Justicia para Peter |+18| Peter Parker | Todos x Peter Parker

Capítulo 20

Peter no tenía permitido salir. En realidad, con suerte lo dejaban levantarse de la cama y eso lo hacía sentir aún más frustrado, porque vamos, a nadie le gusta estar atrapado y aburrido sin nada que hacer, especialmente habiendo sido un superhéroe en algún momento de su vida, que por cierto, fue hace bastante poco, pero no tenía más opción, aún con la mayoría de las heridas curadas, su cuerpo estaba débil, estaba tardando en recuperarse y estaba jodidamente herido emocionalmente, pero al menos quería sobrevivir.

"Superhéroe" esa molesta voz burlezca que escuchaba en su cabeza y no se iba por ningún motivo le recordaba una y otra vez su deslumbrante y humillante fracaso, se mofaba y lo hacía sentir miserable "Intento de héroe" resonaban las palabras en su cabeza, temiendo haberlas escuchado en algún mal momento de su vida... en ese mal momento específico de su vida, diablos. Y luego estaba el otro tema: "Puta" le insultaba "Zorra" repetía "Culo suelto" escupía con desprecio, y cada vez se recordaba a sí mismo: "Lo disfrutaste" y continuaba "No eres merecedor del respeto de nadie" otra vez a lo personal "Ese periodista de pacotilla siempre dijo la verdad" se convencía "Amenaza" patético "Aunque ni siquiera llegas a ser una amenaza, pobre insecto asqueroso" y lloraba, porque pensaba que era cierto, porque se creyó cada maldita palabra, porque sintió que no valía nada.

¿Desde aquel momento? No, incluso desde antes... Desde que su corazón se rompió.

—¿Para qué lo intento?— Dijo en voz alta exasperado.

Soltó un suspiro pesado y dejó que todo su cuerpo se hundiera sobre el colchón al exhalar.

Unos golpecitos en la puerta llamaron su atención. Rápidamente secó sus lágrimas y respondió —Pase— Aunque le extrañaba que se molestaran en tocar cuando últimamente todos se pasaban su privacidad por donde mejor les entraba. La puerta se abrió cautelósamente, y entonces vio una muy conocida figura entrar con tranquilidad a su habitación.

—MJ— Sonrió, y ya casi sin esfuerzo se sentó en la cama. Ella se acercó y se sentó junto a él.

—Hola Peter— Saludó tranquila, respondiendo a su sonrisa en la misma calma —Me alegra verte mejor de lo que esperaba— Confesó ella.

Peter soltó una pequeña risa, no dandole importancia al comentario de su amiga y simplemente respondió —Como ves, me recupero rápido.

—Sí, sí Spidey— Molestó la chica —Pero debo decir que me alivia. Te extrañé— Y con cuidado se acercó al jóven para besar con cariño su frente.

No iba a negar que se sorprendió de verlo tan flaco y pálido, y apreciar con claridad las marcas de anteriores lágrimas y esos ojos rojos, pero no iba a decirle, no quería hacer un mal innecesario. El jóven se sonrojó, mas no dijo nada respecto a las palabras de la chica y simplemente respondió.

—El mismo e invencible.

MJ rodó los ojos mientras reía, sabía que su amigo hablaba en broma y que sólo trataba de mostrarse fuerte, pero ella no era quien para pararlo, pues estaba ahí para hacerle compañía y distraerlo de los posiblemente crueles recuerdos de aquella delicada experiencia. Sin embargo, también era imprudente y aunque lo sabía de sobra, a veces no podía controlarse.

—No puedo creer que te hayan tenido capturado por tanto tiempo, son unos desquisiados— Comentó.

Peter guardó silencio durante algunos segundos, definitivamenteno quería hablar del tema, pero comprendía que MJ tuviera curiosidad, y sabía que no lo había hecho con maña intención. Por su parte, la chica creyó que hacerlo hablar podría servir de algo, pues sabía que ante situaciones estresantes a veces era bueno externalizar las emociones, pero bueno, cada caso es particular y Peter no estaba listo.

Al ver que su amigo se quedaba callado, viendo que finalmente sí había hecho un mal innecesario y había tocado una herida especialmente sensible, soltó una risa nerviosa y agregó —Pero como siempre, les golpeaste el trasero— hizo señas de golpes, y le sonrió inquieta.

Peter se quedó pensando, ojalá las cosas hubieran sido así de fácil. Viéndose afectado por la conversación, suspiró desanimado y respondió —No MJ, fueron el Señor Stark y la Viuda Negra quienes me salvaron. Yo... No pude hacer nada— Sus ojos se aguaron y bajó la cabeza con algo de vergüenza.

La pelirroja sabía que la había cagado, pero tenía que buscar una forma de solucionarlo. Lo miró con comprensión, y sin saber exáctamente qué decir para apoyar a su amigo, soltó lo que su corazón le decía que soltara —Lo importante es que estás aquí.

Y Peter respondió —No sé realmente si me gusta estar aquí— mordió su labio inferior intentando contener las lágrimas, era difícil, demasiado difícil.

Y MJ vio cómo en sus ojos el mundo se había desmoronado —Oh, Peter— Expresó con compasión. En serio odiaba ver a Peter en ese estado. Se veía tan... vulnerable, y no sabía qué hacer para sanar ese corazón que alguna vez fue tan brillante y alegre; no sabía qué hacer para reconstruir el valeroso mundo que el Honbre Araña había creado. Al final, se acercó al delgado cuerpo del jóven y lo abrazó.

Un poco dudoso, Peter correspondió, y lloró. MJ no sabía las razones del gran impacto que tuvo ese secuestro en él, sólo sabía que estuvo cautivo por mucho tiempo y volvió malherido y débil. Sin embargo, el chico lo sentía todo; los golpes que dolieron un infierno, y el abuso que lo destruyó, la manera en que lo violaron, la humillación, la impotencia de no poder defenderse y la vergüenza de haber dejado que su cuerpo reaccionara... Asqueroso, se sentía asqueroso. Pero, Peter no se lo diría a su amiga, no se lo diría a nadie más; sólo el Señor Stark y los involucrados en el ámbito médico y jurídico sabían, y con eso bastaba, no quería que nadie más se enterara, que nadie más sintiera pena y lo viera con más lástima de lo que ya lo hacían, porque cada vez que lo miraban con pena, recordaba lo inútil e indefenso que podía llegar a ser; él no quería sentirse indefenso. Esperaba con todas sus fuerzas que todos esos recuerdos desaparecieran, que las marcas en su cuerpo se desvanecieran y que las voces en su cabeza lo dejaran en paz, pero sentía que no había salida, todo taladraba profundamente en su mente y el dolor no se iba.

Los brazos de MJ lo presionaron contra su cuerpo más fuerte mientras el sollozaba con más fuerza, no lo resisitía, se estaba desbordando y lo odiaba. La chica acarició sus cabellos con cariño y con toda la calma que pudo; Peter se permitió derrumbarse en los brazos de su amiga.

¿Realmente era tan indefenso?

Y joder, cuánto dolía, porque por mucho que intentara levantarse de esa cama, las sábanas lo ataban y lo inmovilizaban nuevamente y la almohada le recordaba el frío piso sobre el que había tenido que dormir pordías; cada maldito roce de cada prenda lo hacía sentir desnudo, tenía frío, siempre tenía frío. Ya ni siquiera podía caminar sin que las quemaduras lo llevaran de vuelta a esa bodega, o que esas voces nuevamente lo atosigaran "Qué buena zorra, tan abierta para nosotros", y qué asco.

Por momentos pensaba si lo mejor habría sido morir ahí, pero... en algún momento debía dejar de doler...

¿Verdad?