Capitulo 37

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Al día siguiente me desperté con Brian a mi lado y a mi otro lado, el izquierdo, James.

¡POR TODOS LOS CHOCOLATES DEL MUNDO ENTERO!

¡¡What!!

-James... -le zarandeé- Brian... -Ahora a él.

Se despertaron poco a poco... quedando sentados en la cama apoyados de sus brazos.

-¿Qué pasó ayer? -les pregunto viendo nuestros cuerpos desnudos debajo de la fina sabana.

-Bueno, creo que ya lo sabes... -dice James con una sonrisa pícara en su rostro.

-El mejor de toda mi vida... -dice Brian a lo que le choca la mano a James por delante de mi.

Mi cara fruncida enfría el ambiente.

Brian se acerca y empieza a besarme el cuello, al igual que James por el otro lado mientras me acariciaban.

Yo gemía por el placer producido por aquel contacto y en un abrir y cerrar de ojos, yo también les acaricio y uno los labios de James.

Brian baja su mano a mi entrepiernas y justo cuando llega... me despierto y me doy cuenta que todo fue un sueño.

Muy bien Mery, demostrándole al mundo tu desesperación.

Me siento en mi cuarto, y observo la verdadera situación... estoy sola en mi cama .

Os cuento.

Al llegar Brian... quiso matar a James... pero James le explicó que solo me estaba poniendo a prueba y que la había pasado.

¿QUIÉN SE CREE QUE ES PARA HACERME PRUEBAS A MÍ?

Continuo:

Así que Brian relajó su expresión,
por lo tanto, se turnaron los roles.

Ahora era James quién queria golpear a Brian por ayudarme con sus bromas...

Fue penoso cuando James se acercó a Brian y Brian con levantar rápidamente el brazo con el puño cerrado lo golpeó tirando a James al suelo...

Adorable.

Luego hablamos y James se fue, ya que había quedado con Ethan.

Brian estuvo conmigo hasta la noche acompañándome, después, se fue pero no antes sin darme un largo beso y susurrarme/gritarme desde la puerta que me quiere.

Y ahora estoy esperando por mi desayuno

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Y ahora estoy esperando por mi desayuno.

Tocan la puerta.

-¿Se puede? - Oh no puede ser...

Entra una preciosa chica acompañada de mi gran amigo de la infancia.

Malia.

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La torpe vida de Mery DallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora