10. [Es solo tú mejor amigo]
Atlas:
Mi noche no fue del todo tranquila, estuve varias horas sin dormir apreciando a mí madrastra, odiaba verme como un adolescente pero no tenía otra alternativa.
« Ella me llamaba »
« Algo en ella me atraía »
Al día siguiente me desperté antes que Adeline, caminé a mi habitación y tomé una ducha.
Papá no llegó a dormir, ya tenía ese presentimiento.
« No sabía con cuál gatita estaba »
Adeline durmió muy bien a mi lado y por un momento me vi tentado a tomarla de la cintura y pegarla a mí.
Eliminé esos pensamientos de mi cabeza, tomé mis libros y partí a la universidad.
« Debía ponerme al día con mis clases »
Al llegar al lugar, vi a mi amigo Marco desde la entrada.
Caminé hacia él y lo saludé.
— Atlas, no puedo creer que estés aquí, pensé que te tomaste lo de las vacaciones enserio.
— Lo sé, me dejé llevar por el alcohol — Admití, los últimos días siempre pasaba tomando.
— Me enteré que tú padre se casó, muchas felicidades.
— No, fue lo peor que me pasó, la odio.
— Lo sé, debe de ser una bruja.
« Una bruja muy preciosa»
— Exacto, solo quiere la herencia de papá.
— Que mal, no sé por qué hay tantas mujeres así — Asentí y el timbre sonó, ambos caminamos a la clase de biología celular, por dicha el tema de mi madrastra quedó olvidado.
— Buenos días jóvenes, hoy tendrán que hacer grupos de dos, después de esto les dejaré una investigación en parejas también. — Todos asentimos hacia el profesor, saqué mis apuntes y me dispuse a prestarle atención a su clase.
Después de casi tres horas estudiando como era que un tejido podía regenerarse tan rápido, sonó de nuevo el timbre, fui con Marco a comprarme algo de comer, después continuamos con la clase de química general.
— Atlas.
— ¿Si?
— ¿Adelantamos un poco de la investigación hoy? No quiero dejarlo para el fin de semana, mi primo vendrá y quiero pasarla con él.
— Sí, vamos a tu casa.
— Atlas papá está en casa, no nos dejará en paz.
— Entonces en la biblioteca.
— Seré claro, quiero conocer a tu madrastra.
— ¿De verdad? ¡Tiene cincuenta años! Es una abuela.
— Igual no me importa, quiero saber que tan bruja es.
— No Marco, a mí casa no podemos ir.
— Atlas no seas aburrido, así comemos allá.
— Marco...
— ¿No quieres que la conozca? ¿Es muy fea? — Asentí, tenía que mentir a toda costa porque sabía que Marco apenas la viera coquetería con ella.
« No quería eso »
— No vamos a ir.
— A veces eres tan imbécil.
ESTÁS LEYENDO
Entre dos placeres ©
Roman pour AdolescentsAtlas Bradford es estudiante de medicina, su vida está llena de tranquilidad hasta que su padre se vuelve a casar, una extraña llega a su casa y él no la soporta. Pero ¿Qué hará cuando la chica demuestre su lado verdadero? ¿Seguirá existiendo el od...