"Tienes que morir unas cuantas veces antes de poder vivir de verdad."
— Charles Bukowski.
De vez en cuando, dejaba de mirar la carretera para observarla disimuladamente, sin que se notase desde el asiento trasero. La imagen que capturaba era constantemente la misma: La sombra de una felicidad demasiado fugaz, que no hace muchas horas estaba inundándola por dentro. Vestigios de las risas que todavía resonaban en las paredes de la cocina, en la que quedarían quizá por cuánto tiempo las manchas de comida en las paredes y en los muebles. Respiraba con dificultad, pues aunque hace rato ya había dejado de llorar, todavía no recuperaba el aliento por completo. Sus ojos estaban hinchados y rojos, irritados por la sal de sus lágrimas. Miraba hacia adelante, pero al mismo tiempo, a ningún lado. Tenía la cabeza algo ladeada, como si estuviese quedándose dormida, pero en realidad demostraba más bien signos de rendición. Sus pequeñas manos estaban sobre cada rodilla, apretándolas todavía debido a la tensión.
Él tenía tantas ganas como ella de dejarse caer por el asiento y ceder ante la amenaza. Sin embargo, se rehusó a esa idea. Incluso pensó fríamente en acelerar y desbarrancar, pero concluyó que apenas percibiese el aumento de la velocidad, la mujer jalaría el gatillo hacia él. O peor, hacia su copiloto o su hija, o ambas. Por tanto, intentaba no perder la concentración en el trayecto para no perturbar a Denisse, aunque por dentro sintiese ganas de gritar y arrebatarle el arma para metérsela por el mismísimo culo por el que alguna vez se la folló. No podía, de todos modos. Solo restaba obedecer.
Miraba por el espejo retrovisor a su pequeña niña, quien pese a estar tan asustada como los dos adultos que estaban delante de ella, disimulaba mucho mejor. Lógicamente desde afuera nadie sabría que era una careta, pero él sí, pues ya la conocía lo suficiente. Estaba mordiéndose el labio casi en un reflejo para evitar gritar. A veces hacían contacto visual, y él la intentaba tranquilizar con una mirada de cariño a la distancia. Se sentían kilómetros entre ellos aunque estuviesen en el mismo vehículo, y es que la tensión era tanta que pensó que, apenas terminase esa pesadilla, lo primero que haría sería abrazar fuerte a su hija hasta que se le cayesen los brazos de cansancio.
Por último, intentaba mirar a la mujer de la pistola. Aun con lo neurótica que era, tenía una fachada completamente neutral en su rostro perfecto. Estaba muy atenta a todos los ruidos y movimientos que hiciesen las personas que la acompañaban y observaba todo con una habilidad impresionante, como si tuviese mil ojos. Eso sí, sus ojos se desviaban particularmente hacia Joel, demorándose más tiempo en verlo antes de cambiar la dirección hacia alguna de las muchachas. Solo cuando comenzaba a sentir una presión en el corazón, dejaba de mirarlo. Era el único momento en que su austera facción se veía ligeramente trastocada. Claro que en esas instancias, intentaba mirar un poco hacia sus tacos rojos para regresar a la seriedad correspondiente a la ocasión. Estaba en silencio, aunque en realidad todos lo estaban; y solo lo interrumpía de vez en cuando dando pequeñas indicaciones para el chofer. Él, no le decía absolutamente nada. Incluso en un momento intentó señalarle un camino de la forma más ambigua posible, solo para poder oír su voz en algún tono de pregunta. No obstante ello, no lo logró, posiblemente porque el hombre habría preferido quedarse con las dudas.
Fuera de las escuetas conversaciones, lo único que rompía la quietud eran las gotas de lluvia, ahora imponentes, que caían violentamente sobre el parabrisas del auto y las restantes ventanas. A veces, con tanta fuerza que a Joel le costaba un poco divisar el camino y tenía que acercarse un poco más hacia adelante para poder mirar, entrecerrando los ojos para enfocar la vista. Llevaba conduciendo más de cuarenta minutos, y por lo que lograba interpretar de las palabras de Denisse, restaba mucho más.
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Sana y Salva | Joel Miller (TLOU) | Pedro Pascal (CANCELLED)
FanfictionIsobel, una joven oriunda de Olympia, Washington, decide emprender rumbo a un viaje riesgoso y desconocido en busca de su hermana desaparecida. Conoce en su desesperación a Joel, un misterioso y duro hombre que ha pasado por mucho en muy poco tiempo...