A las 7:30 Martina despertó.
Había pasado muy bien la noche, casi se diría que no había extrañado para nada los cambios de casa, de habitación y ni siquiera de cama.
Se levantó y se dio una larga ducha caliente.
Este era su máximo placer, pues si estaba mal, levantaba su ánimo, y si estaba bien se ponía aún mejor.
Salió del baño, tomó un café y comió algo ligero. —Seguramente hoy no saldré ni siquiera a almorzar—, se dijo.
Se dirigió al placar y se decidió por un vestido corte Jackie, como el día anterior, pero el de hoy era verde oscuro, con algunos detalles en negro.
Los combinó con stilettos de tacón medio y un blazer a media cadera, entallado a la cintura....
Salió con tiempo para llegar en hora, y decidió tomar el autobús.La noche anterior había salido a hacer las compras a un supermercado relativamente cerca y había ubicado exactamente donde debía esperarlo.
Luego de algunos minutos, subió al autobús.
En mitad del camino, este hizo un ruido extraño y se detuvo.
Fue entonces cuando el conductor pidió que todos descendieran, pues el vehículo había tenido un desperfecto mecánico y deberían esperar un relevo que vendría, en unos 15 minutos.
«¡Imposible, ¡no puedo llegar tarde en mi primer día!», pensó.
Bajó apresurada y con la mirada buscó un taxi.Era una hora pico, así que no encontró uno hasta pasados 10 minutos del incidente.
«Llegaría tarde, pero no sería tanto como para que se notase, serían apenas 5 minutos pasada las 9», pensó.
En el taxi peinó su cabello que estaba recogido solo un poco de los costados, y colocó un poco de fragancia en sus muñecas, pues esta era una vieja costumbre y siempre la llevaba en su bolso.Bajó del taxi y tal como lo predijo eran los 9:07 minutos, entró, saludo y se presentó formalmente con la recepcionista.
Después de un rato de conversación muy agradable, se dirigió por el pasillo hacia su nuevo consultorio.
Abrió las cortinas, dejó su portafolio en el escritorio y acomodó sus cosas.Pablo el día anterior le había enseñado las instalaciones de la clínica, así que decidió ir a la kitchenette y prepararse un café.
Colocó café en el filtro, llenó la jarra de agua y encendió la cafetera.
Tarareaba una canción, mientras esperaba apoyada en la mesada.
De pronto sintió, la impresión de que la observaban, se dio vuelta y lo vio.
Firhat parado en una esquina de la habitación, silencioso como un animal de caza, la miraba fijamente.—Supongo que usted será la nueva psicóloga —dijo con voz gélida.
Ella, sobresaltada por aquel encuentro tan extraño, solo atinó a contestar con voz débil y una mueca parecida a una sonrisa.
—Sí, si lo soy —balbuceó. Luego agregó—:
Buenos días, encantada. —
Estiró su mano como para presentarse—.
Mi nombre es...Fue interrumpida bruscamente por Firhat, que con voz igual a la anterior dijo:
—Llega usted tarde y le recuerdo que es su primer día.
Ella quedó sin respuestas y solo lo miro desconcertada.
Hizo un esfuerzo por no parecer sorprendida por esa actitud tan descortés y enseguida volvió a hablar, intentando parecer natural.—Disculpe, encantada —
volvió a repetir suavemente, mientras lo miraba fijamente—.
Soy Martina Slovack, la nueva psicóloga. —
Algo corrió por las venas de Martina, algo que no pudo controlar y mientras lo miraba desafiante, le dijo—:
Perdón, pero no escuche su nombre. —Sostuvo sus ojos clavados en los de él.—Nunca lo dije —contestó Firhat, el cual no pudo sostenerle la mirada y tratando de disimular, se dio la vuelta dándole la espalda y encaminándose a la salida—.
Mi nombre es Firhat Kirmly y soy el director de la clínica, ahora si me disculpa.
Y sin más se marchó.¡Por Dios, ¿qué había sido aquello?! No podía creer lo que había sucedido.
Marcos le había comentado que ese hombre era muy serio y de pocas palabras, pero aquel comportamiento era más bien de un mal educado.
Estaba furiosa con él y con ella misma.
—¡Se comportó como una idiota! ¡
¿Por qué había quedado tan paralizada frente a esa mirada tan, tan...?! —se regañó a sí misma.
No supo cómo llamarla, esos ojos oscuros y misteriosos, la habían hecho sentir escalofríos y algo más que no sabía cómo describir.
Solo sabía que había quedado perturbada como nunca.Firhat entró a su oficina, cerró la puerta y se sentó como un autómata.
¡Ese encuentro lo había tomado por sorpresa!
¿Qué le había pasado?, se había comportado de manera muy extraña ¡él no era así!
Con la mirada fija en un punto invisible, recordó el día anterior en el restaurante.
Era la misma chica, ¿pero qué hacía en su clínica?
Esto no estaba para nada bien.
Estaba confundido y agitado.Se levantó y comenzó a dar vueltas en la habitación, absorto en un torbellino de pensamientos.
De pronto levantó la cabeza, enderezó los hombros y miró al frente con el ceño fruncido.
Esto no se quedaría así, no la quería en la clínica.Salió de la oficina se encamino a la kitchenette, pero la chica ya no estaba.
La divisó a través de los cristales de la oficina de Pablo. Estaba s
entada frente a él, conversaba con suaves ademanes y sonreía;
esto lo agitó.
Esa sonrisa era insolente, ¡era su primer día y actuaba como si estuviera ahí desde siempre, cómo se atrevía!
Entraría en este mismo instante y le diría a Pablo que no quería tomarla, que la despidiera de inmediato.
Abrió la puerta con manos firmes, pero cuando entró no pudo decir nada.Ella giró la cabeza y lo miró directamente a los ojos.
Pablo lo saludó.
—Buenos días Firhat, me dijo la señorita Martina que ya se conocieron.
¡Se notaba que Pablo no tenía ni idea de cómo fue ese encuentro!—Pasa, siéntate y toma un café con nosotros.
Ella lo miró a los ojos fijamente, con una mirada entre divertida y enojada.—Disculpa, Pablo —dijo Martina levantándose—,
pero debo irme. Me gustaría empezar ya mismo revisando alguna de las historias clínicas —
Luego, miró a Firhat, inclinó la cabeza en forma de saludo—.
Con su permiso, señor director.
Antes de abrir la puerta, se dio la vuelta, se dirigió a Pablo y con una suave sonrisa, agregó:
—Nos veremos después, gracias por tu recibimiento. Realmente fue muy cálido y te lo agradezco, no es fácil estar en un país extraño.
Con permiso —Miró de soslayo a Firhat y se marchó.Si llegaste hasta aquí y te ha gustado ,te agradecería me dejaras tu voto o algún comentario .
Gracias!!!🥰🥰
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El viaje de Martina
RomanceEl viaje de Martina,es una novela romántica,que muestra el cambio que puede hacer el amor de una chica arriesgada,en un hombre que creía haber perdido todo. Una novela de naturaleza romántica, sencilla y corta Ideal para el lector que le gusta soña...