Capítulo 6

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—Podemos volver a como estábamos antes, linda. No te hagas la difícil.

—No quiero ser como antes, Fujii, no pasará, olvídalo. —respondió ____ tajante.

____ no estaba acostumbraba a hablar así, pero luego de escuchar hablar a Makima en aquel momento, decidió imitar su tono de voz para verse más segura.

Al dejar eso claro, ____ decidió que ya era momento de alejarse y seguir su camino, pero Fujii no pensaba lo mismo.

—¿Otra vez intentas escapar de mí? Éramos perfectos juntos, ____. ¿Qué es lo que quieres?

—No quiero nada de ti, Fujii. Lo nuestro terminó hace mucho y todo fue por tu culpa. Lo único que espero de ti es que te alejes de mí. —sentenció ____ y se volteó para caminar.

Fujii la tomó del brazo y la jaló hacia él.

—Esto aún no acaba, eso lo decido yo. Deja de hacerte la difícil, ____. —dijo para luego intentar besar a ____ a la fuerza.

—¿Ahora te dedicas a acosar, Fujii? —dijo una voz masculina detrás de ellos.

—No te metas en mis asuntos. —respondió el mencionado.

—Aki... —susurró ____ al reconocer a la tercera persona.

—Oye, roja, ven aquí. —habló Aki.

____ planeaba hacerle caso para alejarse de su ex, pero Fujii la paró apretando su agarre en el brazo de la fémina.

—Ella se queda conmigo. —declaró Fujii con cólera.

—No parece que ella quiera eso.

—Eso no importa. Ella se queda.

—Fujii, suéltame. Ya no tengo nada que hablar contigo. —pidió ____ ya con miedo. Quería escapar de aquella situación.

—Bueno, ya. —dijo Aki y se acercó a la ex pareja para separarlos. Presionó la mano de Fujii con fuerza hasta que logró que suelte a la pelirroja. —Listo, a partir de ahora mantente alejado de ella y déjala en paz.

—¿Me estás jodiendo, ____? ¿De todos los que hay, tenías que salir con él? —preguntó Fujii con una sonrisa burlona.

—Yo no estoy salien- —pero Aki no pudo terminar su oración.

—Sí, lo elegí a él. Es mucho mejor que cualquiera que pude conocer. —afirmó ____ abrazando el brazo de Aki.

Aki se quedó callado de la impresión y abrió la boca para poder objetar, mas no pudo porque ____ lo volvió a interrumpir.

—Así que vete de aquí o mi novio te pegará. ¡Muéstrale el puño, Aki! —pidió la pelirroja intentando intimidar a su ex.

Para la buena suerte de ____, Aki le hizo caso sin muchas ganas y pudo alejar a Fujii de ellos.

Una vez estuvieron solos, Aki pudo expresarse libremente.

—¿Puedo saber desde cuándo estamos saliendo, roja? —preguntó el pelinegro con el ceño fruncido.

—Bueno... —sonrió nerviosa ____. — Una mentira por aquí, otra por allá. No hay nada importante en eso.

—____ —Llamó una voz femenina. Ambos jóvenes miraron hacia la dirección de la dueña de aquella voz y fácilmente pudieron reconocerla. —Me contaron que Fujii te habló, ¿te dijo algo malo? —preguntó Makima mientras caminaba hacia ellos.

—Oh, no. No lo hizo. Aki me ayudó a alejarlo. —respondió ____ y aprovechó que estaba delante de Aki y que este no podía ver su cara para poder mandar una mirada pícara a su amiga.

Pese a que podían estar sin verse por días gracias a que tenían diferentes horarios, ellas no dudaban en contar por mensajes o llamadas las cosas interesantes que les pasaban en su día a día. Gracias a ello, Makima estaba al tanto de todo lo que pasaba con Aki y pudo entender la mirada de su amiga.

Aki era una persona que se alejaba de las personas, ya sea que se lleve bien con ellos o no, simplemente era el tipo de persona que disfrutaba de pasar tiempo solo. Si de por sí era sorprendente que Aki hable con _____, era más sorprendente aún que se haya involucrado en una discusión.

Aki aprovechó que ____ y Makima comenzaron a hablar sin parar y procedió a retirarse sin despedirse.

—Entonces, ¿ya son amigos? —preguntó Makima.

—No lo sé, creo que sí. ¿Ahora me crees que tuve un gran avance?

Era un viernes en la noche y ____ se encontraba recostada en su cama mientras escuchaba música mediante sus audífonos. Acababa de regresar de sus clases y decidió tomarse un tiempo para descansar.

—¿Qué estará haciendo Aki? —se preguntó de repente. —Bah. —bufó para dejar aquel pensamiento y se paró para mirar por la ventana.

El cielo aún estaba claro y las luces de los faroles aún no se encendían, eso le indicaba que aún era temprano. La imagen y sabor de unas galletas con mermelada se le vinieron a la mente y el hambre apareció de pronto.

La joven se puso unas zapatillas negras decidida a ir a comprar los ingredientes de las galletas. Ella no desaprovecharía la oportunidad de crear algo con sus propias manos.

Salió y caminó alegremente, pero poco a poco se le borró la sonrisa. La tienda más cercana a su casa estaba cerrada.

—¿Caminar unas cuadras más o quedarme con ganas de comer? —se quedó pensando la pelirroja. —Tal vez el destino quiere que camine más, ¿quién soy yo para desafiar al destino?

____ caminó aproximadamente 4 cuadras, pero llegó a la tienda que buscaba. Se encontraba buscando el envase de mermelada de fresa cuando vio una coleta negra que se le hacía conocida. ¿Podría ser Aki? No estaba segura y tampoco quería saberlo. ____ al regresar de la universidad, se había cambiado el vestido negro por unos pantalones negros anchos y una polera gris que le doblaba la talla. Aquella imagen tan femenina que tenía se había esfumado y no quería que él la vea así.

Se escondió detrás de unos estantes mientras trataba de ubicar el envase de mermelada lo más rápido posible para poder escapar sin ser vista.

—¿De quién te escondes, roja? —preguntó una voz masculina detrás de ____ y cerca de su oído.

El corazón de ____ se paralizó por un instante y soltó un grito agudo que llamó la atención de algunas personas que pasaban por el pasillo.

—Disculpen. —dijo en voz alta la pelirroja apenada y se volteó para mirar a la única persona que la llama roja.

—No sé quién será aquella roja, pero le puedo asegurar que me confunde con ella. —afirmó ____ intentando mantener su imagen.

—No finjas, roja. No es posible que existan muchas pelirrojas, pequeñas y con un lunar debajo del ojo derecho. —respondió Aki con seguridad y pegó con un dedo la frente de la fémina.

—Ya le dije que se confunde, no soy esa roja. —respondió ____ mientras miraba hacia otro lado.

—Roja, ¿eres tonta? —____ lo miró ofendida. —Sigues con el mismo maquillaje y par de aretes.

—Ah... —pronunció ____ sin saber cómo contraatacar. —Está bien, sí soy yo.

—¿Y bien? ¿Qué haces por aquí? Nunca te he visto por aquí. —preguntó Aki.

Fue en ese momento que ____ notó que Aki llevaba un pequeño papel con su nombre en su camisa. Él trabajaba ahí.

—La tienda cerca de mi casa estaba cerrada. Quería hacer unas galletas.

—¿Y de quién te escondías? —preguntó Aki acercándose lentamente hacia ____.

—Pues... bueno... vi a un chico raro y me asusté. —respondió balbuceando.

—Tengo la leve sospecha de que el chico soy yo. —la miró con los ojos entrecerrados. —En fin, adiós, roja.

—Espera, Aki... ¿Sabes dónde está la mermelada?

—Sígueme. —dijo para empezar a caminar. —¿De qué sabor estás buscando?

—Fresa.

Vaya que el destino le tenía una sorpresa.

Dulce para el amargo - AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora