Desde entonces, las torturas físicas pasaron a ser violaciones mayormente grupales y tan rudas que su cuerpo estaba constantemente lleno de moretones. Los azotes eran frecuentes, al igual que el ahorcamiento y el bondage, todo con una connotación sexual, con la clara intención de humillar al chico y hacerlo ver su nuevo lugar.
La misma pregunta se repetía día tras día, y como si lo tuviera mecanizado, Peter cada vez respondía con las mismas palabras.
—¿Quién es tu dueño, zorrita?
—Usted, señor.
—Buen chico.
Y tras unas caricias de consuelo, otra vez lo dejaba al cuidado de los hombres que hacían a su cuerpo sentirse bien. No sabía bien cuántos penes habían pasado por su culo o por su boca, tampoco cuántas veces lo habían follado, sólo sabía que ya no había nada más por lo que vivir, no había más opción que sucumbir al placer para hacer la tortura más llevadera. Se sentía sucio, abierto, asqueroso, repugnante, y en cada ocasión lo obligaban a admitir lo mucho que le gustaba, lo puta que era, obligándolo a creer fielmente en esas palabras.
—¿Te gusta que te orinen encima, perra?— Dijo quien lo follaba desde atrás, observando cómo su compañero cometía tal acción —Vamos, responde— Insistió dando una fuerte nalgada que dejaría su palma marcada.
—Sí... Me gusta— Respondió jadeante —Me gusta mucho, dame más por favor.
Y se sentía más que miserable por disfrutar de una violación, por cumplir cada sucio fetiche sin rechistar, por asumir cualquier fantasía que le impusieran. Y lo peor, es que a sí mismo se recordaba, que le encantaba la sensación de ser grabado pidiendo más verga. De vez en cuando le daban un chance para descansar su cuerpo, pero no recuperaba fuerzas más que para chupar las pollas con más ímpetu.
En esa ocasión estaba acostado en un ricón de la bodega, sosteniendo su espalda sobre una pared y con las piernas descansando estiradas en el suelo, ya no estaba atado, ya no era necesario. Sus heridas habían sanado, pero su corazón cada vez estaba más roto, no sabía cuánto más podría soportarlo si el vacío en su pecho no lo dejaba tranquilo. Su mente divagaba entre los sueños de volver a su vida anterior, con May, con el señor Stark, trabajando con su amigo Wade y luchando junto a Matt, siendo el hombre araña. Sin embargo un desconocido interrumpió de pronto su ensoñación, haló su cabello con fuerza hacia atrás obligándolo a mirarlo y finalmente habló.
—Nos pidieron un encargo, nos darán una buena paga por esto, así que más vale que te comportes.
Peter reaccionó y tragó saliva al oírlo. Un "encargo" no podía ser nada bueno, menos si se trataba de un comprador. Deseaba con fuerzas escapar de ese destino, no quería vivir por siempre siendo el juguete sexual para lo que lo estaban entrenando, no quería ser una simple muñequita para dar placer.
Amarraron fuertemente a Peter, con cuerdas gruesas, para que no tuviera oportunidad de escapar al sentir el dolor y para que no arruinara la obra de arte que crearían, le vendaron los ojos para evitar un escándalo si llegaba a ver lo que le harían, y luego procedieron.
Uno de los hombres lo sujetó firmemente y otro tomó un fierro con una figura distintiva en la punta; lo calentó hasta que estuvo ardiendo y, con precaución, lo colocó sobre el lado izquierdo de la pelvis del jóven.
Un grito desgarrador resonó hasta hacer eco por todo el lugar y, las lágrimas no se hicieron esperar. Dolía, era una quemadura terrible y dolía demasiado; ya sabía lo que se sentía, sus pies ampollados lo obligaban a recordarlo, sin embargo, fue realmente aterrador sentir cómo su piel se hundía ante el metal.
Peter ya estaba perdido, ya no tenía esperanzas, aún soñando despierto tenía la impresión de que jamás lo encontrarían y que jamás le darían la oportunidad de salir de ese lugar y sabía que no había forma de salir por su cuenta, no tenía las fuerzas suficientes y su mente no lograba crear ningún plan coherente.
Una vez el ardor disminuyó y se acostumbró a la sensación de su piel quemada, cerró los ojos, intentando eliminar de su mente absolutamente todo lo que había pasado, todo lo que estaba pasando y todo lo que pasaría; los golpes, los cortes, las torturas, las marcas, los insultos, las humillaciones, las violaciones, las quemaduras. Se tomó un momento para escapar de la realidad otra vez, para sobrevivir, para sentirse menos desdichado.
El mísero tiempo de calma se terminó rápido, pues uno de los hombres lo agarró por el cabello levantándolo del suelo y hablando con voz ruda.
—Aún falta. La primera marca está lista, falta la segunda. Pero para tu suerte, esta no será tan dolorosa y quedará bonita— Consoló en las últimas líneas, dando una caricia a su mejilla izquierda; igual a Peter se le hiciera difícil de creer. El hombre lanzó su cabeza al suelo, haciéndolo rebotar y dejándolo un poco aturdido, para luego seguir con su trabajo.
Esta vez lo sacaron de ahí con los ojos aún vendados y lo llevaron a una habitación algo lejana, una vez ahí, lo sentaron en un diván y descubrieron sus ojos. A su lado, había un sujeto con herramientas de tatto; Peter agradecía que no fuera otra quemadura, pero parecían consternado, de todas formas, tampoco le gustaba la idea de tener otra marca de por vida que le recordase que ya no era dueño de sí mismo, que era una propiedad y que era un jodido juguete sexual.
El procedimiento duró poco, una media hora para ser exactos, era algo pequeño después de todo, y ahora, justo en su clavícula con letras muy elegantes, se encontraba la palabra "perra". Peter se sintió morir pero... Se estaba comportando como una perra ¿No? Eso es lo que pensaba, ese tatuaje no le venía tan mal, describía exactamente lo que era, una jodida perra.
Y Dios... Si alguien le contase que pasó por lo que él estaba pasando, no lo culparía, al contrario, lo apoyaría, después de todo no tuvo opción pues hacía todo por sobrevivir. Sin embargo, vivirlo en primera persona era diferente "Podría defenderme" pensaba constantemente, "podría levantarme y patearle a todos el trasero", anhelaba, "pero estoy aquí porque me lo merezco, porque soy una puta, porque me gusta" se convencía "soy sucio y asqueroso" y se lo creía, porque no tenía razones para pensar lo contrario, aún si su cuerpo no respondía a sus propias peticiones.
Lo devolvieron a la bodega, sus ojos vendados para que no pudiera ver el camino. Ahora su cuerpo tenía que curar el nuevo tatuaje y la marca de la quemadura, pero su metabolismo hacía las cosas más simples, ya pronto estaría sano; el problema, era que en cuanto se recuperase, sería llevado con su nuevo "amo" y entonces, todo se acabaría para siempre.
No tenía escapatoria.
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Justicia para Peter |+18| Peter Parker | Todos x Peter Parker
FanficEl Hombre Araña, un héroe de corazón noble y valeroso, querido y odiado por muchos. Ex-vengador y actual pupilo de Tony Stark. SHIELD le encomienda una misión altamente peligrosa, que sólo el Hombre Araña podría llevar a cabo, sin embargo, las cosas...