Capítulo 12: Hacia el Bosque

90 12 2
                                    

 Romulus, Lovino, Feliciano y Ludwig se encontraban sentados en la sala de estar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 Romulus, Lovino, Feliciano y Ludwig se encontraban sentados en la sala de estar. El abuelo y el nieto mayor miraban a los otros dos fijamente, como exigiendo una explicación, porque encontrarse al mismísimo príncipe hablando con tu nieto y hermano era algo que explicar, y más aun teniendo en cuenta el pasado de estos dos.

— ¿Y bien?—dijo Lovino enojado, para que los dos le hablen.

—Bueno...—intentó decir Feliciano.

—Eh...—intentó decir ahora Ludwig.

Lovino suspiró, frustrado por la falta de respuestas.

—Hagámoslo más simple—dijo el abuelo— ¿Por qué me encontré a él, el príncipe de Elmlein, en el patio de mi casa?

—Porque somos amigos—respondió simplemente el pelirrojo.

—Eso lo suponía. Lo que quiero saber es como llegaron a volverse amigos—volvió a preguntar Romulus.

—Fue por pura casualidad—respondió el príncipe—Cuando estuve realizando la búsqueda de la zapatilla noté un parecido en su nieto con Daisy, la mujer del baile. Volví un día para preguntarle si tenían un parentesco, pero él lo negó. Ya que la boda de mi padre era dentro de unos días decidí invitarlo para que me acompañe.

—Ya veo—a Romulus le parecía extraña toda esa situación. Su nieto se había vuelto amigo del príncipe que estaba enamorado de él, pero este no sabía que aquella chica y Feliciano eran la misma persona. Que historia bizarra.

— ¿Y entonces son amigos... amigos?—les preguntó Lovino, sospechoso de la relación de los dos. Feliciano intentaba ocultar su incomodidad.

— ¿A qué te refieres con amigos "amigos"?—preguntó el rubio.

—Que si son amigos amigos.

— ¿No es eso una redundancia?

—Eh, sí, claro...—Lovino desvió su mirada. Por dentro, se sentía aliviado de que su hermano y aquel príncipe sean solo amigos. Aquel noble, por algún motivo, le caía mal. Consideraba que todos los de su tipo eran unos creídos, todo lo contrario a la verdadera personalidad de Ludwig. El simple hecho de que Feliciano pasara tiempo con él ya le disgustaba, y si llegara a ser algo más definitivamente enloquecería.

—Ahora me gustaría saber por qué viniste a buscarlo en medio de la noche.

—Oh, eh... Es que necesitaba la ayuda de su nieto.

—Para...—Ludwig agachó la cabeza pensando en cómo explicar todo lo sucedido—. Es una larga historia.

—Lud quería que me vaya a Avilliers con él para buscar la ayuda de los reyes para derrocar a Rowena quien intentó matar a su hermano.

—Eso, exactamente.

Lovi y el abuelo los miraron perplejos, intentando procesar la información.

— ¿No podías pedirle ayuda a tu padre?—cuestionó el castaño.

[Hetalia] Cuento de Luz y SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora