El día había sido largo.
Pablo y Marcos habían ido a un congreso, y quedaban muchas evaluaciones pendientes.
Martina ese día decidió quedarse hasta más tarde y terminar para entregarlas en la mañana, pues la Dra. Lorenzo necesitaba las evaluaciones una vez al mes, para decidir cómo seguir con los respectivos tratamientos psiquiátricos.
Eran las 9 de la noche y aún no había cenado.
Decidió tomar algo y terminar de comer lo que había quedado de la merienda.
La clínica estaba desierta, con excepción del guardia, quien recorría el exterior de la clínica.Caminó por el pasillo a media luz y entró a la kitchenette.
Cuando entró para su sorpresa, encontró a Firhat preparándose un café.
Se puso tan nerviosa que se llevó por delante una de las sillas que rodeaban la mesita.
Firhat levantó la mirada sorprendida, y cuando se topó con la de ella, miró hacia otro lado de manera evasiva.«¡Maldición!», pensó.
¿Qué hacía esa mujer trabajando a estas horas?
Se saludaron sin mirarse.
Ella agregó agua a la cafetera, limpió y colocó más café en filtro y sacó lo que le había quedado de pastel.
¡No sabía que hacer mientras esperaba!
La situación era tan incómoda.
Se puso a revisar su celular y vio un mensaje de audio, que le había enviado Marcos el cual aún no había abierto.
Se colocó de espaldas a Firhat, como si esto le fuera a dar privacidad y comenzó a escucharlo.
La kitchenette era pequeña y el silencio era total.Abrió el WhatsApp y escuchó el audio:
¡Hola Martí, ¿cómo estás?! He esperado tu llamada toda la semana. ¿Acaso te has olvidado de mí? —Se escuchó una risa burlona—.
¿Repetiremos la salida del sábado?
La verdad que tuvimos una hermosa velada, me gustaría repetirla si es que estás de acuerdo. Llámame. Besos.Martina sonrió escribió la respuesta y se paró para servirse el café que ya estaba listo.
¡A Firhat le cambió el semblante! había escuchado todo, debido al silencio que reinaba en el lugar.
¡Estaba tan molesto!
Ese audio confirmaba lo que él ya sospechaba, e
staban saliendo juntos, no había duda.Eso iba en contra de las reglas de la clínica. No estaba permitido ningún tipo de relación personal dentro de la misma. Aunque él nunca había estado de acuerdo con eso, esta relación en particular sí le molestaba.
Firhat obviamente no iba a decir que había escuchado el audio y mucho menos que se había esforzado para ello.
Pero no podía quedar callado, le había molestado sobremanera lo que acababa de confirmar.No se pudo contener y simulando hablar casualmente y con indiferencia preguntó:
— ¿Y qué tal has estado? ¿Te sientes bien en la clínica? ¿Debes extrañar mucho? —le dijo mirándola atentamente.Martina quedó sorprendida, era la primera vez que Firhat le habla como una persona normal. Sería porque sabía que estaba planeando irse a otra clínica y estaría feliz por eso.
Pero de algo estaba segura esa conversación no venía porque sí.
Lo miró a los ojos intentando leer sus intenciones, pero no pudo ver ninguna señal de nada.—Sí, estoy muy bien, Pablo y Marcos han sido de gran ayuda —le dijo de manera irónica, quería que supiera, aunque fuera indirectamente que no era gracias a él que seguía firme, a pesar de sus malos tratos. Y siguió diciendo—: son muy considerados y me lo han hecho muy fácil.
—Me alegro mucho. Que bien.
Mientras hablaba no le quitaba la mirada de encima.—¿Y conoces algo de la ciudad? ¿Has salido a algún lugar, sin ser por trabajo?
—Sí, he conocido la ciudad y también el movimiento nocturno, es muy alegre Marcos me ha acompañado y....
—¡Ah, cierto! —dijo Firhat moviendo la cabeza y cambiando hacia otra dirección su mirada—, había olvidado que eras amiga de Marcos, porque eso es lo que eres, ¿verdad?
Esta vez, él había ido muy lejos y a Martina esto la molestó muchísimo.
—Si lo que me estás intentando preguntar es si hay algo más entre Marcos y yo, te aclaro, aunque no tenga porqué, soy su amiga, pero de todos modos, aunque así no fuera no tengo que darte a ti ninguna explicación.—¿Disculpa? —Se levantó de manera brusca olvidando cualquier sutileza.
—Si me las tienes que dar, pues sabes bien que no se permiten relaciones personales en la clínica.
Martina no entendió para nada esa reacción, era demasiado considerando la manera en que había comenzado el tema. Se suponía que lo que él quería saber, era si ella se encontraba a gusto con su actual vida, incluyendo su trabajo, o si estaba desconforme, ya que, si fuera así, cabría la posibilidad de que ella se fuera. ¡Y esto a él le gustaría mucho! Hizo una mueca seguida de un movimiento de cabeza, pero no dijo nada.
Seguidamente lo miró desafiante y agregó:
—Voy a seguir con mi trabajo —Se dio la vuelta para marcharse.
—¡Espera! —gritó él.De un salto se colocó en la puerta obstruyendo la salida y de forma más directa la miró a los ojos y le preguntó:
—No has contestado claramente mi pregunta, ¿sales o no con Marcos como algo más que amiga?
Ella lo miró fijamente y muy enojada contestó —¡Ya te he contestado! no salgo con él, no suelo quebrantar las reglas de donde trabajo. Ahora, si no tienes más preguntas voy a continuar con lo que estaba haciendo.-
Salió apresurada con la taza de café en su mano y se dirigió a su oficina. Entró y cerró la puerta con fuerza.
¡¿Qué era lo que le había hecho a ese hombre para que la odiara tanto?!
¿Por qué estaba tan ensañado con ella? Se puso muy mal y estuvo a punto de largarse a llorar de la indignación. ¡Pero no le daría el gusto, eso nunca!...
Firhat quedó parado apoyado con las dos manos sobre la mesa.
¿Qué había hecho? Se había descontrolado como un chico de secundaria.
Sintió su perfume que había quedado flotando en toda la habitación.
Ese perfume..., lo sentía por todas partes, era como si lo persiguiera desde el primer día que lo sintió, este quedó grabado en sus sentidos.Se encontró nuevamente pensando en la primera vez que la vio.
En su cabello, en su figura, realmente estaba obsesionado con su presencia, debía reconocerlo. Tenía sentimientos desencontrados.
¡Ella lo molestaba tanto!, tampoco eso era muy normal.
No quería reconocerlo, pero la chica tampoco le había hecho nada, como para que el sintiera ese sentimiento irracional.
Se pasó la mano por el cabello, caminó por la habitación de un lado hacia otro, esto no podía continuar. Debía hacer algo y poner fin a esta lucha extraña que se desataba en su interior.
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El viaje de Martina
RomanceEl viaje de Martina,es una novela romántica,que muestra el cambio que puede hacer el amor de una chica arriesgada,en un hombre que creía haber perdido todo. Una novela de naturaleza romántica, sencilla y corta Ideal para el lector que le gusta soña...