Justicia para Peter |+18| Peter Parker | Todos x Peter Parker

Capítulo 1

Era una misión muy riesgosa y, curiosamente, el único capacitado para llevarla a cabo era un jóven de 23 años con poderes arácnidos.

El amigable vecino hombre araña era un superhéroe fuerte, de gran valor y un corazón puro. Pupilo de Anthony Edward Stark, dueño de Industrias Stark y, al mismo tiempo, Ironman.

Llevaba un par de meses trabajando en un caso junto a SHIELD, anteriormente había sido llamado por los vengadores, sin embargo, se dió cuenta de que no era la vida que buscaba y simplemente estaría dispuesto a ayudar en lo que fuera necesario. Sin embargo, aunque la dinámica fuera similar, cuando la compañía le explicó lo que estaba ocurriendo, sin dudar aceptó darlo todo en aquella misión.

Iban tras Kingpin, un líder mafioso de gran poder, a quien habían tratado de atrapar miles de veces sin conseguir las pruebas suficientes para inculparlo; un enemigo contra el cual spiderman se vió enfrentado muchas veces por cuenta propia, frustrando sus planes malévolos y ganandose su odio, siendo un supervillano natural en su historia como héroe.

Peter ya estaba acostumbrado a luchar contra tipos de su onda, sin embargo, esta vez estaba mucho más ensimismado en atraparlo, pues no sólo estaban investigado tráfico ilegal de armas o narcóticos, era algo muchos más grave y que al chico se le hacía mucho más personal. Trata de blancas, uno de los negocios más crueles del lado oscuro. Buscaban a mujeres bellas y chicos jóvenes para vender a personas de dinero o prostituirlos dependiendo de su valor y condición física, venta de órganos era posiblemente también uno de sus negocios, pero el punto era, que estaban vendiendo personas para fines macabros, y era algo que no iba a soportar jamás, mucho menos después de haber perdido a Gwen.

Todo estaba yendo perfectamente, habían dado con la supuesta guarida en donde guardaban la "mercancía"; en este punto sólo debía recolectar pruebas para saber cómo proceder con aquel lugar, concretando el primer paso de la gran misión y dando vía libre a la búsqueda de otras locaciones sospechosas. Por otro lado, el objetivo principal del hombre araña, era salvar a las víctimas de tal atroz destino.

Evadió las medidas de seguridad a la perfección, como sólo un prevenido chico araña podría hacer, y logró entrar a la bodega subterránea. Cubrió las cámaras con sus telarañas e inmovilizó con facilidad a quienes vigilaban.

—Ya entré— Avisó por el transmisor de voz —Estoy seguro que es aquí.

—Bien, ahora reúne la evidencia y vuelve de inmediato. No hagas nada que no esté en el plan ¿Entendido?— Escuchó a la chica hablar del otro lado.

No dijo nada, sólo caminó con el mayor cuidado posible, con todos sus sentidos al cien. Grabó lo más que pudo y recolectó todas las muestras que encontró. Todo eran cajas llenas de armas de tecnología súper avanzada. Si bien, no era lo que buscaba, al menos tenían un punto importante por el que comenzar.

Grande fue su sorpresa, cuando al llegar al final del lugar, en el rincón más apartado de la bodega, visualizó a tres adolescentes semidesnudas, atadas y aparentemente drogadas, muy drogadas. Peter, asustado, corrió hasta ellas y se acunclilló para quedar a su altura.

—Hey ¿Me escuchan?— Preguntó, tratando de llamar su atención, tomando por los hombros a la que estaba en el centro.

—¿Hombre araña?— Preguntó una de ellas, mirándolo con esperanza y admiración.

—Sí, soy yo. Estoy aquí. Las sacaré de aquí— Habló de corrido y rápidamente se encargó de desatar las cuerdas que aprisionaban a las jóvenes.

—Peter, sigue el plan. Sal de ahí ahora— Advirtió una voz por el intercomunicador.

El chico no escuchó, siguió desatando a las prisioneras, y una vez hubo logrado liberarlas, las ayudó a salir.