~La Novia de Bakugou~

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El tiempo empezó a pasar de manera normal, Uraraka empezó a sentirse mejor gracias a que Midoriya se propuso mantenerse al margen, trataba con ella lo mínimo indispensable y siempre de manera diplomática; ella por lo general estaba leyendo o con las otras chicas, ya no tanto con Iida o con él; pero desde que ya no tenía que verse a diario con Bakugou para la presentación, ambos se comenzaron a distanciar. A pesar de que las cosas parecían ser como antes, Dynamight no podía sacar aquello de su ser; el sonido de su voz, el calor de su cuerpo, el sabor de sus labios, el reflejo en sus ojos; cada que se acostaba en su cama rememoraba cada encuentro con la chica una y otra vez, en esa misma como o en la de ella; cada beso, cada caricia, cada encuentro; pero no sabía como retomar aquello porque lo que más deseaba era que ella estuviera bien; así que prefirió darle tiempo para que se repusiera, pero fue su padre quien volvió a sacar el tema.

Un sábado que Mitsuki se metió a bañar dejando a los 2 varones a solas, Masaru aprovechó para hablar con su hijo; este estaba en la sala, desparramado en el sillón leyendo en su teléfono chats antiguos que ya no sonaban cuando su padre lo abordó.

- Katsuki, ¿y cómo te ha ido con Ochako chan? –

- ¿Ah? – Ante la simple mención dio un respingo y escondió el teléfono creyendo que su padre miró su pantalla pero cuando elevó la cabeza, lo vio en la cocina.

- ¿Has hecho algo romántico para ella? – No le respondió pero la cara se le fue colorando y su padre dejó de hacer lo que hacía para mirarlo. – Ya no me dijiste si necesitabas más ayuda. –

- No he hecho nada. – Dijo al fin y quitando la cara.

- ¿No?, ¿Ya no te gusta o...? –

- ¡No es eso! – Dijo más rojo todavía. - ¡Joder! Es que ella... ¡Agh! Ella está... no sé, olvidando al otro tipo y yo no sé si meterme ahí en el medio otra vez, o sea... sí, ya estoy metido en el medio, pero no es eso lo que quiero... ¡Ah! No sé de estas mierdas. -

- Bueno puede tomarte tu tiempo pero eso sí, que no sea mucho porque las mujeres lo interpretan de otra manera. –

- ¿Cómo que de otra manera? –

- Ellas ven eso como desinterés. –

- ¿Qué cojones? –

- Bueno son mujeres, no podemos juzgarlas porque no lo somos. – Dijo el de gafas regresando el mirar a lo que hacía, preparaba algo de comer; Katsuki se le quedó mirando y pasados unos segundos de silencio se giró en el sillón para verlo.

- ¡Joder viejo! ¿Y me lo dices ahora? –

- No pensé que fueras a tomarte tu tiempo, ¿cuántos días han pasado? –

- Toda esta semana. –

- ¿No has hecho nada para ella en toda la semana? –

- Am... no. – Admitió desviando el rostro porque de pronto comenzó a sentirse culpable.

- Katsuki, ¿vas a ir en serio en eso o no? Porque yo sé que quieres ser un héroe desde que existes, pero se trata de los sentimientos de otra persona y esas cosas no se deben tomar a la ligera. –

- ¡Es en serio! Cómo no sería en serio si yo... – Y se manoteó el pecho con la palma, no dijo nada pero su padre respondió.

- Bueno porque estás joven y a veces a los chicos les gusta experimentar y... -

- ¡Y una mierda! Ella no... ella no es cualquier chica papá, ella es la única, siempre y para siempre. – Masaru se giró porque esas palabras no eran cualquier cosa y además lo llamó papá lo cual le enternecía enormemente; al fijarse en su expresión seria comprendió que sus palabras eran reales, así como sus sentimientos.  

~¡Quiéreme!~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora