Capítulo 16

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Aki estaba enfermo.

____ se alistaba para asistir a sus clases cuando el sonido de notificación llamó su atención. Era un mensaje de Aki.

—Estoy enfermo, roja. No iré a clases. —leyó mientras se aplicaba rubor.

—Te iré a visitar cuando termine mis clases. —escribió y envió.

Podrá estar muy enamorada del hombre que le provoca suspiros, pero jamás faltaría a una clase. Sus estudios eran su prioridad siempre, sin contar que podría usarlo de excusa para pasar más tiempo con Aki para explicarle los temas.

—¿Y tu novio? —preguntó Makima al verla caminar sola por los pasillos.

—En su casa, está enfermo. Iré después para acompañarlo y cuidarlo.

—Bueno, espero que no sea algo grave o contagioso, no quiero que pierdas tus clases.

—Eso sí que no, aún si me contagio vendría a clases. No me importa si parece que voy al otro mundo, yo no puedo perder una clase. —_____ y Makima rieron por lo último dicho. —Por cierto, Makima. —____ detuvo su andar para poder acomodar su mochila y abrirla. —Fui con Aki al centro comercial y compré esto para nosotras. —sacó su mano de la mochila y le mostró dos collares de plata con un pequeño corazón del mismo material. —Me di cuenta de que no solemos regalarnos cosas como cuando éramos niñas y lo compré para recordar los viejos tiempos.

Makima sostuvo uno de los collares y lo admiró en sus manos. Era un collar muy parecido al que hicieron con plastilina cuando fueron a la casa de _____.

Makima alzó la vista y observó a su mejor amiga para luego acariciar su cabello.

—Son muy lindas, cariño. La verás siempre conmigo.

_____ y Makima siempre fueron mejores amigas. Su amistad fue algo que no se pudo romper al pasar los años, pero algo inquietaba a Makima cuando recordaba su versión en la pubertad.

Ella siempre tuvo un inmenso cariño hacia su mejor amiga, siempre la tenía en mente y se veía siendo su amiga hasta ser adultas, pero al ir creciendo un pensamiento comenzó a inundar su mente.

Todo comenzó cuando tenía doce años y escuchó a unas compañeras hablar sobre una de sus hermanas.

—Ayer mi hermana trajo a su mejor amiga a casa, pero nos dijeron que diría algo importante. Resulta que comenzaron a salir hace un mes y una semana después se volvieron novias. —Relató una rubia hacia su círculo de amigas.

—¿Novia?

—Sip, mi mamá se molestó por un instante, pero dijo que siempre apoyaría a su hija. Aunque no entendí por qué se enojó.

—Wow, qué bonito. Espero también conseguir alguien que me ame. —comentó una pelinegra dando un suspiro con ilusión.

—Sí, yo igual. Ayer las ví muy enamoradas.

Al Makima escuchar aquello, el nombre de su mejor amiga se le vino a la mente.

Ellas eran mejores amigas. Al igual que lo fueron la hermana de la rubia y su novia.

¿Podría ser que ellas acaben igual? Ella nunca se había ilusionado con algún compañero, todos le parecían tontos. Todos menos su mejor amiga, ella siempre le demostró ser muy inteligente y fue la única persona por la cual pudo sentir un inigualable cariño.

Y fue así como comenzó la duda.

—Te quiero mucho, Makima. —le sonrió ____ mientras le entregaba un llavero con peluche.

Dulce para el amargo - AkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora