Un poco de historia...

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—Ah! ¡Ahí estaban! Los anduve buscando toda la tarde. ¿Que tal su recorrido con Spreen?

Después de haber organizado todo para que el resto de sus amigos en Karmaland tuvieran un lugar en donde quedarse, Auron se había ocupado en buscar en donde se habían metido el dúo que había enviado con Spreen.

—Pues...la verdad no sé qué tan bien. No hemos hecho más que pelearnos casi todo el camino y muy probablemente nos odia.

—Ah-a-ah –había dicho Rubius negando– Habla por ti mismo, Samuel de Luque. No has hecho más que discutir con él.

—Hombre, es que con su actitud es imposible. Es igual, o incluso más, lloroso que tú. Solo que en vez de llorar, es niño terco.

—Ya, ¡pero eso es porque tú lo provocas!

—¿POR QUE YO LO PROVOCÓ? ¿ES ENSERIO? DOBLAS...

—PUES SÍ, SIEMPRE ERES ASI CON TODOS. TODO TIENE QUE SER COMO TU QUIERES Y...

Y ahí estaban, discutiendo otra vez. Era casi una rutina para estos dos estar peleándose cada dos o tres veces al día.

Auron, quién seguía presente, veía como ambos peleaban por un buen rato de lo mismo y poco a poco perdían el hilo de la conversación hasta que en un punto solo se decían cosas e insultos por decir.

Se le hacía difícil decir algo, y no por el hecho de que ambos se gritaban tanto entre sí que no dejaban espacios para hablar, sino por que literalmente escucharlos discutir sin parar de cosas sin sentido era prácticamente hipnotizante. Tenías que ser fuerte si querías salir del transe del chisme.

—OIGAN! ¡OIGAN! PAREN YA, TIO. QUE ESTO NO NOS LLEVA A NINGÚN LADO. – había dicho Auron cortando la discusión.

—¡HA SIDO ÉL! – gritaron ambos al unísono.

—¡Me importa una hostia de quién a sido la culpa! A ver, ¿Qué os ha pasado con el recorrido con Spreen?

—Vegetta no paraba de discutir porque no todo era perfecto como él quería. Así terminó peleando con Spreen por como estado su ciudad. –dijo quejándose el oso.

—Pues ¡Alá! ¡Mira quién habla! Yo he tenido que discutir con ese adolescente rebelde mientras tú no hacías nada, ¡Bobo!

—Ya, ya, ¡Paren los dos!– dijo el del mechón naranja regañando a los otros dos. Luego suspiro con frustración y continuó–. Escuchen, entiendo lo que dicen. Spreen nunca a sido muy abierto con las personas a su entorno y son muy pocas las personas que han logrado entrar en su círculo de confianza. Suele ser así de frío con casi todos.

—¿A que te refieres con casi todos?–dijo el oso curioso.

—Pues mira, son pocos los que entran en confianza con Spreen. Los únicos a los que he oído que es más cercano son Carrera, Robleis y Betra. Y creo que pasaba algo de tiempo con Mariana, Carola y Mayichi, aunque no lo sé, no he estado muy al corriente de su historial aquí. Además...creo que tiene un crush con Juan...aunque el siempre lo niega, si me entienden.– dijo con humor por el último comentario.

—Juan?¿Nuestro Illojuan?¿Pero que le puede ver a ese viejo?–dijo el oso extrañado.

—No no no no, Juan Guarnizo. O Guarniziones de cariño. Un chico que llegó hace 5 años aquí. Aunque el prefiere que le llamemos-

—Hechicero Supremo– dijo Vegetta interrumpiendo a Auron–. Perdona la interrupción Auron, pero sí, Spreen nos ha hablado antes de él. Había mencionado que con su ayuda lograron derrotaron a ese tal... Profeta.

—Eh! Es cierto, que le he escuchado. ¿Y quien era ese tío?

—Pues verán, el era como decir el Merlon de aquí. Se encargaba de tomar desiciones aquí en el pueblo y mandarnos a misiones y eso. Pero con el tiempo, nosotros empezamos a caer en cuenta de que era un controlador que quería manipularnos a todos en Tortillaland, por lo que muchos empezamos a caer en su contra. Más tarde, nos revelaría que Juan era su hijo /si lo se, una sorpresa para todos/ por lo que muchos pensamos que Juan se volvería malo también.

...Mamá?...Papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora