Capítulo 13

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Finalmente llegó San Valentín. ____ hizo chocolates con forma de corazón la noche anterior y los puso en bolsitas rosadas. Eran alrededor de 15 chocolates, todos eran para sus amigos más cercanos, excepto uno. Aquel chocolate era diferente a los demás, tenía mermelada de fresa en su interior e iba dirigido hacia una persona que no la hacía sentir solo amistad. Aquel chocolate era para Aki, su amado Aki.

—Oh... —La pelirroja se sorprendió al ver la carpeta que frecuentaba usar con algunos chocolates. —¿Son para mi?

Efectivamente, eran para ella, lo confirmó cuando leyó que todos iban dirigidos hacia ella mas ninguno tenía escrito el nombre de la persona que lo mandaba.

No era raro para las demás personas que ____ recibiera chocolates, la mayoría la percibía como una chica genial, inteligente y dulce. Aún si ella no los conocía, su nombre rotaba por algunas bocas, ya sean alumnos o profesores, fue una fama que se ganó gracias a sus buenos tratos y esfuerzos en sus estudios.

—____ —Alguien la llamó por lo que alzó su mirada.

—Oh, Makima! Te traje un chocolate. —Recordó sus regalos al ver a su mejor amiga. —Ten, lo hice ayer.

—Qué dulce eres, cariño. Yo también te traje uno aunque es comprado, disculpa.

—No te preocupes, igual sigue siendo un regalo, gracias.

Makima se retiró del aula y ____ esperó con ansias a su compañero pelinegro, mas no llegó. Miró por la puerta incontables veces con la esperanza de verlo, pero no había rastro de su amigo.

Pasaron las horas, pasaron las clases y a medida que veía a sus amigos, les entregaba sus chocolates hasta que al finalizar sus clases, quedó solo uno. Era el de Aki.

—¿Debería llamarlo? —pensó. —Su última clase es en el taller de dibujo, podría esperarlo. —____ caminó hacia la biblioteca y se dispuso a estudiar.

Faltaba media hora para que terminara la clase de dibujo, ____ estaba muy concentrada leyendo, pero unas voces detrás de un estante de libros llamaron su atención.

—Tengo miedo. —¿Era Aki?

—No puedes esconderte de ella. —Esa era la voz de una chica, se le hacía familiar, pero no lo recordaba.

—No sabré reaccionar si la veo. No la quiero ver, ni que ella me vea. —____ frunció el ceño. ¿De quién hablaban?

—¿Qué te podría hacer ____? Jamás te ha tratado mal. —La pelirroja se quedó estática. Ellos hablaban de ella, pero más importante aún, Aki la estaba evitando.

—Ya lo sé, pero no quiero verla hoy.

Y un punzón fue directo al corazón de la joven. Ella ansiaba verlo y él solo la evitaba. Fue suficiente para ella, su única reacción fue guardar sus cosas y alejarse del lugar.

—¡Hola, ____! —La saludó Power al verla salir de la universidad. ___ no sabía por qué, pero Denji y Power estaban fuera del lugar con un ramo de flores en brazos.

—Hola, chicos. ¿Qué hacen por aquí? —Abrazó a cada uno con un abrazo como saludo. —Tengo un chocolate que me sobró, compártanlo, por favor. Disculpen que no haya hecho uno para cada uno, pero no esperaba verlos hoy. —____ sacó el chocolate que iba dirigido hacia su amado y lo entregó a su par de amigos. —Perdón que no me quede con ustedes, pero estoy algo cansada. —____ se despidió de cada uno ignorando sus miradas de confusión y se caminó hacia su parada de bus.

—¿Qué carajo hizo Aki? —se preguntó Denj en voz baja y sacó su celular.

Una vez ___ subió a su bus y tomó asiento, le mandó un mensaje a Makima, la cual sabía de sus intenciones.

Dulce para el amargo - AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora