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Ahora esta en miles y miles de kilómetros desde aquí.

Mi cuerpo pesa, mis ojos húmedos arden y no los puedo mantener abiertos muchos segundos, mi habitación esta hecha un desastre y no quiero volver a ver la pantalla del celular otra vez. No por ahora.

La mejor parte es que mis padres no han entrado ni preguntado nada en estas largas horas. Tal vez no están en casa. Luffy pasa sus pequeñas patas por la puerta pero no he abierto.

Después de tanto insistir de su parte con mucho esfuerzo me levanto a recoger ese pequeño gato del piso y abrazarlo entre mis brazos. Él lame mis dedos y ronronea.

-Lo siento- Digo viendo sus grandes ojos.

Me siento en el balcón de mi habitación y miro las grandes montañas que estan a lo lejos. Por un momento recorde el dia que me entregué a Harry. Sonreí pero recorde lo lejos que estaba ahora y una lágrima corrió por mi mejilla.

¿Debería llamarlo?

¿Le doy tiempo para que él lo haga cuando esté listo?

No lo se.

Tomé mi celular y marqué a mi madre.

-Hola, cariño. ¿Que sucede?- Escuché muchas voces y supe que no estaba en la casa, que había salido.

-Queria saber como están y en donde están-

-Tu padre quería comprar algunas cosas nuevas para nuestra habitación. Estaba a punto de despertarte pero vi el desorden que tenías en la habitación- ¡Rayos! Lo vio todo. -No le dije nada a tu padre ni a tía Magda pero quiero hablar contigo cuando llegue a la casa ¿de acuerdo?-

-Si, mamá.-

-Regresaremos en un rato. Ah, y olvidé darle de comer a Luffy ¿podrías...?-

-¡Claro! Descuida. Nos vemos más tarde mamá. Te amo.-

-Te amo- Colgué y directamente fuí al número de Harry. Sonó y sonó pero al final no contestó. 

-Harry quisiera hablar contigo. Hazlo cuando puedas, bueno... Me urge hablar contigo- Deje el mensaje de voz.

No despegué el celular de mis manos hasta esperar una señal pero no había nada. Pasé horas en el balcón hasta que por fin sonó mi celular, rápido conteste sin ver la pantalla.

-¿Hola?-

-¿Que sucede, Casey?- Era él. A pesar de que sonara serio yo estaba ilusionada de que él haya regresado la llamada.

-Quiero disculparme.- No respondió nada, solo escuchaba su respiración. -Sé que fuí una imbécil al pedirte tal cosa. No te escuché bien porque, tal vez, la idea de tenerte lejos me tomó por sorpresa. No es que desconfíe de ti, no es que sea una novia loca pero últimamente has sido la única persona que me ha sabido escuchar. Lo lamento. No me odies por favor.-

Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora