24. [Desayuno familiar]
Adeline:
Cuando despierto en la cama, estoy sola. No veo a Atlas por ninguna parte y eso me acelera.
« ¿Se habrá ido a la universidad sin despedirse de mí?»
Escucho pasos en su ducha y con miedo de que Hernán llegara antes de la hora, entré al cuarto de baño.
« Estaba más tranquila »
Atlas tomaba un baño, su cuerpo estaba mojado y por su pecho bajaban gotas de agua. Se veía muy tentador y aunque moría por ducharme con él, no podía hacerlo.
Hernán llegaría en cualquier momento y aún faltaban meses para que nuestro contrato terminara.
« Solo faltaba cinco meses »
— Atlas... — Hablé, este cerró la llave del agua y me miró con una sonrisa.
— Buenos días Adeline ¿Dormiste bien? — Asentí embobada, su cabello negro goteaba agua hacia sus hombros, sus labios estaban entre abiertos y por su pose sensual parecía un actor porno.
« Quería ducharme con él »
— Me voy a mi habitación, Hernán puede llegar en cualquier momento y...
— Dúchate conmigo, papá no llegará hasta la noche.
— ¿Te escribió? — Él negó, así que me armé de valor y dejé de ver su abdomen y el rastro de agua que me conducía a la tentación más grande de su cuerpo.
« Su miembro »
— Tengo que irme de verdad, te veré en el desayuno.
— Nena no seas así, papá no vendrá... — Altas bajó la mano hacia su miembro y se tocó con movimientos circulares, envolventes. — ¿Te vas a perder todo esto?
— No me provoques más, te veo abajo. — Salí rápido del cuarto, la risa de Atlas se escuchaba desde lejos cuando corrí para alejarme de la tentación.
« No podía confiar tanto en mi suerte »
« Teníamos que tener cuidado »
« Hernán podía descubrirnos »
Rápido entré en mi habitación y me di un baño, tomé unos jeans y una simple blusa de color rojo, peiné mi cabello y bajé a prepararme algo de comer.
« Tenía hambre y debía recuperar las fuerzas que pedí por culpa de Atlas»
Salí al pasillo en donde estaba el cuarto de Atlas, su puerta estaba abierta y había agradecido internamente a mi subconsciente por alejarme de su habitación, Hernán estaba sentado en la cama de su hijo, hablando seriamente con él.
« Casi nos descubre »
— Buenos días Adeline — Saludó Hernán, caminé a su dirección, Atlas estaba vestido con un traje formal y nos estudiaba atentamente.
Hernán no esperó su oportunidad, tomó mi rostro y me besó con pasión, odiaba tener que fingir con él y lo peor era que odiaba como nos miraba Atlas.
« Estaba dolido y enojado »
« Hernán solo buscaba marcar su territorio »
— ¿Por qué me besaste? — Pregunté, estaba enojada con Hernán, durmió toda la noche con su amante y llegaba a besarme.
« No sabía quién era más hipócrita, él o yo »
— Eres mi mujer, tienes que estar preparada por si se me antoja un beso.
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Entre dos placeres ©
Novela JuvenilAtlas Bradford es estudiante de medicina, su vida está llena de tranquilidad hasta que su padre se vuelve a casar, una extraña llega a su casa y él no la soporta. Pero ¿Qué hará cuando la chica demuestre su lado verdadero? ¿Seguirá existiendo el od...