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Esta vez tarde tres días más en regresar a casa. Era tan desesperante.

Iba en el auto recargada en el vidrio de la ventana, ni mis padres ni yo habíamos dicho ni una palabra en todo el camino. No he sabido nada de tía Magda pero creo que esta en casa.

Mi ropa seguía oliendo a hospital y yo deseaba llegar rápido para darme una buena ducha y olvidarme de todo esto. 

Pude ver el perfil de mi madre, su cara no había cambiado desde estos últimos días. Preocupación y cansancio. Quería saber que era lo que sucedía pero tenia miedo de saber la respuesta por eso me he estado resistiendo en todo el camino.

-¿Quieres tomar chocolate caliente, cariño?- Dijo papa viéndome desde el retrovisor. Sonreí y papa supo enseguida. Dio vuelta en una cuadra hasta llegar al pequeño restaurante que, en lo personal, es el mejor en toda esta ciudad en la que saben preparar ese delicioso chocolate, la medida perfecta de calentarlo y la música que ponían de fondo era siempre de mi agrado.

Esta vez al entrar sonaba Amy Winehouse. Eso me hizo recordar el primer día que conocí a Harry: ‘¿Cómo Amy Winehouse?’. Podría considerar ese día un poco especial. Y hablando de Harry un mensaje de él llegó a mi celular.

‘Quiero verte’

‘Vine a tomar un chocolate con mis padres.’

‘No te preocupes, solo que mañana pensaba llevarte al lugar donde te había dicho. Diviertete, te veo mañana a las once de la mañana. Adiós, Margarette. Te quiero.’

Al colocarnos en una mesa tuve mejor vista del rostro de mamá. Era… Sus ojos aún estaban llorosos, tenía unas horribles ojeras que ya no le daban alegría a sus lindos ojos azules, evadía mi mirada, y no ha hablado conmigo.

-¿Qué les han dicho en el hospital? ¿Qué es lo que tengo?- Dije tan rápido que hasta mamá dio un pequeño salto. Papá y mamá se miraron entre si.

-Aún no saben nada. Dicen que tal vez es por tu alimentación.-

-Imposible, me alimento bien- Quería forzar las cosas pero no sabia si papá me acaba de decir la verdad o hay algo más. Él tomo mi mano entre las suyas y sonrió.

-Ya te he dicho, aún no lo saben. Hay que platicar de otro tema- Asentí.

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Papá trató de aligerar las cosas mientras mamá y yo tomábamos de nuestro chocolate y escuchábamos a papá

En realidad no pude olvidarme de cualquier posibilidad del porqué ha terminado en el hospital últimamente.

Tal vez estaba sufriendo algún cambio en mi cuerpo pero no es muy probable porque si fuera algo así mamá no tendría esas arrugas de tristeza en su boca y ojos. Quiero hacer parecer que no pasa nada pero ¿a quien trata de engañar? La conozco durante toda mi vida y no se si es correcto sentirme molesta porque mamá no me quiera decir las razones.

Al llegar a casa lavé mis dientes y enseguida caí rendida en mi cama. 

Al despertarme comúnmente le pasa a las personas que no recordaban su sueño, como si no hubieran soñado absolutamente nada. 

Me levanté a darme una ducha y trate de iniciar otra vez, sonreí y pensé en las cosas positivas mientras esperaba a Harry ya lista sentada en el sofá con tía Magda a un lado quien se apoyaba en su brazo derecho y dormía tranquilamente. La casa estaba totalmente callada solo escuchaba las hojas moverse por el aire, era tan relajante. La televisión estaba en un volumen bajo, audible pero no molesto.

Escuché como un auto se paraba en frente de la casa y supuse que Harry había llegado y efectivamente era él. Fui a atender y me quedé plasmada ahí al ver el aspecto de Harry.

¡Dios! Estaba tan guapo con una camisa gris acomodada perfectamente a su cuerpo, una bermuda de color azul fuerte, vans del mismo color. Su sonrisa, como siempre, hermosa y resplandeciente. ¿Cómo podía resistir tanto tiempo a esa mirada que él me daba durante  mucho tiempo? Hasta que agache mi cabeza.

-Hola- Su voz sonaba irresistible. -¿Estas lista?- Estiró su mano hacia mi y yo la tome.

Cuando íbamos en la carretera podía observar algunos pinos que empezaban por unas partes de la calle lo cual indicaba que íbamos saliendo de la ciudad. Harry y yo no hablábamos mucho pero en esta parte del viaje los dos permanecíamos callados dejando sonar a Never Shout Never en el estéreo. Era inevitable cantar ‘Liar Liar’ a lo que logré mover mis labios al ritmo de la canción sin que Harry me viera, o al menos creí eso.

-Así que te gusta Never Shout never, ¿uh?- Asentí y él le subió un poco más a la música.

-¿A dónde vamos?-

-Es sorpresa- El rió y lo mire confundida. –Es la tercera vez que preguntas, pequeña-

-Es que pienso que estamos muy lejos de la ciudad, Harry…-

-Tranquila, no te secuestraré. Recuerda que estarás a salvo junto a mi- Al parecer sonreí más de lo normal pero afortunadamente Harry no alcanzo a ver esa imagen. Dio vuelta hacia la izquierda subiendo por una pequeña montaña hasta llegar a lo más alto de esta. -¿Me ayudas?- Dijo entregándome una mochila roja que saco de los asientos de atrás. La coloqué en mis hombros y bajamos del auto.

La vista era realmente hermosa y el aire era el más fresco que había podido sentir últimamente. Tan fresco que mi cuerpo comenzó a temblar pero me limite a colocarme mi chaqueta porque quería sentir ese fresco aire pegar en mi sensible piel, sentir como podía darme un leve quemón en mis huesos. Me puse cerca de la orilla abriendo mis brazos y respirando hondo para dejar volar mis ideas. 

Mi cabello se aparto enseguida de mi rostro y sonreí al no escuchar nada en aquel lugar. Sentía como casi volaba y por fin me volvía a sentir libre de nuevo.

Sentí sus manos agarrar mi cadera con fuerza, su pecho pego en mi espalda y su boca quedo rosando mi cuello con dulzura...

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Escribir "Amor" En Tus Brazos/H.S./(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora