Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)

37

Me habían dado de alta del hospital en este caluroso sábado. Mis padres estaban preparando todo para la cena de hoy en la que vendrá la familia de Michael, Harry, Ian y Nicole.

Mientras tía Magda me ayudaba a estar lista para hoy yo me ponía a pensar en lo increíble que sería tener a toda esa gente reunida en una sola noche. Mis padres encontraron la forma exacta de hacerme feliz y darme una buena bienvenida.

-¿Cuál es el propósito de reunirnos esta noche?- Pregunta tía Magda y, ha decir verdad, sabía exactamente el propósito de ésta cena pero me daba miedo decirlo en voz alta. -Hacerte sentir mejor, cariño- Respondió ella misma.

-¿En serio?- Dije antes de poder detener las palabras.

-Escucha, linda- Detuvo mi cara entre sus dos manos. -Sé que últimamente ha sido muy difícil la situación en la que nos encontramos, porque toda la familia esta contigo. Es algo tedioso estar en el hospital todo el tiempo pero siempre regresas a casa, como si de verdad algo quisiera que estés aquí o como si tu misma, como la heroína que eres, luchara por regresar a casa. Afortunadamente aquí estás.- Pellizco mi mejilla y plantó un beso en mi frente.

Todos nos estaban esperando abajo. Todos vestían formalmente.

Al encontrar a Harry tenía tantas ganas de correr hacia él y abrazarlo muy fuerte, pero no lo hice.
Papá extendió su mano para acercarme a ellos y empezar el primer brindis de la noche.

-Brindo por estar reunidos aquí esta noche-. Papa agachó su cabeza limpiando sus lágrimas. -Es una lástima que Casey no esté aquí con nosotros. Fue la mejor hija que un padre hubiera podido tener-

-Papá, ¿de qué hablas?- Dije pero el continuo llorando, los demás lo veían con compasión actuando como si yo nunca hubiera dicho nada. Harry lloraba al igual que papá, tomó su chaqueta y estuvo a punto de irse. Corrí hacia él pero por alguna razón no podía salir de la casa.

-¡Harry!- Grité. -¡Harry! ¡Papá, ¿qué está pasando?!- Nadie respondió. Caí de rodillas en el piso y lloré sintiendo dolor en mi pecho. No era por la enfermedad, era por el echo de que ahora sí sentía que habían arrancado a Harry de mi vida y mis papás no estuviera para ayudarme.

-¡Ya detente!-

Desperté sentándome de golpe en la cama.

Miré asustada hacia todos lados esperando que él estuviera aquí para tranquilizarme. Solo encontré un delicioso desayuno en la mesita de noche. Entré al baño para enjuagar mi cara y ver en el espejo lo pálida que tengo mi piel, recuerdo ser pálida pero no así.

Me senté en la cama para comenzar a desayunar.

-¿Se puede?- Golpetraron la puerta. Al voltaer era la persona que menos esperaba que viniera sin compañía de Nicole.

Ian entró cerrando la puerta detrás de él. Tomó asiento en frente de mi.

-¿Qué tal estás?- Vestía un traje de gala.

-Grandioso umm... ¿A qué se debe el traje?-

-Hoy es la graduación, Case.- Sacó del saco una rosa blanca y me la entregó. -Nicole no pudo venir porque tal vez en estos momentos esté diciendo su discurso-

-¿Y por qué has venido a aburrirte conmigo? Ve. Eres libre- Ian negó con la cabeza luego sonrió.

-Sé que no hemos tenido la suficiente comunicación tu y yo pero quiero que sepas que pase lo que pase tu siempre serás una de las mejores personas que llegaron a aparecer en mi vida, después de Nicole, claro- Se retiró el saco y lo puso en la camilla. -En realidad vine para acompañarte y para decirte el mensaje que te ha mandado Harry-

Mis ojos se abrieron completamente.

-Él está bien. Al parecer está en un lugar secreto que solo tú y él conocen. Me dijo que te dijera que te ama-

-¿Hoy no lo has visto?-

-No lo he visto desde ese día. Escucha Casey, sé que Harry está pasando por un mal momento. Que estés en este hospital le duele profundamente. Debes de luchar para salir de aquí-

-No está en mis manos, Ian. Mi destino ya está decidido- Ian retrocedió en su asiento y paso los dedos por su cabello.

-Recuerdo que Harry siempre me decía lo grandiosa que eres. Nunca me llegué a responder cómo es que una chica tranquila e inteligente como tu pudo llegar a enamorar a un idiota como Harry-

-¡Hey!-

-Es decir, le hiciste perder la cabeza. No se cansaba de hablar sobre ti y, en realidad, yo no me aburría de escucharlo porque me agradaba la forma en que lo haces feliz ¿sabes?- Di un gran trago de agua y me decidí a comer. -Te ayudo-

Ian agarró la cuchara y darme de comer los fideos. Estuvimos así por un largo tiempo y yo no dejaba de pensar en Harry.

-¿Por qué no te quedaste en la graduación?-

-Quería venir-

-Eres muy malo tomando decisiones, Ian- Sonrió simpático.

Recordé los primeros días que entré a la escuela. Trataba de encajar en cualquier grupo de amigos. Rockeros, gimnastas, apasionados por la lectura, fotógrafos, inteligentes, los amantes del espacio y su loco amor por los extraterrestres... Era divertido. Jamás encaje en ninguno, al igual que Nicole. Decidimos formar nuestro propio grupo de dos solitarias chicas.

También recuerdo el día en el que Marlene empezó a tener odio por nosotras. Nicole le había arrojado un pedazo de ensalada en su cara al decir que todos los que no eran del equipo de fútbol eramos unos perdedores que no merecían tener vida. Después de eso corrimos durante veinte minutos para que Marlene no nos golpease.

-¿Nicole te comenzó a gustar desde la fiesta de Marlene?-

-No, ella me empezó a gustar desde que ofendió a Marlene en frente de todos. Creo que era en la feria de ciencias- Lo miré confundida mientras Ian reía. -Sé que es raro pero nunca había escuchado a alguien más que le dijera tal cosa a Marlene. Nicole fue la primera. En la fiesta solo tuve el valor de acercarme a ella-

-Que lindo-

-Nicole y yo creemos que la historia de Harry y tú debería de estar marcada en algún tipo de lápida o que se yo-

-¿Lápida?- Reí junto con Ian. -Me gusta más un libro-

-Entonces será en un libro. Yo me encargo de que sea así- Guiñó un ojo.

Tuve un gran momento junto a Ian. Por fin lo conocía mejor y me convencí de que Nicole estaba en buenas manos, él no pretendía dañarla. Su historia de amir era muy diferente a la mía con Harry. Su forma de demostrar su amor también era diferente.

-Nicole es la que comienza todo- Reíamos sin parar.

-Mentiroso. Los hombres siempre son los que quieren tener sexo siempre-

-Soy la excepción. Nicole es la que lo quiere hacer-

-¿Qué haces con mi novia?- Ian y yo nos sentamos dirigiendo nuestra vista a la puerta. Harry sonrió. -Hola, amor-
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