Capítulo final

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Finalmente había llegado el día. Ambos jóvenes se habían preparado por separado junto a sus amigos cercanos para el gran día. El día que estaban esperando desde que ambos aceptaron el amor que sentían por el otro.

Un lugar lleno de flores rosadas y azules fue el elegido para ser testigo de su unión ante todo el mundo.

Personas que formaron parte de su vida y que fueron testigos del crecimiento de su dulce relación se encontraban esperando por la llegada de los novios.

Aki fue el primero en llegar, todo le parecía tan maravilloso, hasta irreal. _____ se tomó el tiempo de apreciar cada detalle de su dibujo y mandó a preparar su boda tal cual fue la idea del pelinegro. Todo fue hecho al pie de la letra, todo estaba perfecto, tan perfecto que parecía un sueño del cual no quería despertar.

De pronto, una dulce melodía inundó el lugar. Eran dos artistas que habían contratado, uno tocaba un piano y el otro un chelo, ambos interpretaban la canción "Golden hour".

Todas las voces se apagaron y las cabezas se movieron en dirección a la enorme puerta por la que entraría la novia.

El chelo empezó a tomar protagonismo y pétalos de flores cayeron desde la parte superior de la puerta. Detrás de la cascada de flores, dos pelirrojas se acercaron lentamente y esperaron a que todos los pétalos cayeran.

Cuando finalmente cayó el último pétalo, el coro de la canción había empezado y después de varias horas, los novios por fin pudieron verse.

Una enorme sonrisa se escapó de ellos y las lágrimas se asomaron rápidamente. Aki soltó un sollozo y apreció a su novia mientras caminaba hacia él del brazo de su mejor amiga.

La primera opción había sido la madre de ____, pero esta se negó al pensar que no podría controlar su llanto de emoción, por lo que Makima ocupó su lugar al ser una persona importante en su vida.

El vestido se adecuaba perfectamente al cuerpo de la novia, fueron hechos el uno para el otro. Aquel vestido fue diseñado con el dibujo de Aki y este estaba tan agradecido por ello. Le hacía pensar en todas las noches que suspiró enamorado mientras abrazaba el dibujo y suplicaba soñar con aquel momento para al menos sentir que lo vivía. Finalmente estaba ahí, en el altar que dibujó, esperando la llegada de su novia la cual usaba el vestido que diseñó.

Luego de imaginarlo tantas veces, Aki estaba seguro de algo en ese momento y era que ningún sueño se compararía al sentimiento que sentía ese día.

Cuando ____ dio el último paso, soltó un suspiro para tratar de controlar un poco su emoción y no arruinar su maquillaje con sus lágrimas.

Aki le cedió su mano y ella gustosa lo aceptó. Se dieron un suave apretón y se ubicaron delante del juez para dar inicio a la ceremonia.

Al pasar los minutos, llegó el momento en el que ambos se dedicaban unas palabras antes de sellar su amor.

Aki sacó de su bolsillo una hoja cuadrícula arrancada de un cuaderno.

—Carta escrita en una clase a las nueve y media de la mañana. —aclaró antes de leerla. —_____ es la chica que muchas personas pueden querer en su vida. Pensé que sería la excepción al escuchar maravillas de ella, pensé que sería la típica chica que fingía ser buena, pero eliminé todo rastro de pensamiento al verla.

____ se cubrió el rostro con ambas manos para controlar su llanto.

—La vi caminando por el pasillo de la facultad, su cabello se movía al compás de sus pasos. Sus tacones sonaban suavemente y su estilo al caminar la hacía ver como un diente de león dejándose llevar por el viento. Ella era perfecta para mis ojos.

____ abrió los ojos sorprendida, creyó que su primer encuentro fue en el salón de clases.

—Jamás me acerqué a ella porque la veía inalcanzable, tenía tantos amigos, era tan alegre, ella deslumbraba cada lugar al que iba. Yo estaba seguro que jamás me vería.

Aki suspiró tratando de que no se escape un sollozo, su corazón latía como loco, su pecho se hinchaba de todos los sentimientos que sentía en ese momento.

—Pero ella lo hizo, aún cuando creí que me odiaría por tratarla mal al pensar que era otra persona. Ella se acercó a mí a pesar de mi mal carácter y jamás se rindió. Hoy, viernes dos de Enero, acepto cada sentimiento que tengo por ella. La amo, la amo más que a mi propia vida. Me es imposible pasar una noche sin imaginar que la tengo a mi lado, me es imposible pensar en un futuro sin ella. La quiero en mi vida cada semana, cada mes, cada año y cada vida. Podré ser inseguro en muchos aspectos, pero algo no tengo duda y es del amor que siento por ella, mi amor es tan grande que estoy seguro que la amaría en cada vida, en cada dimensión y universo. Yo, Aki Hayakawa , estoy destinado a amar a _____.

La madre de _____ lloraba incontrolablemente en los primeros asientos, estaba feliz, feliz de que su hija haya encontrado al amor de su vida. Finalmente sentía que su hija estaría en buenas manos cuando llegue el día en el que ella parta de su vida.

Luego de unos segundos que _____ se tomó para calmarse y poder hablar, Makima le entregó un diario rosado con la imagen de Barbie.

____ abrió el diario y leyó la primera página.

—Querido universo:

Sé que apenas tengo siete años, mi mamá dice que soy muy pequeña para pensar en el amor de mi vida, pero quería pedirte un gran favor.

cuando sea grande quiero tener un novio hermoso, que me quiera como soy y que nuestro amor dure para siempre.

Quiero casarme y ser feliz a su lado mientras criamos muchos animales.

Con mucho amor, _____.

El público soltó una risa enternecida al escuchar el pedido de una pequeña niña.

____ volteó varias hojas y se detuvo al llegar a las últimas del diario.

—Querido universo:

Soy yo después de 20 años. Quería agradecerte por todo. Mañana es el día de mi boda y me casaré con el mejor hombre que he podido conocer en mi vida. Aki es magnífico, ningún personaje ficticio puede acercarse a lo perfecto que es él. Él es tan dulce, tan inteligente, tan perfecto. —____ suspiró enamorada. —Muchas gracias por ponerlo en mi camino, muchas gracias por dejarme vivir mi vida junto a él.

_____ dejó de mirar la hoja y observó los ojos de su novio adornados por lágrimas.

—Yo, ___ ___, estoy locamente enamorada de Aki. No hay un día en el que no imagine vivir a su lado y no pienso en otra persona que no sea el padre de Salem. Yo, ____, quiero casarme con Aki y que el universo entero se entere de nuestro amor. Quiero que aún si llega el fin del mundo, las estrellas, las galaxias y los demás planetas sepan que no existe un amor más grande que el nuestro.

—¿____, aceptas a Aki Hayakawa como tu esposo? —preguntó el juez al terminar los aplausos.

_____ observó el rostro de Aki, su momento había llegado. En ese momento estaba observando al que sería su esposo y pasaría el resto de su vida junto a ella. Solo faltaba algo para que aquello se diera por hecho.

—Sí, acepto.

—¿Aki, aceptas a _____ _____ como tu esposa?

—Sí, acepto.

—Puede besar a la novia.

Aki y _____ se acercaron y se miraron a los ojos. Finalmente pasó, el momento que tanto esperaron llegó. Unos centímetros más y todo lo que se juraron sería pactado. Un simple acto que podía darse un día cualquiera, ahora significaba la más grande promesa que se podían hacer.

—Te amo. —susurraron.

Y juntaron sus labios dando inicio a una nueva etapa en su vida. Fue aquel momento en el que el universo entero presenció el amor puro en su máxima expresión.


Dulce para el amargo - AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora