Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)

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 -Estoy muerto-

-Lo hicieron muy bien, aparte, desde ahora serás el favorito del equipo. ¿Qué no notaste como las porristas cantaban tu nombre?-

-¡Oh dios! ¿Lo que he escuchado son los celos de la señorita Winehouse?- Empujé un poco a Harry del hombro y agradeciendo que la obscuridad que había en el auto era perfecta para ocultar mi rubor.

-Solo era una simple pregunta. Como sea, ¿irás a la fiesta que harán?-

-Esas fiestas me dan dolor de cabeza. ¿Haz ido a alguna de ellas?- Negué. –Todos drogándose, tomando todo lo que puedan mientras estén despiertos, sexo por cualquier parte de la casa y si, mínimo, no te estas besando con alguien eres el raro de ahí-

-Oh…- No supe que contestar. Definitivamente era muy mala en platicar sobre fiestas porque no era precisamente la invitada mas esperada por todas las personas.

-¿Te molestaría si paso a mi casa a darme un baño? Después de eso podremos ir a festejar a otro lado tú y yo, ¿qué dices?-

-Si, no hay problema.-

Harry estacionó el auto en una casa grande que dejaba a la vista los ladrillos barnizados, los tejados y la puerta estaban pintados de un azul muy hermoso. Tenía cochera y un jardín verde con un gran árbol en la esquina. Este era una de las colonias mas conocidas por sus casas de lujo. 

Cuando entramos enseguida me dio un olor… ¿Cómo podría llamarlo? ¿A hogar, tal vez?

En la casa veía muchos pasillos y puertas pero eso no deformaba la parte en la que la casa se veía más grande por dentro que por fuera.

-Por haya esta la sala y por haya la cocina- Dijo señalándome los dos lugares. -Lo que necesites tu tómalo. Estas en tu casa- Sonrió para luego bajar su casco al piso.

Me acerque a la sala la cual estaba impecable y con los almohadones muy bien acomodados. Una pantalla plasma frente a ellos y varios cuadros en la pared.

-Okay. Regreso rápido- Dijo Harry dándome un beso en la mejilla.

-Oye Harry- Llamé su atención. Él se detuvo y volteó hacia mí. Estaba dispuesta a preguntarle bien sobre lo que sucedió con sus padres pero creo que no es el tiempo, aún. -¿Dónde esta el baño?-

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No sabía cuantos minutos habían pasado pero no me sentía incomoda. 

Me encontraba leyendo un libro que Harry tenia entre otros libros en la mesa de centro. ‘Desde mi cielo’ un clásico de Alice Sebold. Es fascinante la idea de que un chico un poco ‘rudo’, jugador de futbol americano e interesante como Harry le guste leer buenas historias, poemas, libros de escritores alemanes, mexicanos y franceses o simplemente que le guste leer libros. Creí que esos chicos no existían.

-Lo encontraste- Escuche y por una reacción rápida deje el libro en la mesa y voltee a verlo. Estaba recargado en la pared viéndome con una sonrisa dulce y sexy a la vez. Su cabello húmedo caía por su frente y su cuello. –Nicole me había dicho que te gustaba mucho esa historia- Empujó su cuerpo hacia el frente para poder despegarse de la pared e irse acercando a mi.