... tienes a -pongo cara de asco- tu novio...

-¿Todavía estas con eso?, tienes que cogerle cariño... ahora Ash forma parte de nuestras vidas... -dice mi madre colocándose a mi lado.

-Ajá... -digo saliendo de la cocina y dejándola sola.

Necesito salir de aquí.