Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)

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TIEMPO DESPUÉS.

Escuchaba todo lo que tía Magda me decía en alemán.

Me defino como una persona desgastada, así me siento ahora. Ahora tenia que usar la mascarilla de oxígeno, mis defensas eran débiles y mi hambre no era más que mi sed.
A tía Magda le era imposible verme a la cara, notaba preocupación en sus ojos.

Solo rogaba por que aquél hombre la hiciera totalmente feliz.

Aparté la mascarilla de mi rostro para hablar -Es una historia hermosa, tía- Trague saliva para refrescar mi garganta. -¿Alguna vez regresaste a esa casa?-

Ella acaricio mi brazo mientras con la otra mano me ayudaba a colocarme la mascarilla de vuelta.

-Fui una última vez pero la casa ya se había vendido- Se acomodó en la silla -Era una familia de cinco hermosos hijos, tenían un gato blanco con ojos azules y les encantaba tocar el piano a la familia completa. Incluido al gato- Reí.

Volteé a ver a Harry que estaba en el sofá recostado. Dormía profundamente.

-No creo que tenga intención de irse algún día- Giró su mirada hacia mí. Lentamente negué con la cabeza. -¿Tu padre te ha contado que Harry y él fueron a un bar hace un par de días?- Abrí los ojos y volví a negar. -Así fue. Tu padre lo cito para hablar sobre cosas entre ellos, no dio muchos detalles, al parecer están teniendo una fuerte amistad-

Una enfermera entro con la bandeja con la deliciosa comida. Quería comer ahora mismo, así que me senté bien en la camilla. La enfermera me apartó la mascarilla y ahora me colocó dos conductos pequeños que iban en mis fosas nazales. Era algo como la mascarillas pero menos molesto.

Harry se despertó por todo el ruido que entro por la puerta cuando la enfermera se fue. Tía Magda se ofreció a ayudarme a comer dándome pequeñas cucharadas de comida y se esperaba a que digiera bien el bocado para darme más.

-¿Por cuanto tiempo me dormí?- Él habló todavía con su voz soñolienta.

-Un par de horas. Tranquilo, no te perdiste de mucho- Respondió tía Magda dedicándole una sonrisa.

Después de terminar de comer y de que Harry me mirara todo el tiempo, tía Magda me ayudó a llegar al baño para tomar una ducha. Pensaba hacerlo yo misma pero tía Magda enserio quiere ayudarme.

-¿Tu mamá ha visto el tatuaje?- Preguntó mientras tallaba mi espalda. Negué con la cabeza. -Toma- Seguí tallando mis partes íntimas mientras tía Magda lavaba mi cabello.

Las duchas aquí en el hospital me daban un poco de miedo. Creía que en este cuarto de baño hubo alguna clase de crimen. El shampoo que me daban no olía del todo bien, pero me gustaba lo lacio que dejaba mi cabello.

Al salir Harry me dio una mirada rápida de arriba hacia abajo sin que tía Magda se diera cuenta. Sonreí y él lo hizo también.

-Tengo mucha hambre, ¿quieres que te traiga algo, Harry?-

-Lo que usted vaya a comprar, esta bien- Ella asintió.

-Vuelvo en un rato, cariño- Salió cerrando la puerta detrás de ella.

Me tapé bien con las cobijas para que no me resfriara. El invierno seguía y era horrible el aire cuando salía de la ducha. Por alguna extraña razón temía en que llegara el día donde el invierno terminara.

-Mañana es la inauguración- Sonrió. Tomo asiento a un lado de la camilla, pasó sus dedos por mi cabello húmedo.

-Estaré ahí- Susurré mirando a los ojos de Harry. Él se sonrojo y agachó su cabeza riendo tímido.

Puse mi palma en su mejilla. Sentí como él se estremeció ante mi toque, cerró los ojos y puso su mano encima de la mía. Besó mis nudillos con delicadeza.

-Te amo de aquí hasta que el amor deje de existir- Volví a susurrar. Harry levantó su vista a mis ojos, ese color esmeralda brillaba tanto que te podrían hipnotizar.

-Yo mucho más- Sonrió victorioso. Lo fulmine con la mirada y él seguía riendo.

¿Nunca han tenido esa necesidad o ese capricho de salir de este mundo, regresar y ver que todo volvio a estar bien de nuevo? Eso quería últimamente. Veía una lucha entre aquél capricho contra la realidad.

Harry y tía Magda estuvieron muy atentos a mis necesidades, se los agradecía mucho.

AL DÍA SIGUIENTE

Era el cumpleaños del padre de Michael y mi tío decidió pasar tiempo conmigo y la familia, Harry como ya es parte de la familia, dice mamá, también se encuentra aquí.

Horas antes de que esto comenzara le entregué una carta a mamá. También me había tomado el tiempo de hacer un álbum de fotos sobre Harry y yo para que él lo conservara. Tuve el tiempo suficiente en este lugar para terminar de hacer el álbum y agregarle algunos detalles.

Todos estaban tan divertidos al igual que yo.
Por poco olvidaba el buen sentido del humor que tenía papá. Mamá decía que al conocer a papá solía preguntarse por qué todo el tiempo estaba bromeando, y cuando se dio cuenta ya tenía otra razón por la que se enamoró de él.

Michael se veía tan lindo como siempre, tía Magda tan formal con sus hermosos rasgos alemanes. Tío Brad tan amable y sonriente al igual que papá. Mamá tan hermosa y tierna a la vez. Harry... Tan guapo y cálido.

Y guardé ésta imagen por el resto de mi vida.

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