La torpe vida de Mery Dallas

Capitulo 22

-Ajá, ¿así que vais a volver a veros porque vais a la misma peluquería?- Se sienta a mi lado, apoyando su espalda en la puerta del cuarto de la limpieza, como yo la tengo. Se frota con los dedos la barbilla en modo pensativo- Y Se supone que tengo que creermelo ¿no?.

Mierda mierda mierda.

-Si y que...

Antes de que pueda decir algo más, me deja de piedra cuando me planta un beso.

No me lo esperaba para nada, y aunque debería separarme, no lo hago. Me gusta.

El beso digo.

Cuando nos separamos se queda a menos de 3 centímetros de mí, rosando sus labios con los míos.

Sonreímos.

-Es la forma mas bonita que hay para mandarme a callar.

Nos reímos a carcajadas.

Después de varios minutos en silencio ahí, nos separamos y salimos del cuarto de la limpieza.

Me agarra de la mano y salimos a la cafetería con nuestros libros en la otra mano.

Con nuestros cafés en la mano que anteriormente teníamos juntas, nos sentamos en una mesa.

¿Por qué no hay nadie aquí?.

La cosa es, ¿Qué haces tú aquí?

Joder joder joder

-Mierda, ¿Ya empezaron las clases?.

Joder, para que pregunto si sé la respuesta.

-Si, no pasa nada por una hora. Ayer Jeff, Ethan, Luís, Laura, Alba, Claudia y yo, nos cogimos el día libre -da un sorbo a su café- incluso Brian.

-¿Qué Brian? -Pregunto con voz de niña buena mientras doy un sorbo al caliente café.-¿Mi Brian? -abro la boca, tanto que la mandíbula me llega al suelo.

Exagerada.

-¿Tu Brian?- pregunta un tanto curioso.

-Si, osea, el que yo conozco.

-Si, ese...

-Pero si parece un chico bueno, y estudioso...

Él solo se ríe a carcajadas como respuesta a que pienso de manera errónea.

Cuando deja de reirse continúo hablando: -¿Me ayudas a descargar mi equipaje del coche?. Esto -Digo tocando con los dedos mi vestido- es de cuando estaba en el hospital, gracias a que Clara me trajo ropa...

-Claro, después de tomarnos el café vamos. -Me sonríe.

Le sonrió.

-¿Quién es Clara? -Me pregunta frunciendo el ceño.

-Mi mejor amiga -Una sonrisa se forma en mi rostro.

-Ah, ¿Qué tu tienes amigos? -Me pregunta con una sonrisa malevica.

Me está cayendo bien este tipo.

-Si, los mejores del mundo. -Digo, y después frunzo mis labios en modo molesto.

-Vale vale. Vamos a hablar algo más. ¿Tus aficiones?

-¿Qué?

-Que ¿Que te gusta hacer en tu tiempo libre?.

-Ah, pues... Leer, estudiar, ver peliculas, escuchar música...

-Que aburrido ¿no?.

-Para mi no es aburrido...

-Bueno, sigamos conociéndonos -Da un sorbo a su café- ¿Chocolate?.

-me encanta.

-¿Cuál?

-Con leche.

Se ríe tras esas palabras.

-Mierda, no me había fijado que sonaba tan mal -me sonrojo.

Se vuelve a reír.

- ¿Dios?.

-Ajá, no de ir a misa todos los domingos pero sí, creo en dios. ¿Tú?

-Creo que hay algo, no se el qué pero algo. -Sonreímos- ¿Matrimonio?

-Si, me encanta, creo que es uno de los placeres de la vida, ser amado de por vida, por la persona que tu amas, y estar juntos hasta la muerte.

Se ríe.

-Hay listilla, hoy en día lo único que une a un matrimonio es la hipoteca.

Nos echamos a reír tras sus palabras y nos vamos a sacar mi equipaje del coche.