Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)

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-¿Que quiere decir esto?- Dijo señalando la nota.

-No lo se, no entiendo.- Mentí. Harry se levantó del pasto y se sacudió. -¿Ya te vas?-

-Si, ya es muy tarde y mañana tengo que estar temprano en la escuela porque me ha tocado una exposición.- Asentí y Harry paso su mano por mi cintura para jalarme hacia él. Reí nerviosa y puse mis manos en su pecho. -Asi que, nos vemos mañana. ¿De acuerdo?-

-De acuerdo.- Harry se acercó poco a poco para darme un beso en los labios pero yo logré que me diera un beso en la mejilla y me fulminó con la mirada divertido. -Te acompaño a la puerta-

Caminamos hacia haya y Harry se despidió de mis papá y tía Magda agradeciendoles por todo. Harry me dió otro beso en la mejilla y se dirigió hasta su auto.

Me despedí de él con la mano y espere a que se fuera.

Papá estaba viendo la televisión, cuando estaba a punto de subir las escaleras él me llamó.

-¿Sucede algo?- Dije.

-Ven, sientate un momento por favor- Así lo hice y él no dejaba de mirar la pantalla del televisor. -Lamento mucho haber sido así con Harry en el principio.-

-¿Por qué lo hacias?-

-Porque me daba miedo que te sucediera algo. Yo tuve un fuerte pasado con un amigo que tuve. Él estaba tatuado y era un chico muy querido por todaslas mujeres, asi como Harry. Pero lamentablemente siempre que tenía novia las maltrataba después de un tiempo que salía con ellas. Me usó muchas veces pero yo nunca quicé ver la realidad porque vivía en mi mundo diciendo que él era mi verdadero amigo aunque no lo fuera así.-

-Pero Harry no es asi papa. Aparte, Harry y yo solo somos amigos.- ¡Auch!

-Entonces, ¿porque te besó la otra noche?-

-N-no lo se. ¿Impulso? Tal vez.-

-Okay. Solo te pido que vayas con cuidado por la vida. Harry no es un mal chico y lo confirme hoy pero de todos modos se cuidadosa.-

-Claro que lo haré, ustedes siempre me lo han enseñado- Él sonrió. Le dí un fuerte abrazo y beso.

Cuando llegué a mi habitación traté de decifrar que es lo que en realidad queria decir ese papelito. ¿Tiene algo que ver conmigo? ¿En mi vida? ¿Es como ese tipo de galletas chinas que hablaban de la suerte o algo asi?

Fuí al cuarto de tia Magda quien leía un libro. Me miró por encima de este y enseguida sonrió.

-¿Ya lo abriste?- Asentí y ella me invitó a sentarme a un lado de ella.

-¿A que se refiere con 'Aveces la felicidad también es dolorosa'?-

-Yo no puse eso ahí, Casey.- La miré confundida. No quería escuchar ningún tipo de rodeos como los que salían en mi serie favorita de Pretty Little Liars. Aquí no existe '-A' ni hay misterio. -Mientrás tu te probabas los vestidos fuí a un lugar en donde decía que la mujer que vende los pequeños morrales es vidente. No creo en eso, pero se me hizo un tanto interesante los papelitos al asar que ella tomaba de una caja-

-¿Y ella también te dió el trébol?-

-No, no. El trébol lo compré en Alemania hace algúnos años. Siempre me había dado suerte y quería dártelo para que también la suerte estuviera contigo. Pero no hagas caso del papelito, Casey, Las cosas salieron muy bien que es lo que importa ¿cierto?- Asentí y me despedí de ella para luego irme a dormir.

Tia Magda tenía razón, no tengo que ponerle mucha atención a aquel papelito. Aún tenía la cazadora de Harry y, ha decir verdad, el olor que desprendía ya estaba invadiendo mi habitación pero no era nada incómodo, me encantaba.

Me aparté el vestido y con una toallita despinté mi rostro. Tome de mi ropero un short corto, una camiseta y agarré mi cabello en una coleta. Abrí el gran ventanal de mi habitación para que el fresco aire entrara. Las cobijas de mi cama estaban tan frescas haciendo que suspirara con total tranquilidad.

Recordé a mi primer amor. Un chico de pelo negro, ojos grises, nariz un poco refinada, hacia un poco de ejercicio por lo que mantenía un cuerpo marcado y saludable. Él se llego a fijar en mi, un día me lo había confesado y yo solo quede en shock al no poder creerlo. Pero jamás sucedió algo interesante.

Él tristemente se fue de viaje y nunca lo volví a ver porque yo cambié de escuela. Su nombre era Kevin y era uno de los mas disciplinados e inteligentes del salón, jamás supe el porque se había fijado en alguien como yo.

Por fin termine dormida, sacándome rápidamente de la vida real.