Epílogo

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Pasaron alrededor de cuatro años, tanto Aki, como _____ y todos sus conocidos terminaron la universidad y se dedicaban a diferentes cosas, no necesariamente a lo que estudiaron.

____ había cambiado en su actitud. Seguía siendo la chica dulce que todos conocían, pero algo en ella se activó al tener un incidente con Salem y su vecina.

—____, te buscan. —habló Aki señalando la puerta de la pelirroja.

La puerta principal había sido golpeada violentamente, por lo que Aki fue a atender la puerta al pensar que podría ser alguien peligroso.

—Es tu vecina. —aclaró Aki al encontrarse con su novia.

—¿Por qué golpeó así? Incluso hay timbre. —murmuró fastidiada y caminó hacia la puerta. —Buenas tardes, ¿pasó algó?—preguntó ____ con una sonrisa.

—Sí, tu gato es lo que pasa. —respondió de forma brusca e intimidante.

_____ frunció el ceño al escuchar que mencionaron a su gato. —¿Qué pasa con él?

—Tu asqueroso gato se mete a mi casa y hace huecos en mi jardín, si no lo controlas, lo voy a educar a golpes.

____ abrió los ojos asombrándose al escuchar las palabras de su vecina. Una rabia y preocupación inundó el cuerpo de la pelirroja y respondió como jamás imaginó.

—Salem es más limpio que su hijo así que no vuelva a llamarlo asqueroso. Por otro lado, mi gato jamás iría a su casa ya que él tiene todo aquí y mucho menos haría huecos porque como lo dije antes, él es limpio y lo único que rasca son sus muebles y juguetes. —respondió a la defensiva, pero intentando no dejarse llevar por la cólera.

—¡Controla a tu gato o a la próxima lo verás con algún golpe o tal vez ya no lo veas!

____ abrió la boca sorprendida e indignada.

—¡Usted se atreve a tocar a mi gato y lo que no volverá a ver será a su hijo! ¡No vuelva a meterse con mi gato porque a diferencia de usted, él sí es educado! — Aki se acercó al escuchar los gritos de su novia y la observó sorprendido.

—¡Voy a decirle a tu mamá lo malcriada que eres!

—¡Dígale si quiere, ella no hace caso a vecinas pesadas como usted!

—¡Te voy a denunciar por daño a la propiedad privada!

—¡Pues yo la denunciaré por amenazar de muerte a mi hijo!

Aki jaló suavemente el brazo de su novia y cerró la puerta en la cara de la vecina.

—¿Qué pasó?

—¡Amenazó a mi bebé! ¿Cómo se atreve?

—Tú también la amenazaste. —susurró sorprendido.

—Sí, pero ella comenzó.

—Te defendiste...

—Oh

Ambos se miraron a los ojos en silencio mientras procesaban la situación.

—Me gustó. —rompió con el silencio la pelirroja.

—¿Qué?

—Me gustó hacerlo. Ya sabes, defenderme. Mejor dicho, defender a mi bebé. —aclaró con una sonrisa.

Pese a que había una clara diferencia entre una amistad y una relación, habían ocasiones donde tanto Makima como Aki miraban con recelo al otro.

Un viernes por la tarde, tres chicas y dos chicos se encontraban comiendo pizza en la casa de ____.

—¿Me pasas una porción, cariño? —preguntó ____ sentada en el sofá.

Makima y Aki acercaron una mano hacia la caja de pizza y se miraron con una ceja alzada.

—Eh...gracias. —respondió _____ incómoda mientras recibía dos porciones de pizza.

Power y Aki, los cuales observaron la escena en silencio, se miraron y sonrieron ante una idea.

—¡Bien! —Power saltó de su sitio y apuntó con sus dedos hacia Makima y Aki. —Haremos un concurso. ¿Quién sabe más sobre ____?

____ soltó una carcajada al escuchar la idea.

—¡Comencemos! ¿A qué edad comenzó a caminar?

—¿Por qué sabría eso? —susurró Aki.

—Un año con dos meses. —respondió la pelirroja.

Todos a excepción de _____ la miraron sorprendidos.

—Mi madre se lo dijo hace años. —aclaró su amiga.

—¿Color favorito?

—Rosado. —respondió con obviedad Aki.

—Negro. —la respuesta volvió a sorprender. —Por algo le gusta Aki, ¿no? Siempre está de negro.

—¡Correcto! —afirmó ____ divertida.

—¿Una meta en la vida?

—¿Criar muchos animales? —Aki ya no estaba seguro de sus respuestas.

—¡Punto para Aki!

—Dos a uno. —Denji aclaró los puntos respectivos.

Y durante media hora los puntos fueron sumando para los dos participantes terminando en un empate de 18 a 18.

—¡Los dos ganaron! ¡Los quiero mucho! —____ los abrazó de costado como una felicitación.

Ambos jóvenes solo se limitaron a sonreír complacidos. Estaba bien. No tenían problema en compartir porque sabían bien que tenían el amor de _____.

Un domingo por la mañana, ____ se encontraba recostada en su sofá mientras esperaba a su novio. Aki había salido a comprar pan, pero se estaba demorando más de lo habitual. ____ estaba por llamarlo cuando escuchó el sonido de su puerta siendo abierta.

—¿Aki?

—¡Seremos padres de seis hijos! —Aki se acercó a su novia con una caja grande.

—¿Qué? No estoy embarazada. —____ se tocó el abdomen.

—Abre la caja, vamos.

La pelirroja abrió la caja confundida y abrió los ojos sorprendida.

—¡Oh por dios! ¡Salem, tienes hermanos!

La caja contenía tres gatitos adultos y dos conejos bebés que observaban a su alrededor.

—Los encontré la semana pasada, pero los llevé a una veterinaria para saber que están completamente bien y presentarlos.

—Son hermosos, Aki. —la pelirroja alzó la vista para mirar a su novio. —¡Te amo, eres el mejor! —y saltó a sus brazos de emoción.

Sabían que sería un reto que un gato tan engreído como Salem tenga que compartir atención, pero tendría que acostumbrarse y saber que jamás dejaría de ser amado por sus padres.

Finalmente estaban cumpliendo uno de sus tantos sueños juntos y no podían esperar para cumplir más.

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Y llegamos al final de esta historia.

Muchas gracias por todos sus comentarios y votos, gracias por apoyarme a pesar de mi demora al publicar. 

Espero que lo hayan disfrutado mucho.

¡L@s amo mucho! <3

Dulce para el amargo - AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora