32

25 1 0
                                    

Nunca me había imaginado los días tan secos y solitarios que tendría mientras Harry y yo eramos novios. Era muy diferente a cuando el viajó a España.

No llama como antes y al parecer está pasando más tiempo junto a Ian, me alegra que se lleven bien pero presiento algo negativo entre nosotros y no sé lo que es.

Esta noche marqué más de cinco veces a su celular sin que él contestara y no ha regresado la llamada. Decidí llamar a Ian para saber que era lo que sucedía.

-Hey, hola Casey. ¿Qué pasa?-

-Quería saber qué es lo que está pasando con Harry-

-Oh... Amm él está bien- Contesta dudoso.

-Ian...-

-Bueno, hemos hablado de varias cosas. Al parecer esta dudando últimamente pero no quiere preocuparte a ti ni a él mismo. Estoy en su casa cuidando de él-

-¿Por qué nunca me lo dijo?-

-No quiere empeorar las cosas. No ha podido dormir desde ayer así que le tuve que dar una pastilla para que pudiera descansar un buen rato, por eso no ha contestado tus llamadas. Casey, en realidad Harry te necesita pero dale unos días más para que pueda aclarar sus dudas-

-No entiendo, Ian-

-No quiero que te preocupes. No hará nada imprudente mientras yo esté a cargo de él, confía en mí-

-Iré a buscarlo mañana. Dile que estaré haya, por favor. ¿Sí Ian?-

-De acuerdo. Solo porque tú me lo pides pero Harry estará molesto conmigo por haberte contado. Nos vemos mañana, Casey-

-Adiós, Ian- ¿Cómo es que Harry nunca me dijo nada?

_________________
A la mañana siguiente me alisté para poder ir a casa de Harry pero para mi sorpresa el auto de Niall estaba estacionado en frente de mí casa. Él esperaba recargado en éste. Sonreí y él se acercó a mí dándome un beso en la mejilla. Jabón de baño y perfume varonil, a eso olía Niall.

-Es una linda mañana y me acordé de ti- Sonreí. -¿Quieres caminar un poco? Me gustaría hablar contigo-

No quice ser grosera negando la invitación de Niall. Pero el tiempo se fue volando hasta que me di cuenta que ya eran las tres de la tarde.

Niall me llevó hasta la casa de Harry aún que me pareciera mala idea pero por fin estaba en frente de la puerta de su casa. Llamé al timbre y en unos segundos Ian abrió la puerta.

-No ha dejado de preguntar por ti- Susurró.

Me indicó que estaba en su habitación y con cautale llegué hasta el. Harry estaba en su cama sentado mientras comía lentamente el ramen que posiblemente Ian le había preparado. Al sentir mi presencia Harry volteó su mirada hacía mi dándome un pequeña sonrisa. Se encontraba sin camisa mientras unas sabanas cubrían sus piernas. Su cara estaba un poco pálida y sus labios se veían lastimados.
Me dolía verlo así pero tenía que ser fuerte.

Cerré la puerta detrás de mí y me acerqué a Harry.

-Hola- Él sonrió y me ofreció de su caliente ramen. -Tu comelo. Lo necesitas para recuperar energías- Pasé una mano por su cabello. Extrañaba enredar mis dedos entre sus rulos. -¿Te sientes mejor?- Trató de hablar pero no pudo sobando su garganta y haciéndome saber que estaba enfermo.

Tomé el tenedor para ayudar a Harry a que terminara de comer. Sus labios estaban muy lastimados y moría por saber qué es lo que lo había puesto así.

-Lo... Lo siento- Dijo Harry con mucho esfuerzo. Puse mis dedos en su boca para que callara.

-Cuando te sientas mejor hablaremos de eso ¿de acuerdo? Por ahora hay que mejorar juntos, Harry-

Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora