16. [Revelaciones]

1K 29 0
                                    


16. [Revelaciones]

Atlas:

Aún no tenía tenía claro que era lo que sentía cuando me comportaba como un cobarde con Adeline, mis ganas de lastimarla eran tan estúpidas que cuando lo lograba, solo quería llenarla de besos y jurarle que jamás pensaba así de ella, nunca.

« Era lo mejor que me había pasado desde que murió mamá »

Pero no sabía qué hacer, no sabía por qué me estaba vengando si ella solo cumplía con su parte del trato; ser la esposa de papá.

Y eso era lo que más odiaba, que ella fuera de él y no mía, que él pudiera tomarla de la mano en público y presentarla con orgullo como su esposa, mientras yo me quedaba en las sombras viendo lo hermosa que siempre se veía, sin poder decirle nada.

Adeline salió corriendo de la de casa y lo primero que hice fue seguirla, papá bajaba apresuradamente por las escaleras detrás de mí pero yo era él que intentaba alcanzarla, no podía irse así, no con cólera; podía pasarle un accidente o algo porque su mente no estaba con claridad.

— ¡Adeline! — La llamé, ella salió a la calle y corrió más rápido. — ¡Adeline no te vayas así! — Volví a gritar y cuando me quedé sin aliento, ella dió la vuelta en la carretera y se perdió de mi vista.

« Por favor, que no le pasara nada malo »

— ¿Se fue? — Asentí hacia papá, ya no había rastro de Adeline y de verdad admiraba la fuerza y la habilidad que tenía para correr porque no la pude alcanzar.

— No sé qué pasó, la discusión se salió de mis manos y...

— Tiene razón de estar enojada contigo, la dejaste sola ayer, te fuiste con tu secretaria de nuevo y...

— ¿Cómo sabes qué es mi secretaria? — Sonreí hacia papá, todo el mundo ya lo sabía.

— Eres muy obvio.

— Tengo que hacer algo, voy a buscarla, iré por el camino hacia su granja, tal vez tome un autobús o algo.

— No llevaba dinero papá — Dije, yo sí me había fijado en los detalles mínimos, llevaba un short que le quedaba de infarto.

— La buscaré de todas formas, ve tú a parques y lugares públicos.

— Bien — Asentí, deseaba encontrarla primero, tenía que disculparme, abrazarla y...

« Deja de pensar en ella como tú mujer »

— Si la encuentras me llamas inmediatamente, tenemos que hablar, ella no me puede abandonar.

— Si tú la encuentras, me llamas — Pedí, necesitaba disculparme por todas las cosas horribles que le dije, no quería que se fuera, al contrario, quería que se quedara para siempre conmigo.

« No iba a decirle la verdad a papá »

Solo quería jugar con su mente y lo único que me gané fue el dolor y el temor a perderla, a qué ya no me mirara como si yo fuera el único en su vida.

« La necesitaba »

— Atlas... — Papá me llamó antes de subir al auto — No quiero que te vuelvas a meter con mi mujer, es mía y sabes que odio que quieres ser el centro de atención, está conmigo y no voy a permitir que le faltes al respeto, no cuando tengo a mi mujer ideal.

— Me hubiera gustado que hablaras así de mamá. — Dije, recordaba claramente todas las veces que la insultó y la dejó llorando en el baño cuando se iba con sus amantes por la noche.

Entre dos placeres © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora