Capítulo 4

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Lo hicieron volver exaltado al mundo real, dándole de golpe frío proveniente de una manguera. Su cuerpo fue mojado al completo y ardió por la fuerza del agua, mientras jadeos y quejidos salían de su boca en busca del aire que le estaba faltando.

Lo habían mantenido en la misma posición, colgando del techo. Tenía sus brazos dormidos y se sentía más débil que el primer día, pero era soportabke. Ahora su cuerpo estaba completamente desnudo, sin ninguna tela que pudiese cubrirle y, muerto de frío, temblaba abrumado sin lograr recomponerse del sorpresivo ataque.

—Despierta bien nene, tranquilo— Escuchó una voz totalmente desconocida que llamó su atención.

Una vez hubiesen apagado el agua, la vista del chico fue lentamente recuperandose y cuando logró enfocar, divisó al nuevo verdugo que le habían enviado.

—¿No es un poco temprano?— Habló entre castañeos, tratando de alivianar el ambiente y su propio temor.

—¿Asustado bombón?— Preguntó el hombre, obviando la pregunta.

—Ni un poco— Respondió con dificultad, aunque sabía que sí, estaba malditamente asustado —Pero gracias por preocuparte, Bombón— Hizo énfasis en la última palabra, coincidiendo con el apodo recibido anteriormente a modo de broma. El hombre rió por el comentario hecho con burla.

—Deberías estarlo— Advirtió —Esto no es un juego, hombre araña—  Se acercó al chico y le acarició la mejilla —Aprovecha que yo no soy tan cruel y te cuidaré bien.

—Tampoco es que me encante estar colgado y desnudo, pero tendré en cuenta tu amabilidad— Peter le sonrió, retador, tratando de mantenerse firme, pese al miedo que estaba sintiendo.

—No seas grosero, voy a tratarte bien— Pasó lentamente su mano por la espalda del jóven y llegó hasta su trasero para apretujarlo, a lo que el chico se sintió incómodo y avergonzado, provocando que sus mejillas se tornaran de un leve color rosado.

—Qué descarado— Habló, sin poder hacer nada para alejar la mano sin causar mayor alboroto, por lo que resistió las ganas de golpearlo en las bolas.

—Haré que te guste— El tono del hombre esta vez fue un poco más serio, haciendo que a Peter se le revolviera el estómago, sin embargo, siguió firme —Ya verás cómo lo vas a disfrutar, bebé.

Entonces, su otra mano pasó desde el abdomen hasta el pecho del cuerpo apresado, tomando un pezón entre sus dedos y retorciéndolo, recibiendo un quejido por parte del chico.

Peter ya había tenido suficiente, creyó que era cosa de simplemente molestarlo, pero al ver que el tipo realmente se estaba pasando de la raya, mandó una patada con toda la fuerza que pudo, justo en sus genitales. El hombre se agachó y se retorció de dolor, dejando de molestar al jóven unos instantes.

—Para que aprendas a respetar, viejo asqueroso— Habló enojado, no iba a dejarse humillar mientras pudiera defenderse, aún estando débil e inmovilizado haría lo que estuviera a su alcance.

El hombre se levantó y gritó con furia —¡Te lo advertí maldito niñato!— Una vez recompuesto, se acercó al chico para halarle con fuerza el cabello y apretar con fuerza su cuello.

Peter le miró retador, sin inmutarse, pero entonces, el tipo sacó de su bolsillo una jeringa con un contenido sospechoso, la inyectó directamente en el cuello del jóven, provocándole un fuerte alarido de dolor debido a la brutalidad del trato —Me dijeron que te inyectara esto si te ponías agresivo. Manipularte con esto será mucho más fácil— Sonrió siniestro —Además, tienes un buen culo, seguro y funciona bien, pequeña perra.

Tan sólo unos segundos después, se sintió débil y aturdido. Si bien, estaba consciente de lo que sucedía a su alrededor, su cuerpo no quería responderle, como si no tuviera la fuerza suficiente si quiera para mover un dedo. Peter comenzó a asustarse en serio, ahora estaba a completa disposición de la persona que lo quería mancillar.

Las manos del hombre recorrieron su piel, provocandole un intenso hormigueo frente al tacto. Cada caricia forzada le hacía perder su valor, lo destrozaba y, sin embargo, hacía que su cuerpo reaccionara. Cuando sintó el tacto en su pelvis, lugares que deseó frenar comenzaron a sentirse más bien de lo que le hubiera gustado, impidiéndole objetar con su cuerpo lo que su boca no podía y, aprovechando la erección,  el tipo comenzó a masturbarlo sin cuidado. Se sintió ajeno a las sensaciones placenteras, pero los gemidos escapaban de su garganta como dulce melodía para quien lo sometía, no podía controlar su voz y eso lo frustraba, aquello estaba mal, demasiado mal.

"Sueltame" intentó decir, mas de su boca sólo salían murmullos incomprensibles y quejidos placenteros.

—Te gusta tanto. Mírate, todo necesitado— El otro se burló de su condición, mientras seguía tocándolo y besándolo con descaro, sin recibir respuesta o movimiento por parte del chico.

Peter sollozó y, tras un juego previo que odió con su alma, su interior fue abierto e invadido de forma brusca, haciéndole sangrar y llorar debido al desgarro; si lo estaba disfrutando ni siquiera lo notó. Aquel hombre le tomaba como si fuera una muñeca de trapo y él, indefenso, sólamente se dejaba hacer, esperando a que la tortura terminase.

—Mierda, aprietas tan bien— Habló su abusador, para luego morder su cuello con fuerza, dejándole una marca bien definida.

El impacto mental de la experiencia le afectó demasiado, su primer encuentro sexual estaba siendo en una despiadada violación, sintiéndose humillado e impotente, sufriendo por dentro mientras su cuerpo involuntariamente disfrutaba de las sensaciones.

"Sucio" fue lo que pensó "Me siento tan sucio" se dijo con asco, mientras claros sollozos se externalizaban. "Por favor que termine ya", pensó, seguido de un gemido dolorido.

Recibió la esperma ajena en su interior, haciéndole sentir mojado e incómodo. Finalmente, para su propia fortuna, su roto corazón sintió el descanso en la inconsciencia que, en ese momento, deseó que durara para siempre, porque no quería despertar de nuevo en ese infierno al que lo habían llevado.

Odiaba estar tan asustado.

Justicia para Peter |+18| Peter Parker | Todos x Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora