Cuando voy llegando a la universidad me asombro al ver las dimensiones del campus. Es enorme.
Consigo una plaza para dejar mi pequeño y viejo coche en el aparcamiento. Cosa que me asombra por la cantidad de gente que se encuentra por fuera.
Me imagino la que habrá dentro...
Decido entrar sin coger las maletas, y esperar a meterlas en mi habitación cuando no haya tanta gente. Solo cojo los libros de las materias a las que voy a asistir mañana para estudiar, y las planillas que hice la semana pasada para tenerlo todo organizado.
(...)
Voy por el pasillo que hay enfrente del cuarto de baño.
Cuando la puerta de esta se abre, una oleada de aire hace volar mis planillas hasta caer dispersas por el suelo.
Me aguacho y me apresuro a cogerlas.
Un chico se agacha en frente mía y cuando levanto la mirada veo a un chico de ojos azules que coge mis planillas con sus enormes manos y las observa como si estuviera viendo algo de otro mundo.
Un maldito Dios griego.
Parece un maldito cliché.
Ahora es la parte en la que me muerde el cuello ya que resulta ser un vampiro, o me besa desfrenadamente como en las películas.
Pero no.
Se las quito de las manos rápidamente y sus ojos entran en contacto con los míos.
Me levanto y acto seguido el se levanta.
Parecía mas pequeño de rodillas.
Maldita enana.
Tiene el pelo negro.
Se queda mirándome callado hasta que salto.
- ¿Es que tengo monos en la cara? -le pregunto en modo de bronca.
-No, pero ojeras sí -dice, y noto como mis mejillas se ponen rojas-Te he cortado en seco, ¿eh? -añade.
Imbécil.
-Me afectaría si me importaras lo mas mínimo, pero como no es así, no me afecta -le explico.
-¿De qué vas? ¿de guay? -pregunta con una sonrisa maléfica, mientras de un paso hacia mí.
Tranquila Mery.
-¡No!, voy de Mery - le explico.
Para que vea que no me impresiona lo mas mínimo, doy otro paso a delante.
-¡Ah vale! ¿Así que te llamas Mery? -me pregunta.
-Creía que eras, estupido... Esto me lo confirma. -Digo con tono sarcástico.
El me mira sorprendido sin quitar la sonrisa de sus labios y dice:
- Eres un poco atrevida, Mery- me muerdo el carrillo para no reír.
No mentí con lo de imbécil.
Iba a contestar pero el se adelanta y dice:
-Pensaba que serias mas amable ya que...-para de hablar antes de decir una estupidez, cosa que me sorprende, ya que lo normal en un estúpido, es decir estupideces.
Ahí viene...
-¿Ya que, qué? - le pregunto.
-Ya que las listillas como tu para caer bien o ser respetadas aquí, suelen ser amables -suelta, y las ganas de estamparlo contra la pared y romperle la nariz de un puñetazo se intensifican.
Encarna una ceja.
Se pone las manos en los bolsillos.
-¡Pues ya ves que no! -Digo en alto llamando la atención de muchos estudiantes y familiares que se encontraban cercanos a nosotros.-Soy así te guste o no, y ahora si no vas a seguir siendo un completo capullo, me voy a mi habitación. -digo alejandome, dejándolo atrás con todas las miradas puestas en él.
Pero, ¿Qué clase de personas hay aquí?
Narra James
Veo a la morena alejarse rápidamente con las hojas en sus manos.
La muy torpe se tropezó pero no cayó, siguió adelante como si no hubiera pasado nada con la dignidad alta y perdiéndose por el pasillo entre la multitud.
Miro a mi alrededor y veo que todos me están mirando a mí.
Oh mierda.
¡Me pagarás por esto, empollona!
Salgo corriendo de vuelta a la habitación de Ethan.
-¡Hey, tío! - le digo nada más abrir la puerta bruscamente.
Este que estaba en su cama durmiendo placenteramente, se asusta y cae de la cama al suelo. Se incorpora rápidamente con los ojos entreabiertos y solo con sus zonas intimas tapadas por su ropa interior.
-¿Enserio seguías durmiendo? que acabamos de llegar...- le dije rodando los ojos.
-¿Que quieres? -dice el castaño volviéndose a acostar en la cama, cerrando los ojos- Estaba soñando con Nicki Minaj y que yo sepa ¡TU NO ESTAS MAS BUENO QUE NICKI MINAJ!.
-¡LO QUE SEA! -Entreabre un ojo para mirarme- Tengo el blanco perfecto para las bromas- digo asintiendo lentamente.
Él vuelve a posar su cabeza en la almohada bruscamente cerrando los ojos mientras la imagen de esa chica confusa se pasea por mi mente.
Lo lamentarás, niña.
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La torpe vida de Mery Dallas
Teen Fiction-¿Tienes cojones? :) -Me escribió él. -Alguno de los dos tenía que tener. :) -Le envié. Todos los derechos reservados.